El FMI nombró al economista venezolano Luis Cubeddu como nuevo jefe de la misión para la Argentina

Reemplazará al italiano Roberto Cardarelli, uno de los responsables del acuerdo firmado con el gobierno de Macri

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Luis Cubeddu
Luis Cubeddu

Un nuevo economista estará a cargo de relación técnica entre el FMI y la Argentina en reemplazo del italiano Roberto Cardarelli. Se trata del venezolano Luis Cubeddu, quien ya representó al Fondo en el país en 2002, tiene más de 20 años de experiencia en el organismo y está casado con una argentina –que vive en EEUU desde que tiene 10 años y es hija de un médico que ejerció en San Diego. Ella trabaja en la OEA y tiene tres hijos. El economista, de 53 años, desembarcó hace 17 en Buenos Aires cuando el Fondo penalizó a Claudio Loser y a su equipo por considerar que habían sido demasiado “blandos” con la Argentina y lo reemplazó por el temible auditor indio Anoop Singh.

“Es parte de la rotación de rutina del personal senior del FMI y aprovechando la transición en Argentina la gerencia del FMI nombró a Luis como nuevo jefe de misión”, explicaron a Infobae voceros del Fondo desde Washington.

La salida de Cardarelli, que reporta al auditor regional Alejandro Werner, es parte de los cambios que propone la nueva directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, luego del fracaso del programa firmado con el gobierno de Mauricio Macri. Habrá que ver si el ingreso de Cubeddu implica un mayor endurecimiento por parte de Washington en la antesala de la renegociación del mencionado acuerdo.

Roberto Cardarelli
Roberto Cardarelli

Según el sitio del FMI, Cubeddu es subdirector en el Departamento de Investigación del FMI, donde actualmente preside Departamento de enlace con el G20. Antes de ocupar este puesto, fue jefe de la División de Macroeconomía de Economía Abierta, donde dirigió la producción del Informe anual del Sector Externo. También ocupó altos cargos en otros departamentos del FMI, en el análisis de economías emergentes. Antes llegar al Fondo, fue profesor asistente en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, ​​España. Recibió su doctorado en Economía de la Universidad de Pennsylvania.

El nuevo jefe de misión es hincha del Barcelona, buen jugador de fútbol y fue miembro del equipo del FMI que compite contra otros organismos. Pero últimamente está dejando el fútbol por el running: es conocido por correr por las calles y parques de DC en la hora del almuerzo.

En Argentina

Cubeddu estuvo sólo dos años como representante del Fondo ante el país, desde septiembre del 2002; en 2003 John Dodsworth, parte del equipo de Singh, se transformó en jefe de la misión.

Esa transición de Loser-Thomas Reichmann a Singh y sus colaboradores no implicó solamente un cambio de nombres, sino un endurecimiento en la postura del Fondo respecto de los países que habían sido financiados por el Fondo en forma generosa en la década del 90. Este cambio de personas estaba en sintonía con la decisión del gobierno de George W Bush de no gastar más el “dinero de los plomeros” estadounidenses en salvatajes a países en desarrollo, que, por supuesto, tuvo sus excepciones.

Cubeddu representó al FMI en el país cuando el organismo comenzó a endurecer su postura en 2002, luego del fuerte apoyo que mantuvo durante la convertibilidad

Recién a fines del 2003 el equipo de Roberto Lavagna-Guillermo Nielsen pudo conseguir un acuerdo con el organismo multilateral, pero sin lograr desembolsos nuevos, sino apenas la refinanciación de la deuda preexistente. Dicho convenio finalizó en 2005 cuando ni el Fondo ni el equipo económico pudieron convencer al entonces presidente, Néstor Kirchner, de avanzar en algunas reformas, como la actualización de las tarifas de los servicios públicos. De hecho, meses después, Kirchner apartó a Lavagna del gabinete y en 2006 le pagó la deuda del Gobierno al FMI al contado, en un gesto similar al adoptado por Lula en Brasil.

Tiempo después, el Fondo cerró su oficina en el país, hasta reabrirla cuando firmó el acuerdo con Macri.

El presidente electo, Alberto Fernández, le reclamó al FMI más tiempo para repagar los fuertes vencimientos de dicho acuerdo que recaen entre 2021 y 2022. Georgieva aseguró que está dispuesta a considerarlo, pero subrayó que el país debe mantener su disciplina fiscal, una condición reclamada por todos los acreedores.

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