Por menos importaciones y consumo, la energía había aportado USD 2.400 netos al Banco Central antes del frío

La ola polar deteriorará los buenos números que obtuvo la balanza energética durante el primer cuatrimestre. De todos modos, es uno de los sectores que más contribuirá al aumento de reservas de la autoridad monetaria

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La ola de frío que obliga a reabrir la canilla de importaciones energéticas hará mella en el excelente resultado que mostró durante los primeros cuatro meses del año la balanza energética. Entre enero y abril, las exportaciones totales de energía superaron los USD 3.276 millones mientras que las importaciones apenas alcanzaron los USD 860 millones, lo que dejó un saldo positivo de unos USD 2.400 millones que contribuyeron a la recomposición de reservas del Banco Central.

La cifra implicó una mejora contundente respecto de la evolución de este indicador, ya que para la misma fecha el saldo positivo del año pasado rondaba apenas los USD 300 millones. El incremento se produjo a pesar de que cayeron los precios internacionales, cuyo retroceso fue ampliamente compensado por las mayores cantidades exportadas. Así lo indica un informe del Instituto de Análisis Fiscal (IARAF) elaborado por su director, Nadín Argañaraz, en el que se advierte el salto en más de USD 2.700 millones de las ventas al exterior de energía respecto de los USD 574 millones exportados el año pasado durante el mismo período.

“El principal aporte de dólares vino por el lado del ahorro generado por las menores importaciones. Por el menor precio de la energía importada, se ahorraron USD 17 millones y por la menor cantidad de energía importada el ahorro fue de USD 1.585 millones. La suma da la cifra de USD 1.602 millones. En materia de exportaciones, las mayores cantidades exportadas compensaron el menor precio, siendo positivo el efecto sobre la balanza de dólares en USD 574 millones”, detalló el IARAF. De hecho, según el último dato del intercambio comercial del INDEC, la exportación de combustibles y energía creció un 44% interanual en abril.

Claro que las condiciones climáticas de las últimas semanas, que obligaron al Gobierno a habilitar una mayor importación de gas podría deteriorar el buen resultado de la balanza energética. La anticipación del invierno con una adelantada ola polar poco habitual para mayo determinó un altos picos en la demanda de energía en los hogares, lo que llevó no sólo a que desde el ENARGAS se planificara una estrategia de cortes de suministros en estaciones de GNC y empresas con contratos “interrumpibles” sino que también se dispuso una mayor compra de energía.

Según trascendió, con el fin de evitar un mayor desabastecimiento, la Secretaría de Energía instruyó a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa) a importar nuevos cargamentos de fueloil y gasoil, una compra cuyo costo se estimó en torno a los USD 500 millones.

(Fuente)
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Más allá de esta compra, las estimaciones de consultoras especializadas indican que este año el país podría obtener un superávit en la balanza energética de USD 4.000 millones, tras cerrar el año pasado con saldo neutro. De esa cifra, el Gobierno ya acumuló más de la mitad aunque ahora es el momento de transitar el período de mayores importaciones dadas las bajas temperaturas por delante hasta el fin del invierno.

De hecho, la proyecciones iniciales indicaban que las necesidades de importación de energía totalizarían este año, según la consultora Economía&Energía, unos USD 4.800 millones, cifra que podría verse abultada por la temprana ola polar. Existe la posibilidad, de todos modos, que el factor precios modere ese desvío.

Por ejemplo, hasta el momento, “al descomponer la variación de la balanza de dólares de la energía, se tiene que el efecto precio generó una caída de USD 70 millones y el efecto cantidades una suba de USD 2.246 millones” se explicó en el informe del instituto fiscal, que advirtió: “Cada uno de los meses de 2024 tuvo un saldo positivo, siendo clave que se consoliden los flujos mensuales hacia delante”.