Como sucede todos los años durante el verano, 20.000 trabajadores temporarios se desplazarán desde distintas provincias del norte hacia el Alto Valle de Río Negro para trabajar en la temporada de cosecha de peras y manzanas.
Según indicaron fuentes del gobierno de Río Negro, el operativo de llegada de los denominados trabajadores “golondrinas” se realizará bajo estrictos protocolos sanitarios, definidos en el contexto de la pandemia de covid-19.
La primera tanda de obreros llegó la semana pasada al Alto Valle, un corredor de 100 kilómetros que es atravesado por la Ruta Nacional 22. Cabe destacar que la cosecha de peras y manzanas se concentra en un alto porcentaje en las ciudades rionegrinas de Villa Regina, Roca, Allen y Cipolletti.
Río Negro tuvo su prueba piloto en la aplicación de los protocolos sanitarios para la producción, en noviembre de 2020, durante la cosecha de cerezas
Según indicó la subsecretaria de Trabajo de la provincia de Río Negro, Natalia Reynoso, unos 200 colectivos traerán los primeros 10.000 trabajadores para la temporada de cosecha. En ese contexto, destacó que “se trabajará con los protocolos que se implementan a nivel nacional a través del Consejo Federal de Trabajo en el que Río Negro fue cabeza al generar el primer protocolo para el trabajo rural migrante”.
Río Negro tuvo su prueba piloto en la aplicación de los protocolos sanitarios para la producción en noviembre, durante la cosecha de cerezas. Allí trabajaron 2.500 trabajadores en la zona de Chimpay, en Valle medio y a 100 kilómetros de General Roca.
Cómo será el protocolo para la cosecha
La seguridad sanitaria durante la temporada, que habitualmente se extiende hasta marzo, contempla que para la cosecha de peras y manzanas los trabajadores deben ser trasladados en colectivos habilitados a nivel nacional, con contrato de trabajo y contar con un hisopado negativo para covid-19 o PCR. De lo contrario, no podrán ingresar a Río Negro.
Asimismo, en todas las líneas de frontera de ingreso a la provincia, los empleados policiales de los puestos camineros serán los encargados del primer control de documentación y autorizaciones expedidas por las provincias de origen, así como los permisos de la ciudad de destino. De acuerdo a lo informado oficialmente, al llegar a la ciudad en la que se instalarán durante la temporada, los trabajadores tendrán que realizar un aislamiento de siete días, periodo en el que serán asistidos con todo lo necesario para que puedan cumplirlo.
“Podrán ingresar trabajadores y trabajadoras sin distinción de género, pero sin la familia. Esto provocó alguna cuestión de resistencia, pero tiene que ver con el cuidado y las posibilidades concretas habitacionales y puntualmente con los contagios”, explicó la subsecretaria de Trabajo de la provincia de Río Negro.
Al llegar a la ciudad en la que se instalarán durante la temporada, los trabajadores tendrán que realizar un aislamiento de siete días, periodo en el que serán asistidos con todo lo necesario para que puedan cumplirlo
En tanto, a partir de un convenio firmado entre los gobiernos de Río Negro y Tucumán, se adoptó la modalidad de test aleatorios a los trabajadores migrantes, tanto al momento de su partida como a la llegada.
En ese sentido, se estableció que dichos análisis se realizarán a un piso del 30% del grupo de trabajadores. La medida alcanza a aquellos trabajadores tucumanos que se movilicen en los transportes contratados por el gobierno de esa provincia para ser trasladados a Río Negro en forma gratuita.
La subsecretaria de Trabajo resaltó además que, para la puesta en marcha de la temporada durante la pandemia, fue fundamental el trabajo articulado con los Intendentes del Alto Valle y Valle Medio, las cámaras locales de productores y la federación que los nuclea, la Cámara Argentina de Productores Integrados (CAFI) y los gremios. “Todas las medidas son consensuadas, un trabajo interprovincial de forma recíproca, pero fundamentalmente respetando lo sanitario a nivel local, que es lo que va a determinar los distintos requisitos”, finalizó la Reynoso.
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