El Banco Central prohíbe a los bancos tomar dividendos hasta junio y les libera $350.000 millones para que otorguen créditos blandos

Lo decidió ante las restricciones en el comercio y la producción por las medidas para detener la expansión del coronavirus. La autoridad monetaria. Busca que el sistema financiero preste a las pymes al 24%

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Foto de archivo.  Fachada del edificio principal del Banco Central de Argentina en Buenos Aires. Oct 16, 2013.  REUTERS/Enrique Marcarian
Foto de archivo. Fachada del edificio principal del Banco Central de Argentina en Buenos Aires. Oct 16, 2013. REUTERS/Enrique Marcarian

Tal como adelantó Infobae, el Banco Central liberó encajes para destinarlos a préstamos a tasas moderadas para pymes. También decidió poner nuevos topes a la posición de Letras de Liquidez (Leliq) de los bancos. De esa manera, liberó unos $350.000 millones para que sean utilizados en créditos blandos a empresas y familias, ante las restricciones en el comercio y la producción por las medidas para detener la expansión del coronavirus.

Asimismo, para forzar a las entidades a colocar sus excedentes, suspendió hasta el próximo 30 de junio la posibilidad de que distribuyan utilidades. la medida se tomó “para sostener la capacidad prestable” del sistema, según explicó el BCRA en un comunicado.

También habilitó a que, hasta septiembre de 2020, se añadan 60 días de plazo para cada categoría de deudor.

"Estas medidas apuntan a que el sistema financiero pueda dar más apoyo tanto a empresas como a particulares y a que no se resienta la cadena de pagos en los próximos meses", informó la autoridad monetaria.

El Central habilitó a que, hasta septiembre de 2020, se añadan 60 días de plazo para cada categoría de deudor y, para sostener la capacidad prestable, se suspenda hasta el 30 de julio la posibilidad de distribución de resultados por parte de las entidades financieras

Según lo dispuesto por el Central, a partir de los próximos días los bancos ofrecerán créditos para financiar capital de trabajo de pequeñas y medianas empresas, con una tasa fija máxima del 24% anual.

Los créditos aplicarán para actividades consideradas prioritarias como producción de alimentos, insumos médicos, higiene personal y tecnología, aunque también habrá líneas para capital de trabajo.

Asimismo, para aumentar su capacidad prestable, el Banco Central estableció que “las entidades deberán desprenderse de una parte de su posición en Leliq (Letras de Liquidez)” y que también “reducirá el monto de sus encajes, incrementándose aún más la disponibilidad de recursos para financiamiento”.

“La medida en su conjunto, sumando la baja de tenencia de Leliq en poder de las entidades y la liberación de encajes, genera un volumen de crédito para apoyo a este sector de más del 50% del financiamiento bancario actual”, informó la entidad que preside Miguel Pesce.

Miguel Pesce, titular del Banco Central. Foto: María Amasanti/Bloomberg
Miguel Pesce, titular del Banco Central. Foto: María Amasanti/Bloomberg

Adicionalmente, la autoridad monetaria incrementó la liberación de encajes para financiar el programa Ahora 12 y se dispuso la flexibilización, de manera provisoria, de los parámetros con los que son clasificados los deudores bancarios.

"El sistema de clasificación vigente tiene en cuenta, entre otras variables, la cantidad de días de mora de cada deudor. Desde hoy y hasta septiembre de 2020, a la clasificación de cada deudor se le añadirán 60 días de plazo para cada categoría, permitiendo contemplar las dificultades ocasionadas por la crisis en diversas ramas de la actividad económica", sostuvo el Central.

Cabe recordar que los lineamientos centrales de la nueva política de créditos habían sido adelantados por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien dijo este martes en conferencia de prensa que el objetivo es evitar el colapso de la cadena de producción y una caída en el empleo.

“La idea es que las empresas puedan, a partir de esta regulación, financiar con los bancos tanto el capital de trabajo que necesitan para producir más como para sostener situaciones más complejas”, dijo el ministro.

Desde hoy y hasta septiembre de 2020, a la clasificación de cada deudor se le añadirán 60 días de plazo para cada categoría, permitiendo contemplar las dificultades ocasionadas por la crisis en diversas ramas de la actividad económica

"Hay muchas actividades que sufren en este contexto de reducciones a la movilidad y cuarentena", admitió Kulfas durante la conferencia, pero dijo que el Gobierno espera que "este parate sea lo más acotado en el tiempo".

No hay que perder de vista que durante los últimos días, bancos centrales de todo el mundo dispusieron rebajas de sus tasas de interés, algunos hasta el 0%, y la compra de títulos públicos y privados para evitar que el derrumbe de la actividad obligue al cierre masivo de empresas y afecte a las deudas soberanas.

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