Michael Landon: de tener una “infancia miserable” a crear el hogar perfecto en “La familia Ingalls”

Tras crecer entre el miedo y la humillación, el actor detrás de Charles Ingalls canalizó su pasado en relatos familiares que defendían la empatía, la fe y el valor de una comunidad unida

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El actor adoptó el nombre
El actor adoptó el nombre artístico “Michael Landon” para iniciar su carrera en Hollywood tras dejar atrás su difícil pasado (NBC)

A través de La Familia Ingalls, Michael Landon llevó a la televisión de los años setenta y ochenta un retrato entrañable de fraternidad, con un hogar que superaba las adversidades a través de la unión. Sin embargo, tras la imagen del padre perfecto que él mismo encarnaba en la pantalla, existía una historia personal cargada de recuerdos dolorosos.

“La vida en su casa no fue feliz. Tuvo una infancia miserable, y él fue muy honesto sobre lo difícil que era vivir con sus padres”, recordó la actriz Alison Arngrim, quien interpretó a Nellie Oleson, en una entrevista reciente con Woman’s World. “Él buscaba esa clase de familia real, amor real y el vínculo que la serie ejemplificada”.

El hombre detrás del mito

Landon nació con el nombre de Eugene Maurice Orowitz en 1936, en Queens, Nueva York. Un conflicto base en su hogar era el tema religioso, su padre era judío y su madre católica, pero existía una atmósfera más alarmante en temas de salud mental.

Cheryl Landon Wilson, hija del actor lo describió así en diálogo con Chicago Tribune: “Tuvo una de las infancias con más maltrato que jamás haya oído. Su madre era mentalmente inestable y a menudo intentaba suicidarse delante de él”.

El actor canalizó en la
El actor canalizó en la pantalla el deseo de un hogar cálido y funcional, contrario al que tuvo durante su niñez (Grosby Group)

A ese trauma se sumaba el antisemitismo que vivió al mudarse a Collingswood, Nueva Jersey, donde era una de las pocas familias judías del vecindario. Él mismo relató años después que en la secundaria “no tenía citas” porque “ningún padre cristiano de la ciudad permitiría que su hija saliera con un judío“.

Las fuentes coinciden en que una de las experiencias más devastadoras de su niñez fue su problema de enuresis infantil, un trastorno que su madre utilizó para avergonzarlo públicamente.

“Michael mojaba la cama. Su madre lo castigó cruelmente por ello... colgaba las sábanas sucias en la ventana de su habitación, sabiendo que el autobús escolar paraba justo delante de su casa”, narró Arngrim en su libro de memorias. El hecho fue verificado por Cheryl, quien agregó que el pequeño Landon debía correr a una lavandería cercana apenas amanecía para deshacerse de la evidencia antes de que su madre despertara.

En los recuerdos del actor también quedó la vez que su madre Peggy intentó quitarse la vida. Estaban en unas vacaciones en la playa cuando ella trató de ahogarse.

Landon la rescató, y minutos después, como si nada hubiera ocurrido, ella reanudó la jornada familiar. Él, sin poder procesarlo, vomitó del impacto emocional. Años más tarde calificó ese episodio como “el peor de su vida”.

El actor creció en un
El actor creció en un hogar donde los estallidos de violencia emocional eran frecuentes (Archivo/IMBD)

El sueño de un hogar feliz

Ese dolor forjó al Landon creativo. Convertido en actor, escritor, productor y director, encontró un canal para relatar su trauma en The Loneliest Runner (1976), la película semiautobiográfica que escribió, produjo y dirigió.

En La familia Ingalls, sin embargo, Landon construyó todo lo contrario a su niñez: una familia sólida, amorosa, resiliente y capaz de superar cualquier adversidad con bondad.

Con control creativo casi total, Landon dio forma a una serie que reflejaba sus valores como adulto: fe, compasión, aceptación, moralidad clara y un heroísmo que rechazaba la violencia. Su interpretación de Charles Ingalls enfatizaba la fuerza y sabiduría, pero también la vulnerabilidad emocional—un modelo paternal totalmente opuesto al que él conoció.

Melissa Sue Anderson explicó que
Melissa Sue Anderson explicó que Michael podía ser exigente y duro en los rodajes, y se debía a la ansiedad con la que creció (NBC)

El reparto infantil en el set lo recuerda con afecto, ya que también fue una figura importante en su formación.

Es una de las personas más divertidas que conocí. Quizá la mejor forma de describirlo. Recuerden que él escribía los guiones, era el productor, era el director y era esta bola de energía, pero también era muy gracioso”, explicó Arngrim este diciembre.

Melissa Gilbert agregó que él era “el quarterback” de la producción: lideraba, organizaba y definía el tono del equipo. Y, pese a su rigor ocasional y exigencia en el rodaje, era generoso. La actriz recordó que cada año narraba el Rose Parade sin cobrar, usando ese dinero para comprar regalos de Navidad a todo el elenco y equipo.

Claro que Michael Landon tampoco era un “ser humano perfecto”, destacó Dean Butler (el actor de Almanzo en la serie). “Pero era un hombre muy completo y rico en diversidad. Entendía cuál era su trabajo y era crear algo que varias generaciones de personas pudieran disfrutar juntas”.