Las fábricas argentinas en alerta ante la falta de insumos importados por el avance del coronavirus

Buena parte de la producción depende de importaciones provenientes de países cuyas fábricas están cerradas. Las automotrices y las tecnológicas que tienen en China a sus proveedores, más complicadas

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Algunas plantas en Tierra del Fuego implementaron suspensiones puntuales por la falta de insumos
Algunas plantas en Tierra del Fuego implementaron suspensiones puntuales por la falta de insumos

El coronavirus comenzó a provocar una caída en los insumos importados que afecta a buena parte de la producción en la Argentina.

El campo con los insumos, la industria con las piezas, los servicios con el hardware están atravesados por un componente fabricado en el exterior. Y buena parte de estos componentes se fabrican en China, que fue el epicentro del coronavirus y que tiene gran parte de su producción paralizada; lo mismo sucede con Brasil y con México, dos países que ya comenzaron a analizar y a avisar a sus socios locales que comiencen a repensar sus estrategias de stock para contener la caída.

China, Brasil y México proveen a las automtroces locales. En China las fábricas están cerradas, en Brasil y México ya comenzaron a hacerlo
China, Brasil y México proveen a las automtroces locales. En China las fábricas están cerradas, en Brasil y México ya comenzaron a hacerlo

Hay un monitoreo ajustado porque hay piezas que vienen de países con fábricas cerradas por el coronavirus, como por ejemplo todo lo que viene de China”, explicaron a Infobae desde una automotriz. “Los proveedores no están trabajando, tienen sus fábricas cerradas y hoy no hay faltante pero lo estamos previendo. Hay stocks de incluso un mes para algunas piezas, pero son temas puntuales porque, obviamente, el plan original es no tener stocks abultados, por el costo financiero”, agregó la fuente del mundo automotriz.

Aunque cada terminal tiene su propio plan de negocio, hay algo que la mayoría de las industrias comparten y es trabajar según el modelo just in time en donde los stocks se reducen hasta lo más cercano a cero. Pero la pandemia se extiende en todos los países en donde las automotrices que operan en la Argentina tiene a sus proveedores. “No sólo China dejó de producir, Brasil ya alertó de que tiene líneas paradas e igual que México. La mayoría trabaja con just in time, seguro que se cambió el stock pero el escenario es complejo”, explicaron desde una segunda terminal automotriz.

Esto podría ser una especie de tiro de gracia para un sector que viene acumulando caídas en la producción. Según la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), la producción automotriz se derrumbó un 20% interanual en febrero.

El paso del coronavirus no sólo afectará las exportaciones sino que está empezando a quebrar los stocks de insumos de las plantas argentinas
El paso del coronavirus no sólo afectará las exportaciones sino que está empezando a quebrar los stocks de insumos de las plantas argentinas

“Estamos midiendo sólo el impacto exportador pero vamos a tener problemas por las importaciones. Sólo de China la Argentina importa al año USD 10.000 millones en piezas, químicos y partes que, si no quiebran los stocks, los desabastecen profundizando aún más la recesión. Esto no sólo va a pasar porque están cerradas las fábricas, sino porque también están paralizados los puertos, lo que paraliza las redes logísticas”, explicó el consultor en economía y negocios internacionales Marcelo Elizondo.

“La Argentina no es un país que importe demasiado, son alrededor de 16% o 17% del PBI, pero de todo lo que importa el 80% son bienes que se utilizan para la producción”, agrega Elizondo. “Hay bienes intermedios, insumos que son necesarios para la producción, bienes de capital, piezas y partes para armado y reposición de bienes de capital, energía, que dos tercios de la energía es para la producción, por lo que es un país en el que las importaciones son dirigidas a la producción. La interrupción de esto afectará a la producción”, sentenció.

El impacto del COVID-19 en el mercado global excede a cualquier sector de la economía. La relevancia de China como socio comercial internacional hace que todas las industrias estén afectadas, en alguna medida, en sus esquemas productivos. Según datos de GFK, en el último mes el mercado de distribución global cayó un 5%.

Pero la Argentina no sólo importa piezas para la fabricación de 0 km o motos, sino que buena parte de los teléfonos y electrodomésticos que salen de la isla de Tierra del Fuego hacia el continente tiene en sus entrañas piezas importadas de países en donde el virus es de alta rotación y en donde la cuarentena es estricta. Así, por ejemplo, de China –que concentra el 18% de las importaciones argentinas– llegan circuitos impresos montados para teléfonos, teléfonos celulares, aparatos eléctricos, repuestos y accesorios para telefonía, receptores de radiotelefonía, radiodifusión, televisión, proyectores y videomonitores, Glifosato (herbicida de baja toxicidad) y su sal, maquinaria, productos químicos, computadoras, juguetes, aires acondicionados, hasta tornillos, pernos, tuercas se compran en el país asiático.

El glifosato que consume el campo argentino se importa de China, donde las plantas de producción están cerradas
El glifosato que consume el campo argentino se importa de China, donde las plantas de producción están cerradas

La industria electrónica argentina también está sintiendo el impacto de esta problemática global, pero no con un comportamiento sectorial uniforme. Cada empresa está gestionando sus niveles de stock, sus vínculos comerciales y sus estrategias productivas intentando adaptarse a las condiciones complejas del contexto. Los efectos concretos de este fenómeno son dinámicos y su dimensión está en constante evaluación.

Las plantas que fabrican y ensamblan electrodomésticos, celulares, aire acondicionado, están trabajando “con suspensiones porque no hay insumos”. Aunque señalan que “son medidas puntuales”, fuentes del sector explicaron que “si esto se mantiene en el tiempo, será complicado”.

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