La llegada del Covid-19 generó cambios que según los expertos permanecerán por mucho tiempo en la manera de diseñar y edificar las viviendas. Algunos, como el concepto abierto y la conexión con el exterior, predominaban entre las preferencias de la gente, pero ahora se afianzaron con más impulso.
Germán Hauser, director de Hauser Oficina de Arquitectura, dijo a Infobae, que, “la pandemia expuso lo imprescindible que es el espacio público en las ciudades y la importancia de la calidad de los espacios domésticos que habitamos. Generó una toma de conciencia del tiempo que consumimos y del potencial de la tecnología que disponemos. Su irrupción está acelerando procesos, y promovió un debate muy rico entre profesionales, funcionarios y la sociedad en general”.
Hay varios cambios en la forma de construir y habitar una propiedad, hoy la demanda se inclina por la presencia excluyente de espacios verdes o exteriores, ambientes más amplios en el interior, sectores pensados para teletrabajar, lugares destinados a la actividad física y sectores flexibles o multiuso.
“La pandemia expuso lo imprescindible que es el espacio público en las ciudades y la importancia de los lugares del hogar. Generó la toma de conciencia del tiempo que consumimos y de la tecnología que usamos” (Hauser)
“Estos nuevos usos dentro de las viviendas implican el surgimiento de una necesidad de multiplicidad espacial que permita, simultáneamente, recibir clases virtuales, tener una reunión mediante una videollamada y realizar actividades lúdicas, por poner un ejemplo, sin interferir unos con otros”, argumentó a Infobae Javier Rojals Alentórn, director de Dínamo Arquitectura y co fundador de Grupo MIL.
Son siete los cambios detectados y en cuanto a costos, el valor del m2 para reformar áreas oscila en los USD 450, y si se edifica una vivienda con la disposición de sectores integrados y más flexibles, el valor del m2 se acerca a los 900 dólares.
1. Home office
La pandemia llevó a que muchas actividades se tengan que desarrollar de forma remota. Esta situación extrema con el paso del tiempo fue encontrando su punto de equilibrio. Muchas personas y organizaciones sostienen sus actividades intercambiando presencialidad y trabajo a distancia. Sin duda esto abre la pregunta respecto a cómo se trabaja en el lugar donde se vive.
Cuando el home office convive con otras actividades domésticas se debe generar un ámbito acorde a la actividad que cada uno desarrolle, y para ello deben diseñarse unidades que dispongan de los sectores que permitan esta opción. “En varios proyectos hemos trabajado con el concepto de espacios integrables por medio de paneles corredizos. Buscando dar versatilidad, para brindar privacidad”, contó Hauser.
Según los entrevistados, las familias jóvenes lideran la movida de adaptarse a los nuevos cambios edilicios. En ese rango por su conciencia ambiental. Hay una preferencia explícita por armar hogares que cumplan con los requisitos de la casa que se promovió en pandemia. Por lo tanto, hubo que apoyarse en la adaptabilidad de los espacios, donde varias áreas principales de la vivienda debieron transformarse para alojar a distintos tipos de usos durante el día (clases, reuniones laborales, charlas privadas).
Angie Dub del estudio DUB Arquitectura+Sustentabilidad, y profesora coordinadora de la Maestría en Sustentabilidad de la FADU-UBA, explicó a Infobae, que, “para brindar soluciones hay que lograr la calidad espacial y sus atributos de acústica, calidez y flexibilidad: los espacios privados dentro de una vivienda volvieron a recuperar importancia al llevar la vida laboral y de educación”.
“Los espacios privados dentro de una vivienda volvieron a recuperar importancia al llevar la vida laboral y de educación”
En varios hogares se han agregado ambientes (arriba del techo o en el fondo, si el terreno lo permite) y muchas familias apelaron a sumar áreas anexas a través de construcciones que demandaron inversiones que superaron los USD 700 por m2, tanto en steel frame, madera o ladrillos. Expansiones que se transformaron en oficinas, salas de estudio, gimnasio, entre otras prestaciones.
2. El valor del espacio exterior
Siempre existió el debate en los ámbitos inmobiliarios respecto a la ponderación de los espacios semicubiertos y descubiertos. Hauser, sostuvo, que, “esa situación, en parte gracias a la pandemia, ya no tiene lugar. Hoy un espacio pensado como vivienda permanente no se puede concebir sin una superficie exterior generosa y que permita realizar allí algún tipo de actividad y nos ponga en contacto con la naturaleza. Esto abre la puerta a la integración de vegetación con la propia arquitectura”.
3. Aventanamientos
La tendencia actual lleva a buscar que los espacios en la vivienda sean muy ventilados. Rojals, destacó: “Ahora los clientes manejan conceptos como la ventilación cruzada, algo que, en su gran mayoría, no se daba antes de la pandemia. Los espacios exteriores se transformaron en una necesidad casi fundamental a la hora de pensar en una vivienda pero no debemos perder de vista que hay un gran número de inmuebles que no están preparados para una modificación que les permita ganar los tan ansiados espacios verdes. Es por ello que, en estos casos, los sistemas de filtración de aire y agua irán ganando cada vez más importancia. A estos requerimientos hay que compatibilizarlos con la reformulación de espacios poco aprovechados como lavaderos, despensas, alacenas o bibliotecas”.
