Embajadas y consulados: Argentina tiene 50 inmuebles valuados en $1.000 millones y gasta lo mismo en 214 alquileres

Los datos surgen de pedidos de acceso a la información. Las propiedades más caras y la controversia sobre la residencia del embajador en EEUU

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Argentina gasta $919 millones por año en el alquiler de 214 propiedades, casi el mismo monto que el valor de todos los inmuebles propios en el exterior. La Cancillería informó que los edificios destinados a las representaciones diplomáticas del país en el mundo son solo 50, y que están valuadas en $1.017 millones.

Al gasto de alquileres se suma el de los sueldos. Por año, se destinan más de $ 4.000 millones en remuneraciones del personal diplomático y administrativo. En total, el país cuenta con 2.205 empleados distribuidos en embajadas, consulados y oficinas comerciales en los 123 países en los que  tiene representación.

Los datos surgen de media docena de pedidos de acceso a la información pública que Infobae presentó ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, para analizar los gastos que insumen las embajadas y consulados argentinos en el mundo.

"La Argentina tiene un problema histórico de déficit fiscal que solucionar. Todos estamos haciendo un gran esfuerzo", aseguró el canciller Jorge Faurie ante la consulta de este medio, en medio del proceso de ajuste fiscal anunciado por el Gobierno.

En materia de alquileres, en junio la Cancillería gastó USD 1.915.242. La cifra incluye 132 oficinas por USD 1.208.468, 77, residencias por USD 639.539 y 5 inmuebles por USD 67.235. A un dólar de $40, la cifra equivale a $919 millones anuales.

Según confiaron altas fuentes del Palacio San Martín, los recortes estarían orientados, en principio, a la fusión de algunos destinos en el exterior, en especial en el Caribe.

Venta de inmuebles en desuso

Faurie y sus asesores más cercanos tienen en sus despachos carpetas con los gastos del personal distribuido por el mundo. La venta de propiedades en desuso, dispuesta en el decreto 1064/2016, en teoría, es uno de los planes para ahorrar recursos.

Cuando se anunció, se dijo que el dinero recaudado se usaría para comprar nuevas residencias oficiales y, así, reducir el gasto en alquileres y mantenimiento. En ese momento, las estimaciones apuntaban a un ingreso aproximado a las arcas oficiales de USD 5 millones. Pero el proceso se demoró casi dos años y hasta hoy no se concretó.

Desde la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) confirmaron a Infobae que actualmente están en venta 5 oficinas con cocheras que dependían de la ex embajada argentina en Bogotá (Colombia) cuyo valor total de venta asciende a USD 694.500; la residencia oficial en Brasilia (Brasil); el ex centro cultural 19 de Abril en Montevideo; un lote sin uso en Colonia (Uruguay); y un inmueble en Washington (Estados Unidos) que funcionó como residencia oficial de la Misión Permanente Argentina ante OEA.

Según el anuncio de la subasta, el edificio de la capital estadounidense se encuentra ubicado en un área residencial, y constituye una típica construcción de principios de siglo XX de ladrillos a la vista, con amplias carpinterías y estilo clásico. La Cancillería informó en agosto pasado que el valor fiscal de esa propiedad, de 270 m2, es de $15 millones. A un dólar en ese momento de $28, esa cifra equivale a solo USD 535.000.

El decreto 1064 incluía la residencia oficial del embajador en Washington y otros inmuebles vinculados, pero ante la consulta de este medio, la Cancillería confirmó que por razones "estratégico-técnicas" se pidió "desafectar" a esos inmuebles del proceso de venta.

Del esplendor al abandono

La zigzagueante historia de esa imponente casona destinada al representante argentino en Estados Unidos es el fiel reflejo de la decadencia o las contradicciones propias del país. Pasó del esplendor en los años 90 al abandono completo en los últimos cinco años, y de aquel proyecto de ser vendida como una de "últimas joyas de la abuela" a la decisión actual de retenerla como patrimonio nacional, para encarar allí una costosa refacción general que permita volver a usarla nuevamente.

Adquirido en los años 70 y situado en el coqueto barrio Dupont Circle, en pleno corazón de Washington, es el edificio donde solían vivir los embajadores argentinos con sus familias.

Se trata de una monumental construcción de la Belle Epoque que tiene 1.908 m2, tres pisos, salones de baile, una amplia piscina y pisos de mármol. Pero hay un problema: su deterioro es tan grande que, desde el 2010, la residencia está deshabitada y se encuentra en un estado de pleno abandono.

