Por qué la venta de soja por parte de los productores cayó más de un 30% en el último mes

Según un informe privado, la inestabilidad económica y pérdida de confianza son factores que inciden en la decisión de los productores al momento de comercializar la cosecha

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Sigue cayendo el nivel de comercialización de soja por parte de los productores.
Sigue cayendo el nivel de comercialización de soja por parte de los productores.

La inestabilidad macroeconómica que enfrenta la Argentina, sumado a las dificultades que la crisis política que se ha generado en el gobierno de Alberto Fernández, provocó un fuerte freno a la venta de soja y al ingreso de divisas claves a través de la comercialización oleaginosa. La estimación realizada por el IERAL – Fundación Mediterránea refiere una reducción de hasta un 32% en los volúmenes comercializados de soja en junio pasado.

“Si se observa un ritmo muy lento de comercialización de soja y una baja relevante en las ventas concretadas en las últimas semanas, esto tiene que ver al menos en parte con la volatilidad macroeconómica, y específica en el tipo de cambio”, expresó el economista jefe del IERAL, Juan Manuel Garzón. Al respecto consignó que luego de concretarse la venta de casi 800 mil toneladas de soja semanales en mayo pasado, se pasó a constatar la venta de sólo 540 mil toneladas en las últimas cinco semanas, es decir en las últimas cuatro semanas de junio de 2022. Lo que implica una caída del 32% intermensual en los volúmenes de soja comercializados.

Según los datos aportados por Garzón en su estudio, refieren que debe notarse que a finales de junio pasado sólo el 27% de la cosecha de soja estaba comercializada, cuando históricamente las ventas se ubican en torno a un porcentaje que ronda el 45% en promedio a la fecha mencionada. Hay que recordar que la campaña anterior de la soja estuvo atravesada por una fuerte sequía que impactó en los niveles de producción, y luego al momento de comercializar la misma a los problemas económicos y financieros, hay otros factores que también incidieron en la toma de decisiones, como las retenciones, el faltante de gasoil, y las medidas de fuerza de los transportistas.

La última campaña de soja estuvo atravesada por la sequía.  (Fernando Calzada)
La última campaña de soja estuvo atravesada por la sequía. (Fernando Calzada)

Desde la Fundación Mediterránea, se sugirió que la merma en el ritmo de venta de los granos oleaginosos cosechados tiene que ver con la actitud asumida por los productores sojeros de mantener sus activos en granos a partir de “lo sucedido en las últimas semanas luego de las turbulencias registradas en los mercados tanto financiero como cambiario”. Además, el economista señaló: “La comercialización es clave para el ingreso de los granos al circuito económico, el nivel de actividad de los sectores productivos vinculados (transporte, comercialización, procesamiento), las arcas del fisco (recauda impuestos), y la economía del país que depende de las divisas del campo para la importación insumos, equipos, bienes finales y servicios varios”.

Expectativas

Al evaluar la tónica de ventas que reportó el mercado granario local durante buena parte de junio pasado, desde el IERAL se expresó que “en el plano de la macro, el tipo de cambio, el precio de la divisa extranjera, es un precio determinante para todos los productores de bienes de exportación, dado que define la condición de intercambio de los mismos respecto de otros bienes de la economía. Así los productos de exportación se valorizan cuando el tipo de cambio se encarece respecto a otros precios de la economía, siendo de esperar que las ventas se demoren bajo un proceso de depreciación cambiaria”.

También se mencionó por ello que “las expectativas de los productores respecto de lo que puede suceder en el futuro son muy relevantes. Las mismas pueden ser sobre factores macroeconómicos, precios internacionales, política comercial sectorial, etc. Si se percibe que alguna de estas variables puede cambiar en próximas semanas, es de esperar que ello influya en la decisión comercial, ya sea para acelerar una venta (en caso que se espere un deterioro de la situación) o para demorarla (en caso que se espere una situación más favorable)”, se consignó desde el IERAL – Fundación Mediterránea.

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