Una nueva ronda de colocación de deuda de empresas suma opciones para el apetito de los inversores

El escenario de excedente de pesos en el mercado de dinero incentiva a las compañías a emitir títulos atractivos para los ahorristas minoristas

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Las empresas lanzan Obligaciones Negociables con cláusula ajustable por las tasas de interés y por el dólar mayorista (Reuters)
Las empresas lanzan Obligaciones Negociables con cláusula ajustable por las tasas de interés y por el dólar mayorista (Reuters)

Tal como sucedió a fines de 2019 y primeros meses del actual, las empresas vuelven a financiarse en el mercado de capitales local. No es ilógico. Las compañías se apoyan en el contexto de alta liquidez y la necesidad de los inversores de aplicarla en un marco en donde las opciones no sobran –incluso los Fondos Comunes de Inversión que debieron de forma obligada rearmar las estrategias de algunos de sus principales portafolios se han vuelto fuertes demandantes de estas colocaciones-.

De hecho, la sobredemanda de los inversores les permitió incluso terminar captando muchos más pesos de lo inicialmente ofertado, y a tasas atractivas. Más concretamente, en promedio, las órdenes de compra fueron de entre 2 y 4 veces mayores a lo que la empresa anunciaba antes de la colocación.

En cuanto a los instrumentos elegidos para salir al mercado, el combo básicamente apunto a deuda en pesos ajustable por Badlar y Dólar Linked. Estos últimos alineados con el interés creciente de mantener cierta cobertura ante una potencial aceleración de la devaluación del tipo de cambio oficial, en un contexto donde la brecha se encuentra cerca de máximos.

El interés de la demanda determinó que, en promedio, las órdenes de compra fueran de entre 2 y 4 veces mayores a lo que la empresa anunciaba antes de la colocación de deuda

Actualmente la devaluación implícita en la curva de Rofex se ubica en niveles en torno al 40% a 45% anual en la mayoría de los plazos, manteniéndose en las últimas semanas, a pesar de la brecha creciente. Como referencia, el viernes el mercado cerró con una brecha entre el tipo de cambio oficial con el dólar Bolsa y el contado con liquidación del orden del 66% a 67%, aunque llegó hace poco a marcar máximos de 85 por ciento.

Mientras que la tasa Badlar –y luego de las últimas regulaciones del BCRA - se ubica en niveles del 26,6% anual a 30 días. Puntualmente, y en la búsqueda de generar tasas más atractiva y ofrecer un retorno real positivo, el Banco Central extendió la obligación de un piso para los plazos fijos del orden del 70% de la Leliq (hoy en el 38% anual).

Una combinación de estos dos ajustes, sin ir más lejos, fue lo elegido entre otras empresas por Pan American Energy (PAE), YPF, Irsa y Genneia en los últimos 10 días. Si bien la tasa convalidada varió de acuerdo con el riesgo de cada sector y la compañía en cuestión, la realidad es que en todos los casos los resultados se pueden catalogar como exitosos.

Las colocaciones Badlar –que no exceden, en general, el año de plazo- fueron en su mayoría a un margen sobre la tasa de referencia de 5% a 6% anual, mientras que las Dólar Linked reflejaron una con mayor dispersión con tasas internas de retorno de entre el 0% y 7,5% anual. Lo que sí se observó que estas son emisiones más largas: de entre 1 y 2 años.

Las colocaciones Badlar –que no exceden, en general, el año de plazo- fueron en su mayoría a un margen sobre la tasa de referencia de 5% a 6% anual

En la semana que comienza, se espera que nuevas compañías salgan al mercado, y muy posiblemente con estos mismos instrumentos. La demanda por ahora está, y la aprovecharán para buscar pesos y refinanciar sus pasivos. Desde el lado del inversor, el interés está en buscar opciones interesantes para los pesos (dentro de un mercado de dólares con un cepo cada vez más ajustado) y diversificar la posición del riesgo soberano.

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Lo que es importante es recordar que la liquidez en el mercado secundario de estas emisiones (en especial, de corto plazo) es muy acotada por el momento, lo que puede empujar al inversor a la necesidad de mantenerse a finish –al vencimiento-; o de lo contrario, la necesidad de validar un descuento importante.

La liquidez en el mercado secundario de estas emisiones (en especial, de corto plazo) es muy acotada por el momento, lo que puede empujar al inversor a la necesidad de mantenerse a finish, al vencimiento (Reuters)
La liquidez en el mercado secundario de estas emisiones (en especial, de corto plazo) es muy acotada por el momento, lo que puede empujar al inversor a la necesidad de mantenerse a finish, al vencimiento (Reuters)

Por su parte, el Tesoro sigue también con su estrategia de refinanciar los vencimientos en pesos dentro del mercado local, mientras intenta –bajo una nueva prórroga- reestructura la deuda en dólares. De hecho, este martes saldrá a buscar pesos mediante una combinación de Letras de corto plazo –la más larga vence el 13 de octubre- y la reapertura nuevamente del Boncer 2022.

En tanto, también las provincias buscan seguir el mismo camino. Esta semana hubo licitaciones de Letras de Chaco y Ciudad de Buenos Aires, y la semana que viene ya está agendadas letras de la Provincia de Buenos Aires. Hay que recordar que el gobernador Axel Kicillof se encuentra también en proceso de reestructuración de su deuda en dólares, que tiene luego de la mínima aceptación obtenida, una nueva fecha de vencimiento el 26 próximo.

El autor es analista de PPI, Portfolio Personal Inversiones

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