Durante el kirchnerismo, el entonces embajador argentino Héctor Timerman fue el último que hizo uso de esa coqueta residencia de Dupont Circle. Pero luego se acrecentó el deterioro con pisos levantados, amoníaco tóxico en las paredes, caños rotos, techos descascarados, y nadie más volvió a habitarla.

Así lucía hace dos años el piso de un sector de la residencia del embajador en los Estados Unidos.
Así lucía hace dos años el piso de un sector de la residencia del embajador en los Estados Unidos.

Actualmente, mantenerla le insume al Estado argentino unos USD 80.000 anuales en impuestos y gastos administrativos. Sin contar los USD 130.000 anuales que, desde el 2010 en adelante, gasta en promedio la Cancillería en el alquiler de diferentes residencias para los últimos embajadores.

El actual embajador Fernando Oris de Roa vive con su esposa en un modesto departamento cercano al barrio de Dupont Circle. Y pese a que el gobierno de Mauricio Macri decidió levantar de la venta y arreglar la residencia oficial, Oris de Rosa no cree que vaya a poder habitar al término de su mandato, el año que viene, la coqueta residencia original. Se trata de una obra de refacción larga y poco sencilla.

El anuncio, en 2016, sobre la venta de la residencia, desató una batalla interna del cuerpo diplomático contra la línea política del gobierno. "Se quería vender una de las últimas joyas de la abuela y no se tenía en cuenta el valor histórico y arquitectónico de la residencia del embajador argentino en Estados Unidos", dijo a Infobae Eduardo Mallea, presidente de la Asociación Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación.

Mallea propuso que era menos costoso refaccionar la residencia con un crédito blando del BID a 30 años para conservar así un inmueble histórico del Estado, que a su entender, vale mucho más de lo que puedan ofertar.

Desde esta asociación, que congrega a la totalidad de los diplomáticos de carrera del Palacio San Martín, se opusieron tajantemente a la idea de la venta. Tras la salida de Susana Malcorra de la Cancillería y con la llegada de un diplomático de carrera al Palacio San Martín como Jorge Faurie, la situación se calmó y se arribó a un acuerdo.

Hubo arduas discusiones internas, tanto en la Cancillería como en la Casa Rosada, sobre el costo económico de poner nuevamente en funcionamiento la residencia y lo que realmente se iba a obtener de la venta.

Hace unos meses, el canciller Faurie finalmente se decidió por refaccionar el antiguo edificio, cuyo costo estimado de obra será de entre USD 2 y 3 millones. Pero aún había un problema: los permisos de obra y refacción habían vencido, por lo que hubo que renovar esos documentos para que el distrito de Washington avale la remodelación.

La embajada argentina en Washington, Estados Unidos, ubicada en la avenida New Hampshire
La embajada argentina en Washington, Estados Unidos, ubicada en la avenida New Hampshire

"La residencia oficial del embajador en Washington se encontraba fuertemente deteriorada. Por eso, se encaró un proceso de reparación y puesta en valor a partir de la generación de fondos provenientes de la venta de otras propiedades", le dijo Faurie a Infobae.

Así, con las obras en la residencia antigua y la reconversión del Consulado, pasarán a ser conjuntas las sedes de este último, de la embajada ante los EEUU y ante la OEA. Es decir, se realizará la unificación de propiedades y funciones en el palacete del embajador.

El edificio de la vieja residencia en Washington aún se encuentra en estado de abandono total. Al parecer, en noviembre empezarán las obras de refacción y se promete que en dos años la residencia volverá a estar en su esplendor. Si la decadencia argentina y sus contradicciones no se ponen en el camino, el Estado volverá a recuperar el esplendor de ese edificio del barrio Dupont Circle.

Las propiedades más caras

Según los informes oficiales a los que accedió Infobae, el inmueble mejor valuado se encuentra en los Países Bajos y está destinado a la residencia oficial del embajador Horacio Salvador. Situado entre las ciudades de Leiden y La Haya, al sureste de Amsterdam, en la calle Schouwweg, su valor supera los $155 millones, casi USD 4 millones si se tiene en cuenta el valor del dólar a $40 de esta semana. Los montos fueron brindados por Cancillería en pesos, antes de las últimas corridas cambiarias. Es decir que, a la fecha, los valores son aproximadamente un 25% superiores

En Holanda, la Argentina tiene una nómina de personal compuesta por 20 empleados, entre administrativos y diplomáticos, y el sueldo del embajador es de USD 11.593.

