Eduardo Costantini: "Estos tipos no son sólo tecnicistas, están piloteando lo político"

En una entrevista con Infobae, el creador de Nordelta hizo una autocrítica y apostó por la próxima generación. Por qué dice que "compró" el gradualismo del Gobierno

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Hace pocos días, Eduardo Costantini salió de compras. Y le fue bien. El creador de Nordelta y dueño de la desarrolladora Consultatio se quedó con 3.200 metros cuadrado de tierra en una de las zonas más codiciadas de la Ciudad, en una subasta del Estado para desprenderse de un espacio subutilizado frente al río de la Plata. La compra fue por USD 40,2 millones.

"Vamos a hacer oficinas", se entusiasma, quien ya tiene puesta la mirada en otros dos terrenos aledaños que se subastarán en diciembre. Mientras tanto, otras prioridades. El fundador del Malba reabrirá las puertas del museo este jueves tras una renovación con la muestra "México Moderno", y 170 obras de artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Leonora Carrington.

Costantini está cerca del Malba no sólo por ser su creador: en el primer piso del edificio están sus oficinas, donde recibe a Infobae para hablar a fondo de negocios, el boom del crédito hipotecario, del resultado de las elecciones legislativas, y en cada frase, desnuda su concepción de lo que fue y debe ser la Argentina, con una fuerte autocrítica a los empresarios: "Yo soy parte de una generación fracasada"

Y sobre la Argentina, las palabras tampoco son suaves, aunque se muestra optimista por el futuro. "El país tiene un proceso de aproximaciones sucesivas. Siempre estuvimos acostumbrados a los megaplanes con 70 circulares y medidas, para darnos con la pared a los dos años. Somos un animal especial, surrealista, con problemas de valores. Hay que hacer un cambio muy profundo, donde lo más importante es sostener la dirección".

-¿Cómo ve el panorama para las inversiones luego del resultado electoral de hace una semana?

-Desde la política, ratifican el rumbo del Gobierno actual, le da una plataforma para articular las distintas políticas y reformas que se plantean. Desde el punto de vista de la inversión, reafirma esa tendencia y veo muchas empresas con agresivo plan de expansión, entre las cual incluyo a Consultatio. Las empresas están yendo al mercado de capitales en busca de bonos y equities, y eso ya lo estamos viendo.

-Usted ha vivido y vio momentos de euforia y grandes expectativas políticas. ¿Por qué esta vez puede ser diferente o más sostenible?

-Siempre hay una expectativa de que esta vez es diferente. Siempre falló la macroeconomía, fue el talón de Aquiles desde Alfonsín, Menem, Cristina. A Cristina le resultó muy mal la macro en los últimos años y perdió muchos votos. Menem quería perpetuarse en el poder e hizo una política fiscal muy laxa, y en épocas de convertibilidad fue una bomba de tiempo. El modelo de Menem y Cavallo fue inconsistente. El kirchnerismo, que tuvo mucha más ventaja que Menem, quiso exacerbar la tasa de crecimiento para tener más apoyo político. Empezó a tener inflación creciente, y fue el mal de todos los precios relativos, el cepo, tarifas congeladas, la suba del déficit. Falló por ahí. Este equipo es más frío. Me da la sensación de que son más equilibrados. Tienen una estrategia de salir disparados hacia delante: con el crecimiento, mejorar los ingresos fiscales y que eso le permita bajar el déficit con baja gradual de carga impositiva.

-¿Le gusta el enfoque de que esta decisión la financie el mundo?

-La política es el arte de lo posible. La economía, lo mismo. Dado el lío que teníamos y seguimos teniendo, la Argentina se las ha inegniado con la deuda para no tener una gran crisis de ir empezando a transparentar y corregir gradualmente esos desequilbirios. A pesar del costo económico y social en 2016, hubo un cambio de gobierno no traumático, y la población ratificó ese rumbo en las legislativas. Es algo que yo no había visto en periodos anteriores. Lo único bueno que dejó el kirchnerismo es bajo endeudamiento, porque era tan díscolo…entonces la estrategia está bien.

“Compré el gradualismo, con los
“Compré el gradualismo, con los aciertos y errores”, aseguró Costantini, (Guillermo Llamos)

-El presidente Mauricio Macri encabezará mañana un encuentro con empresarios, gobernadores y otros actores para presentar su plan de reformas. ¿Qué espera de ese encuentro?

-El Gobierno tiene un plan de ruta. Me da la sensación de que ellos saben cuáles son las debilidades de la economía, y de la política. Hay que hacer modificaciones estructurales de largo plazo que van a llevar tiempo como la reforma laboral, la impositiva. Son cambios en la Justicia, los sindicatos, los empresarios, los gobernadores. Lo bueno es que no hay milagros, no hay fórmulas mágicas ni populismo. Hay cambios estructurales que tenés que pensar a 20 años.

