La intimidad de los Barros Schelotto: cómo fueron los días previos a la Superfinal y la estrategia de Guillermo para esconderle el equipo a su familia

Hugo, el padre de los "Mellizos", dialogó con Infobae y contó cómo transcurrió la semana "más tensa" de todas. Escurridizo y pícaro como cuando jugaba, Guillermo se las ingenió para no ventilar ninguna información

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No fue una semana más para la vida de los Barros Schelotto. La confirmación de que Boca y River disputaría la final de la Copa Libertadores, un hecho inédito en la historia de la competición, paralizó a la familia. La alegría y la euforia por el trascendental cruce fueron de la mano con los nervios y la ansiedad que genera un choque de esta envergadura.

Hugo Barros Schelotto, el papá de Guillermo y Gustavo, ex futbolistas y actuales entrenadores de Boca, dialogó con Infobae y contó cómo fue la semana más "tensa" de todas, que le agregó un bonus track por la postergación para el domingo. Durante la hora que duró la entrevista se hablará del glorioso presente de sus hijos, también del futuro ¿fuera de Boca? y se recordarán anécdotas increíbles de Guillermo.

"Recuerdo una frase suya cuando jugaba. Si le dabas una indicación, consejo o sugerencia, Guillermo me decía: 'vos vas a contar cómo juego, cómo tiro un centro o dirijo, bueno, después dejame ir al consultorio a atender a tus pacientes, entonces", bromeó el doctor Hugo Barros Schelotto, quien estudió medicina de la Universidad Nacional de La Plata y se recibió de ginecólogo y obstetra.

La picardía siempre fue un rasgo característico del "Mellizo", quien hasta el día de hoy le esconde los equipos. "No le pude sacar nada de información ni darle ninguna sugerencia. Por eso mando a mis nietos a que le pregunten algo, pero ni así pude conocer algo del equipo", agregó Hugo sobre cómo transcurrió la semana previa a este primer choque que se disputará mañana en la Bombonera.

"Las charlas que tuvimos fueron muy mesuradas, no hay consejos de padre, sí de medicina en el que le indico que se ponga tal o cual remedio. Yo dejo que ellos elaboren su trabajo y lleguen al máximo de sus éxitos solos. El objetivo era llegar a la final de la Copa Libertadores y se logró. Que esté River por supuesto que cambia absolutamente todo, es el clásico de los clásicos. Será difícil porque tienen un buen equipo y sin duda que la tensión fue mayor a otras veces", relató.

(Fotobaires)
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-¿Cómo transcurrieron esta semana previa a la Superfinal?
-"Frente a un partido tan importante y con Boca y River en una final de Copa por primera vez, algo único, nos puso contentos. Tener familiares, en este caso hijos, nos pone aún más felices. Uno recuerda hace un tiempo cuando pasaban a Boca y te digo que nunca nos íbamos a imaginar esto. Fueron días más cortos porque concentraron y se entrenaron. Lo perdí un poco y algún día pude haberlo aprovechado más, pero como estuvimos en familia, comiendo un asado y distraídos no lo quise molestar. No quise ponerlo nervioso. Quizá la gula me venció y cuando me decidí a preguntar, me encontré con un 'chau hasta luego'".

Escurridizo como cuando jugaba y con la cuota justa de picardía para hablar. Así es Guillermo Barros Schelotto con su familia, quien sufre porque le esconde el equipo, le sugiere que no le pregunten de fútbol porque él no lo hace de medicina y cuando se ve venir la pregunta del millón, lanza un "chau, hasta luego" justo para no romper esa barrera.

"Así como lo ves fuera del banco, hermético, serio y sonriente. Así es Guillermo", agregó Hugo, quien describió a Gustavo como de sonrisa más fácil. "En privado no lo toman con tanta seriedad y hacen chistes tontos. Guillermo no tiene falta de expresividad, sino recordemos el día que ganó en cancha de River, cómo se abrazó con Sara (fue goleada por 4 a 1). Fue una actitud normal suya, de desahogo".

-Sin embargo, desde el banco de los suplentes se lo ve muy enérgico dando indicaciones. ¿Por qué da la sensación que siempre está enojado con los árbitros?
-"Él gesticula como lo ha hecho siempre, pero en realidad muchas veces está hablando con los árbitros. Te cuento una anécdota. Una vez, desde la platea local en un juego de Gimnasia, tenía a una señora mayor a mi lado bastante pesada porque veía a Guillermo que gesticulaba con el árbitro. Y me decía que le está protestando, que lo van a echar… Cuando terminó el partido se lo cuento a Guillermo y le pido que tenga más cuidado. Y me responde: 'Pero estaba hablando con el referí que me pedía la camiseta. Y yo le gesticulé que sí, pero si me daba la pelota del partido'. Y lo cambiaron en el túnel. No es lo que todos piensan. Hay partidos que estás muy sonriente y tiene que ver con la forma de ser. La genética es lo fundamental en la vida de todas las personas. Tanto para la vida, como para la muerte, para las enfermedades y las capacidades técnicas".

