El presidente del Banco Mundial aseguró que la recesión en América Latina será la peor en 120 años

David Malpass, afirmó que "la contracción del PBI para la región superará el 7% este año, peor que cualquier crisis del siglo pasado, incluida la Gran Depresión, la crisis de deuda de los años ochenta y la financiera global de 2008-2009"

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Al exponer en una conferencia por Internet organizada por el Consejo de las Américas, Malpass dijo que “la caída en las exportaciones de productos básicos, basada en un desplome de la demanda en economías avanzadas, junto con el colapso del turismo, está afectando a la región. REUTERS/Florence Lo - RC2DFD9IW646/File Photo
Al exponer en una conferencia por Internet organizada por el Consejo de las Américas, Malpass dijo que “la caída en las exportaciones de productos básicos, basada en un desplome de la demanda en economías avanzadas, junto con el colapso del turismo, está afectando a la región. REUTERS/Florence Lo - RC2DFD9IW646/File Photo

El Banco Mundial (BM) estimó que la recesión en América Latina y el Caribe será la peor desde que inició el registro de datos confiables en 1901, retrasando así el progreso en la lucha contra la desigualdad y la pobreza.

El presidente del Banco Mundial, David Malpass, afirmó que “la contracción del PBI para la región superará el 7% este año, peor que cualquier crisis del siglo pasado, incluida la Gran Depresión, la crisis de deuda de los años ochenta y la financiera global de 2008-2009”, según informó la agencia Bloomberg.

El índice de pobreza, que había estado cayendo desde principios de la década de 2000, subirá significativamente a medida que decenas de millones de personas pierden sus empleos

Al exponer en una conferencia por internet organizada por el Consejo de las Américas, Malpass dijo que “la caída en las exportaciones de productos básicos, basada en un desplome de la demanda en economías avanzadas, junto con el colapso del turismo, está afectando a la región”.

Esto -agregó el presidente del Banco Mundial- afecta de manera más fuerte a las poblaciones pobres y vulnerables con enfermedades, pérdidas de empleo e ingresos, interrupciones en el suministro de alimentos, cierres de escuelas y menores flujos de remesas”.

No hay que perder de vista que la pandemia del coronavirus -detectado a finales de 2019 en China- ya dejó más de 500.000 muertos. En ese marco, para frenar el contagio y tratar de evitar un desborde de los sistemas de salud, numerosos países decretaron un confinamiento que tuvo efectos severos en la economía.

Las economías de la región se verán diferentes después de la pandemia, y las naciones necesitan sistemas legales que permitan la reestructuración cuando hay fallas comerciales para que el capital pueda fluir desde las viejas industrias hacia las nuevas

Malpass también puntualizó que “el índice de pobreza, que había estado cayendo desde principios de la década de 2000, subirá significativamente a medida que decenas de millones de personas pierden sus empleos”.

El directivo señaló que "el Banco Mundial ayuda a más de 100 países en todo el mundo a enfrentar la crisis de salud y trabaja con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo para brindar apoyo a América Latina".

El Banco estimó que este golpe va a ser más fuerte donde la pandemia ha sido más severa y en los lugares que dependen más fuertemente del comercio global, el turismo, las exportaciones y el financiamiento exterior

El jefe del Banco Mundial remarcó que “las economías de la región se verán diferentes después de la pandemia, y las naciones necesitan sistemas legales que permitan la reestructuración cuando hay fallas comerciales para que el capital pueda fluir desde las viejas industrias hacia las nuevas”.

“Los países -también deberían considerar el período actual de bajos precios del petróleo y el gas natural como una oportunidad para deshacerse de los costosos sistemas de subsidios”, aseguró.

El Banco estimó que este golpe va a ser más fuerte donde la pandemia ha sido más severa y en los lugares que dependen más fuertemente del comercio global, el turismo, las exportaciones y el financiamiento exterior.

La institución con sede en Washington ya desembolsó más de 160.000 millones de dólares a un centenar de países para que pudieran atender la emergencia en el marco de la pandemia de coronavirus, pero la amplitud de la crisis obligará a las naciones en desarrollo a repensar la estructura de sus economías.

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