-Entonces, ¿no se necesita un cambio impositivo para que esto despegue, sino que es más estructural?
-Lo necesitamos, pero no lo podés pedir. La carga impositiva es enorme. El 5% de Ingresos Brutos es un disparate. Sólo ese impuesto es el 5% de la venta, entonces te saca 15% del margen bruto. Después pagás el impuesto al cheque, a los sellos, el IVA del 21 por ciento. Pero como el Estado tiene déficit, la reforma impositiva no va a resultar en una baja, no se puede ser naif. Tiene que ser un camino gradual. Tienen que tener aire para bajarlo, mientras aumentás la base de los que tributan.

-Lo que más preocupa es el desequilibrio macro evidente: comercial, fiscal, de balanza corriente. La foto es complicada y parecida a la que tuvo Alfonsín, Cavallo o Cristina…
-Sí, pero ahí focalizás en una película que cada vez fue divirgiendo más, y explotó. El Gobierno sabe que esto lo tiene que ir reduciendo. Tiene que bajar, no te podés endeudar a este nivel para siempre. El déficit lo bajaron, pero no alcanza. Lo que estamos hablando, ellos lo saben. El tema es cómo lo bajan con apoyo político y crecimiento. Tengo un hijo de 18, fanático de la economía y me vuelve loco, porque es un monetarista acérrimo. "¡Esto no puede ser, hay que ajustar!", me dice. Pero si hacés eso, a los tres días te echan a patadas. Sino preguntale a López Murphy.

-¿Pero en alguna decisión el Gobierno ha sido demasiado gradualista?
-Es difícil de contestar. Si hubiera sido más agresivo y lograba el mismo crecimiento y el mismo apoyo, te digo que debería haber sido más agresivo. Pero esta decisión la compro, con los aciertos y errores. Digo uaaau, estos tipos no son sólo tecnicistas, están piloteando lo político.

Eduardo Costantini, en sus oficinas
Eduardo Costantini, en sus oficinas dentro del museo Malba. (Guillermo Llamos)

-Muchos hablan del fin del peronismo después de estas elecciones. ¿Usted coincide?
-También es difícil de contestar. Más allá de Cambiemos, empieza a ver por la globalización un vínculo social y una toma de decisiones que no es la misma que hace 40 años. Las redes sociales desintermedian a los líderes. Eso hace que los líderes sindicales, políticos y empresariales tengan menor poder. En ese sentido, creo que es una buena noticia para la Argentina. Los jóvenes tienen mismos paradigmas. Yo tengo mucha esperanza en los jóvenes. Yo pertenezco a una generación fracasada.

-¿Por qué lo dice?
-En términos éticos, de valores. Creo más en los jóvenes, en su espíritu solidario, sentido de sustentabilidad, de la decencia, de las instituciones. Ahí hay un cambio que afecta a esos liderazgos. Aparte como nos falló la macro, venimos de un proceso de 12 años desgastante de violencia, nivel de corrupción, de mal resultado económico. La gente busca más la verdad, la transparencia. ¿Eso es el fin del peronismo? No lo sé. El peronismo seguramente se reciclará.

La lupa en el real estate

-Este año explotó el crédito hipotecario y se empezó a mover el sector inmobiliario. ¿Qué se puede esperar con el precio del m2 en dólares?

-El metro cuadrado va a seguir subiendo, porque mejoró la percepción del país, y no veo que el dólar suba por encima de la inflación. Segundo, porque los costos de construcción también suben. Tercero, porque los desarrolladores tienen más capital para invertir, y están comprando más tierra que elevan el valor del terreno. Y además, por la nueva variable que es significativa, que es la aparición del crédito hipotecario. El gran desafío que tiene el Estado y los desarrolladores es acompañar con el aumento de la oferta el de la demanda. Eso lleva tiempo por el periodo de construcción, por el tiempo de los permisos, hay una cultura en los procedimientos que llevan demasiado tiempo. Y no se va a resolver de un día para el otro.

-¿Qué ve el inversor extranjero cuando llega a la Argentina?

-La Argentina está tan atrasada en todo, que esto es un territorio virgen. En energía hay decenas de miles de millones de dólares para invertir. El sector inmobiliario se va a multiplicar, por los créditos. El sector financiero también va a crecer, y así el sector agropecuario. Y hay un núcleo industrial más ineficiente. El país en sí mismo tiene un nivel de costos elevados, tenés una de cal y una de arena, y hay que hacer un fine tunning para dosificar sin que se caiga el nivel de actividad. Yo creo que estamos bien, soy optimista, y tenemos que ir auscultando esta marcha. Veo muy optimista al inversor extranjero.

-Los inversores están confiados pero piden baja del déficit. ¿Piensa que se va a lograr en algunos años?

-El déficit comenzó a bajar, incluso se recauda por encima de la inflación por el crecimiento de la economía. Personalmente, tenía más dudas hace seis meses, cuando la economía no tiraba tanto, que ahora, que crece y se ve reflejado en el aumento de los ingresos. Eso hace que el déficit se reduzca. Es compleja la estrategia, porque se maximizan objetivos antagónicos. La estrategia gradualista le resultó bien al Gobierno, porque tuvo un buen resultado electoral sin una fuerte recesión. Es la dirección correcta, es el primer año de caída del gasto público después de 14 años.