-¿Qué diferencia nos puede marcar de la etapa de futbolistas y la actual como entrenadores de los "Mellizos"?
-"En que antes la pasábamos más tranquilos y sufríamos más el partido por miedo a una sanción o lesión, ahora no tenemos la preocupación de lo físico pero sí el hecho de que son entrenadores y la responsabilidad en el equipo se va a notar mucho más. Sobre todo en un medio tan exitista como este. Creo que fueron demasiado castigados por parte de la prensa, pero ellos nunca cambiaron el trato ni la forma de ser. Las críticas no le deben gustar, aunque no me lo manifiestan, pero sí hemos charlado que fueron exageradas".

-¿Cuál fue la mayor ambición de Guillermo como DT?
-"La Copa Libertadores es lo máximo que hay en el continente, pero él solía decirme: 'Me gustaría dejar a Boca por primera vez en la historia como tricampeón'. Nunca cambió su mentalidad ganadora y lo que siente sobre Boca. Está tremendamente agradecido a la gente del club, del que nunca recibió un acto ofensivo de repudio o un comentario mal intencionado. Siempre dice: 'como futbolista me elogiaban porque juego igual que le hubiera gustado jugar a ellos'. Esta Superfinal es única e irrepetible, pero las veces que he hablado decía en lo que sería lograr el tricampeonato con Boca. Claro, todavía no estaba confirmado este clásico".

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Orgulloso por el presente de dos de sus hijos como entrenadores de Boca, Hugo reveló una actitud desconocida de Felipe Scolari para con los Barros Schelotto, que lo pintan cómo son y el respeto que consiguen de sus colegas. Luego de la eliminación ante Palmeiras, el DT del conjunto brasileño le envió un bolso lleno de regalos para los "Mellizos".

"Uno se vuelve medio sentimental pero esa actitud de Felipao, quien lo saludó, abrazó y charló un rato con Gustavo tras la eliminación es para destacar. Les avisó que les mandaba un bolso con recuerdos, camiseta del Palmeiras con el nombre de los "Mellizos"… Bien podría estar enojado porque los acababa de eliminar, pero eligió mandarle un bolso lleno de regalos. Y eso que Palmeiras le dio su mano al ganar en la fase de grupos eh", recordó en relación al triunfo del "Verdao", que ya estaba clasificado, ante Junior, que le permitió a Boca sacar el boleto a los octavos de la presente Copa Libertadores.

El futuro de ambos como técnico de Boca más allá de diciembre cuando se le termine el contrato fue otro de los temas abordados: "Él tendrá que tomar su decisión y los directivos charlar y juntarse. No me animé a preguntarle, me guío en lo que dicen los medios y repito, no quiero ponerlo nervioso. Una vez opiné cuando estuvo a punto de pasar a Boca, que no lo veía muy bien porque uno le tiene miedo a equipos tan grandes que no te esperen, y él hasta el día de hoy me lo reprocha".

-¿Encuentra alguna similitud en Guillermo con Carlos Bianchi?
-"Con los monstruos que tuvo Boca como DT que estén ahí, que los nombren es un honor. Tiene los conceptos básicos de Bianchi, un DT muy poco rebuscado y muy simple. Una anécdota que me contó del "Virrey", muy católico como era, que le decía a los jugadores: 'Dios te dotó de determinada capacidad. Si sos marcador, anticipate y ganale, después pasale la pelota al que tenga tu misma camiseta'. Así muchos llegaron a la Selección. Al "Mellizo" le decía 'encaralo todas las veces que puedas, en la que pases es gol'. Y luego se daba".

FotoBaires
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-¿Le habrá pedido algún consejo al "Virrey"?
-"No me comentó nada, igual no es necesario porque Guillermo no es de contar las infidencias. Sí puedo decirte que le guarda mucho aprecio a Bianchi. Recuerdo el día en que el "Mellizo" ganó el premio MVP (al mejor jugador del partido) en la final entre Columbus Crew y Nueva York City en Los Ángeles por la MLS. Cuando mira para arriba y ve en un un palco que estaba Bianchi, Guillermo dijo: 'si está él, no podemos perder'. Y su equipo ganó 3 a 1 y se consagró campeón. Lo quiere mucho".