“A los requerimientos de ganar espacios exteriores hay que compatibilizarlos con la reformulación de ambientes poco aprovechados como lavaderos, despensas, alacenas o bibliotecas” (Rojals)
Ampliar aberturas es fundamental para mejorar la iluminación natural y la ventilación cruzada, prestando atención a la orientación para no generar pérdidas o ganancias excesivas de calor, que genera mucho impacto en el consumo energético de una vivienda.
Angie Dub, sostuvo, que, “todos nos volvimos más conscientes sobre eficiencia y consumo energético, durante la parte dura de la cuarentena estando en nuestras casas, de cuánto utilizamos de gas, electricidad, agua y otros servicios. Cómo también se revalorizaron jardines o terrazas y los espacios de transición (galerías, pérgolas y balcones). Tener un lugar donde estar en contacto con la naturaleza y con el clima exterior, sea mirando el cielo o sentado en el pasto, volvió a cobrar sentido”.
4. La cocina
Reformular el lugar en donde se preparan y se cocinan los alimentos tiene un costo cercano a $600.000. Las tendencias involucran usar islas o penínsulas (si son casas) o las barras y sus distintos tipos, si son departamentos. Como novedad, la grifería de color negro es lo más demandado.
“Todos nos volvimos más conscientes sobre eficiencia y consumo energético” (Dub)
“Durante la pandemia muchos nos encontramos buscando recetas y aprendiendo a cocinar. A esta situación que en muchos casos implica un cambio de hábito permanente, se suma a una toma de conciencia sobre todo de los millenials y adultos respecto de la alimentación. En este sentido, los profesionales debemos trabajar para redefinir bien cómo distribuir el lugar para cocinar”, dijo Hauser.
5. Integración de ambientes
Sólo los baños por el momento, son el ambiente que no se integra con el resto. En cambio, tienden a unificarse la cocina, comedor y living. El ingreso a la vivienda también volvió a tomar especial importancia, teniendo que cumplir otro tipo de necesidades en relación a la salubridad, “funcionando como mud rooms o espacios para dejar la ropa que traemos del exterior, barbijos, entre otros”, detalló Dub.
En las viviendas nuevas, se ubica un sector que actúa de entrada acondicionada para el cambio de calzado y de ropa del exterior al interior. Es útil sobre todo en casas de campo o países donde hay mucho contraste entre la temperatura exterior y la interior.
Germán Hauser, detalló: “Recientemente desarrollamos una tipología de 3 ambientes fraccionable en 2 unidades, y una de 2 ambientes y monoambiente. Cuentan con un ambiente extra que por su ubicación en la unidad funcional, puede tener acceso independiente permitiendo ser no solo un ámbito de trabajo aislado, sino incluso con la posibilidad de recibir gente sin invadir el resto. Está pensada no solo para personas que trabajan en sus casas sino también, como una posibilidad de alquilar una fracción de la unidad a un tercero cuando ese sector no es utilizado”.
Por otro lado, el uso de paneles corredizos o plegadizos permite integrar o separar espacios. Este tipo de transformación por medio de dispositivos móviles no solo potencia el uso de las superficies sino que aumentan la luminosidad y favorecen la circulación de aire.
6. Espacios comunitarios
En los edificios también se han generado cambios y deben entenderse las áreas comunes como sectores de socialización. “La secuencia auto-palier privado-departamento, nos priva de la posibilidad de extender la vida urbana dentro de los edificios. Las circulaciones amplias aportan riqueza y favorecen el intercambio entre vecinos de un modo de transición entre lo netamente público y lo privado. Los usos compartidos (amenities) fueron evolucionando, ya no se trata de dotar a los edificios de un espacio para realizar reuniones sociales. Por lo tanto, las áreas de coworking, bibliotecas, pequeñas salas de reuniones, sectores de juegos, jardines, son algunos ejemplos de lo que no puede faltar en un edificio”, detalló Hauser.
7. Incorporar artefactos que optimicen gastos
Los expertos, sostienen que por la pandemia y al estar más tiempo en el hogar, es recomendable incorporar el uso de artefactos de iluminación eficientes (existe una amplia variedad para diferentes tipos de presupuestos). También sumar accesorios de doble descarga en los baños y de eficiencia en el uso del agua”, contó Angie Dub.
En las reformas actuales hay una gran incidencia del rubro carpintería el cual permite, mediante la incorporación de muebles diseñados para usos específicos, mejorar considerablemente el aprovechamiento y uso de los espacios de la casa.
Los modelos globales de vivienda han generado una gran distancia entre los usuarios y el espacio que habitan. “Independientemente de la edad, todos estamos dando nuestros primeros pasos en ésta nueva realidad por lo que el re descubrimiento y re significación del hogar, entiendo, es transversal a todas las generaciones”, resaltó Javier Rojals.
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