La segunda propiedad más cara es la embajada en Roma, un típico edificio situado en Piazza Dell'Esquilino, a unas cuadras de la estación de trenes. Según la Cancillería, tiene un valor de más $146 millones. A su cargo está Tomás Ferrari. En Italia, la Argentina cuenta además con el consulado general en esa ciudad y otro en Milán.

El tercer inmueble mejor valuado es la residencia oficial del embajador en Dinamarca, situado en Hellerup, una pequeña ciudad en los suburbios de Copenhague. En el número 27 de la calle Sifievej, en una zona agreste, la casona de ladrillo a la vista y dos plantas tiene un valor de $110 millones, siempre según la información brindada por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Entre diplomáticos y la planta administrativa, Argentina tiene en Dinamarca nueve empleados, incluido el embajador -Conrado Solari Yrigoyen-, cuyo sueldo es de USD 13.589.

El cuarto inmueble de más valor, siempre en base a los datos brindados por Cancillería, es la ex residencia oficial del embajador en Bogotá, tasada en $88 millones.

El quinto es la residencia en Madrid (España) ubicada en Fernando El Santo 11. Su valor, antes de la devaluación, era de algo más $86 millones.

La sexta propiedad más cara es el consulado en Nueva York, Estados Unidos, en pleno centro de Manhattan, en West 56 Street. Está valuada en $50 millones.

La siguen la residencia oficial en México ($40.203.842); la residencia oficial en Oslo, Noruega ($24.536.722); la embajada en Washington, en la avenida New Hampshire ($24.417.573), y la ex residencia oficial en Brasil ($21.734.877).

El personal en el exterior

Además de los bienes inmuebles, la Cancillería destina USD 104 millones por año al pago de sueldos de 2.205 empleados – incluidos el personal administrativo y diplomático-, distribuidos en consulados, centros de promoción comercial y representaciones ante organismos internacionales. La cifra supera los $4.000 millones al tipo de cambio actual, la mitad del presupuesto asignado a este Ministerio en el 2018, de $8.500 millones.

En respuesta a los pedidos de acceso a la información realizados, la Cancillería informó que de ese total, 1.552 empleados están designados en  embajadas, lo que implica un gasto anual de USD 75 millones, y 653 empleados en consulados, con una masa salarial de USD 28,6 millones. Los valores surgen de la multiplicación de los salarios correspondientes a junio de este año por 13 meses, incluido el aguinaldo.

Con 47 personas en total, la embajada de Francia aparece al tope de la tabla en cantidad de empleados, seguida por Brasil (46), Chile y el Reino Unido (ambos con 41), Rusia (39), México y España (con 38), EE.UU. y China (con 36); Alemania (33); y Japón (30). El promedio de las 87 delegaciones analizadas es de 18 personas.

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Fuente: Datos aportados la Cancillería argentina

Los sueldos de los diplomáticos

En el caso de los sueldos de los funcionarios diplomáticos, hay disparidades sorprendentes en relación al intercambio comercial, más allá del costo de vida de cada país.

El sueldo más abultado, según los informes de junio de este año, es el del ministro a cargo de la Oficina Comercial y Cultural de Taiwán, un destino al que el Gobierno nacional no le reconoce la independencia de China para evitar un conflicto con el gigante asiático. El jefe de la Oficina en esa isla, Carlos Alberto Argarañaz, cobra USD 19.951 y tiene ocho empleados.
Lo siguen el embajador en Angola, con un salario de USD 18.884; el jefe de la misión en Hong Kong, con USD 17.313, y el de Qatar, con USD 16.591.

Ninguno de esos países figura en el ranking de intercambio comercial. Por el contrario, los sueldos de los embajadores argentinos en China, Brasil o Estados Unidos, países con mayor flujo de mercaderías, perciben ingresos que oscilan en los USD 14.000. Con montos inferiores, se ubican los diplomáticos asignados en Chile (USD 12.541), España (USD 12.564), Vietnam (USD 10.692), Sudáfrica (USD 10.232) e India (USD 9.181), entre otros.

Los sueldos de los embajadores superan ampliamente al de cualquier funcionario público de primer nivel. En nuestro país, el haber bruto de un ministro nacional, que durante el 2018 fue congelado por disposición del presidente Mauricio Macri para enfrentar el gasto público, es de $183.000. Cuatro veces menos que, por ejemplo, el máximo responsable de la oficina cultural y comercial taiwanesa.

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El equipo de investigación de Infobae que participó de este trabajo estuvo integrado por Mariel Fitz Patrick, Nicolás Pizzi, Daniel Sticco, Federico Mayol y Martín Dinatale.