Por supuesto, antes de despedirlo a Hugo se lo consultó sobre las cábalas o promesas de cara a este trascendental juego. "Por lo general nos juntamos toda la familia a ver los partidos. Si no puedo ir, lo veremos en casa todos juntos. El partido lo sufrís de las dos maneras. Promesa tengo, pero no se puede decir. Sí te digo que la estoy cumpliendo. Igualmente siempre depende de la capacidad que tengan los once jugadores. ¿Si los "Mellizos" las tienen? No lo sé, ellos se guardan hasta las promesas", bromeó.

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La familia Barros Schelotto está compuesta por Hugo (médico y ex presidente de Gimnasia y Esgrima La Plata) y su esposa Cristina. La pareja tiene cuatro hijos, además de los Mellizos Guillermo (con cuatro varones, dos de ellos que juegan en las infantiles de Gimnasia) y Gustavo (con tres hijas y un hijo de cuatro años que aún no juega al fútbol), están Pablo (también médico especialista en trasplantes, con tres hijos y arquero del Lobo hasta la cuarta división) y Carolina (ingeniera astrónoma, con cuatro hijos, uno de ellos Juan Cataldi debutó justamente ante Boca semanas atrás por la Superliga).

*Qué dijo Hugo Barros Schelotto en Mayo de 2018, cuando Boca se consagró bicampeón del fútbol argentino, en diálogo con Súper Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad.

(NA)
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EL GUILLERMO NO ENTRENADOR
"Es muy familiero. Es un gran cocinero, la señora se sacó la ventaja en eso, porque le encanta cocinar. Boca es un monstruo, y hace que lo vea poco. Es muy meritorio lo que hacen y están haciendo. El hincha de Boca lo quiere mucho y lo valora mucho. Realmente es una alegría muy grande saber que es la persona con más títulos en la historia de Boca, pero se trata de la retribución al trato que le han dado en Boca, inclusive en sus peores momentos cuando Palacio le sacó la titularidad y Macri le dijo '¿Qué querés hacer?' y él le dijo que quería jugar, pero que no quería establecer presión. Y se fue a Estados Unidos, donde también ganó 4 títulos".

EL GEN GANADOR: MÉRITO DE SU MADRE
"Yo fui un frustrado jugador de fútbol. En la rama de mi señora, que es docente, quizás había un par de familiares que ganaron algo en Gimnasia en los años 50. El ADN de ella influyó más que el mío. El aprecio que le tienen en Boca escapa de los límites normales, el máximo insulto que le hicieron en Boca fue "caprichoso". Cuando era chico no era "caprichoso", era de hacer líos en el consultorio, jugaba a la pelota, no le gustaba estudiar, pero terminó la secundaria bien".

ADMIRACIÓN MÁS POR ENTRENADOR QUE JUGADOR
"Siento más admiración por ellos como entrenadores que como jugadores. Como jugador podían demostrar sus condiciones y terminaban ahí. No tienen idea ustedes en Lanús que al principio lo veían como sapos de otro pozo y después le hicieron un acto de despedida que te hacía llorar. En Boca es fuera de serie, siempre tuvo el apoyo de todos de los jugadores, dirigentes e hinchada. Ayer me llamó la atención en los festejos en la Bombonera con todos los referentes y figuras como Pavón, que es un monstruo, Pablo Pérez, Tevez, todas excelentes personas, pero al primero que ovacionó la Bombonera fue a Guillermo, eso te emociona. Ayer me emocionó ese "Guillermo… Guillermo…". Igual muchas veces le pregunté a Guillermo, 'che ¿qué te dice "Wanchope" qué no lo ponés?'. 'Nada, siempre de buen ánimo y con muchas jodas'. A veces se enoja cuando le pregunto mucho de fútbol y me dice: 'Si me seguís preguntando de fútbol, te voy a empezar a preguntar de medicina'".

LOS DÍAS PREVIOS A LA CONSAGRACIÓN POR EL BICAMPEONATO
"Fueron tremendas las horas de los días previos. Tuvo tanta relajación después del título, que dije no voy a llamar para no molestarlos y resulta que agarró el teléfono y me estaba llamando él. Siempre lo llamo yo primero después de un partido. Los días previos lo veía tranquilo, pero muy tenso. Yo escuché decir que era caprichoso, eso lo acepto, pero escuché decir que era un aprendiz de técnico, que Boca iba a perder el campeonato, que este Boca no iba a quedar en la historia y nadie lo iba a recordar por lo mal que juega. Por más que él decía que no le afectaba, todo eso pesaba y mucho".