"Manu no era un fuera de serie, no te llamaba la atención"

Emanuel Ginóbili le puso punto final a su carrera como basquetbolista profesional. Un largo camino que comenzó en septiembre de 1995, cuando un joven de 18 años,"bastante alto, pero muy flaquito", llegaba a La Rioja para dar sus primeros pasos en la Liga Nacional, junto a Daniel Farabello en el Andino Sport Club.

"Justo coincidimos en Andino. Llegué ahí porque me vendieron del Sport Club de Cañada de Gómez", detalla Farabello, tres años más grande, a Infobae. El santafesino está orgulloso de todo lo que consiguió su ex compañero. Sin embargo, asegura que no siempre fue el mejor.

"Era un juvenil que venía a completar el plantel de mayores", reconoce el ex base, acerca de la incorporación de Manu al equipo riojano, "llegaba con la expectativa de 'ser hermano de', porque era el hermano más chico de Leandro y Sebastián que ya estaban en la liga".

Con ese panorama, el bahiense disputó sus primeros minutos como profesional con la número 6 en la espalda. Fue el 29 de septiembre cuando le tocó ingresar en un partido contra Peñarol de Mar del Plata. Allí, sólo marcó 9 puntos en lo que fue una derrota por 104 a 85.

Tener a Ginóbili en el plantel, "no era un plus", recuerda Farabello: "Fue un año normal, de un chico normal, de un juvenil que llega por primera vez a la liga nacional. Jugaba cuando podía, el equipo era bueno y bastante competitivo. Entraba poco y aveces no entraba".

Aquel año Andino realizó una muy buena campaña en la que terminaron terceros y, "Manu fue uno más, nadie se deslumbraba con él", sin embargo, "como todo juvenil de esa época, trabajaba mucho y cada vez que le tocaba entrar, siempre rendía", confiesa el ex jugado de Boca Juniors, Estudiantes de Olavarría y Quilmes, entre otros.

Durante la primera temporada del bahiense como profesional, "se vieron algunas cosas. Tenía buen tiro, pero era muy flaquito y estaba en el proceso normal de un jugador juvenil". "No era un fuera de serie que podía llamarte la atención. Nadie se esperaba nada de lo que pasó después", admite Daniel Farabello.

El santafesino, que también compartió momentos en la Selección Nacional con Manu, reveló como era Ginóbili puertas adentro: "Insoportable, como siempre. Siempre jodiendo, siempre de buena onda. Pero bastante insoportable. Siempre fue así, todos los que lo conocemos, sabemos que es así".

Otra de las características que marcó al emblema de la Generación Dorada a lo largo de su carrera fue su obsesión por ser el mejor. Ya desde sus inicios, Farabello reconoce que, "es un perfeccionista, siempre buscó mejorarse y no te dejaba de sorprender ni un día".

"Siempre lo fue. Se notaba en los entrenamientos, el querer mejorar día a día. Nunca descansar o pensar que era todo fácil, como muchos piensan. Al contrario, él es todo sacrificio, mezclado con talento y con darlo todo al 100%. Es extraordinario".

Hoy, 22 años y 11 meses después de aquel primer partido de Manu, el ex base de Sport Club Cañadense asegura con admiración que, "es algo increíble que allá por el 95′, pensando en Andino, haya conseguido todo lo que logró".

"Le puso un gran esfuerzo. Su capacidad física y mental para jugar y ganarse los lugares que se tuvo que ganar… Empezó por la Liga Nacional, después fue a Italia, salió campeón y llegó a un equipo competitivo de la NBA en donde se ganó los minutos y se mantuvo por mucho tiempo. Es sorprendente", reconoce.

"Su decisión está bien, no tiene nada que demostrar e hizo lo que sintió", concluye Daniel Farabello, sobre el anunció que realizó por las redes sociales aquel chico alto, flaco e insoportable, que pasó a transformarse en una leyenda de la NBA.

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