Michael Jackson y la obra maestra de <i>Thriller</i>
La colaboración de Quincy con Michael Jackson comenzó en 1978 en el set de The Wiz, donde Jackson le pidió ayuda para encontrar un productor para su primer álbum solista. Así nació Off the Wall (1979), seguido por Thriller (1982) y Bad (1987), tres de los álbumes más exitosos de Jackson y de la música pop. Ino de los colaboradores de estas canciones, contó a The Guardian, que Thriller fue un proyecto meticuloso, en el cual Quincy y Jackson revisaron más de 800 canciones antes de elegir las nueve finales, lo que subraya su compromiso con la perfección.
Uno de los temas más representativos de Thriller, “Beat It”, incluyó la colaboración de Eddie Van Halen, quien aportó un solo de guitarra que sería fundamental en el estilo de la canción. Según New Sky, Van Halen grabó el solo en una única sesión, añadiendo un toque de rock al álbum que rompió con las barreras de género en el pop. Aunque su colaboración fue un éxito, Jones contó en una entrevista a The Hollywood Reporter que su relación con Jackson se enfrió después de Bad, cuando Jackson comenzó a sentir que él recibía demasiado crédito por sus discos.
La conexión con Frank Sinatra y el jazz
La colaboración entre Quincy Jones y Frank Sinatra comenzó en 1958, en un evento benéfico organizado por la princesa Grace Kelly de Mónaco, donde Jones dirigió la orquesta de Sinatra. Este encuentro fue el inicio de una colaboración que alcanzó su punto máximo en 1964, cuando Sinatra invitó a Quincy a trabajar en el álbum It Might as Well Be Swing junto con Count Basie. Según The Hollywood Reporter, Sinatra le pidió específicamente a Jones que adaptara la canción “Fly Me to the Moon” a un ritmo de 4/4, dándole el estilo de swing que haría de esta versión un clásico.
Quincy y Sinatra desarrollaron una relación cercana que iba más allá de la música. Sinatra apodó a Quincy como “Q” y, al fallecer, le dejó su anillo familiar, un símbolo del profundo vínculo de respeto y amistad que compartían. Colaboradores de estos trabajos relatan a The Guardian cómo Sinatra fue quien abrió puertas para Jones en Hollywood, permitiéndole afianzarse en la industria del entretenimiento y consolidarse como un productor de renombre en un entorno dominado por productores blancos.
Ray Charles: una amistad nacida en el jazz y el blues
Quincy y Ray Charles se conocieron siendo adolescentes, y su amistad se mantuvo hasta el final de la vida de Charles, quien fue una de las influencias más profundas en la vida de Quincy, ya que lo admiraba por su habilidad para superar adversidades y por su enfoque en la música como un lenguaje universal. Ambos trabajaron juntos en varios proyectos, incluido el álbum Genius + Soul = Jazz, que fue producido por Jones y demostró la capacidad de ambos para innovar en el jazz y fusionar géneros. Quincy contó a The Hollywood Reporter que Charles representó un símbolo de resiliencia y talento, y su conexión iba mucho más allá de lo profesional.
Aretha Franklin y el soul en su máxima expresión
Aretha Franklin es otra de las leyendas con las que Quincy trabajó y cuyo talento respetaba profundamente. Quincy y Aretha colaboraron en varias ocasiones, y aunque no siempre fue de manera directa en el estudio, él la consideraba una de las voces más potentes e influyentes del siglo XX. Esta relación de respeto se mantuvo a lo largo de los años, y Quincy ha reconocido en múltiples ocasiones la contribución de Aretha a la música y la importancia de su voz en la historia del soul y el R&B.
La versatilidad y el impacto de Quincy Jones en la industria musical
Stevie Wonder y Paul McCartney son dos artistas legendarios con quienes Quincy colaboró en múltiples ocasiones y de distintas formas. Steve Lukather, guitarrista y miembro de la banda Toto, quien trabajó junto a Jones en Thriller, recuerda en The Guardian cómo Jones tenía una “agenda de músicos de todo tipo”, lo que le permitía elegir siempre a las personas adecuadas para cada proyecto. Así, en uno de estos encuentros de talento, Wonder fue llamado a tocar los teclados en una de las sesiones, algo que Lukather describe como “sorprendente” y memorable para todos los que estaban en la sala.
En cuanto a Paul McCartney, Quincy y él desarrollaron una amistad duradera, la cual se refleja en los recuerdos y fotografías que Jones guarda de McCartney. En una entrevista con The Hollywood Reporter, Quincy cuenta cómo McCartney fue a visitarlo recientemente, y muestra una fotografía de ambos y señala que han sido amigos desde que Paul tenía apenas 21 años. Esta relación representa la habilidad de Jones para mantener amistades y colaboraciones a lo largo de décadas, uniendo a algunos de los más grandes músicos del mundo.