El buzo y la campera azul no habían surtido efecto, al menos en los partidos oficiales. Tres empates inoportunos ante Uruguay, Venezuela y Perú habían puesto a la Selección en el umbral del abismo y la suerte pedía un cambio de look. Entonces, no sorprendió que Jorge Sampaoli se mostrara con indumentaria blanca en el banco de suplentes durante la previa del encuentro. Pero a los 40 segundos de juego llegó el golpe, la sorpresa. Y el entrenador cambió el plan, pero no el objetivo…
Inmediatamente después del gol de Romario Ibarra, Sampaoli volvió al color azul. Y la suerte (y las musas de un tal Lionel Messi) le sonrieron plenamente por primera vez desde que asumió al frente de la Selección. Diez minutos después, cuando Argentina se repuso de la confusión inicial, llegó el empate del capitán de Argentina. Y el camino terminó con la Selección en el Mundial.
De cara a Rusia 2018, seguramente, Sampaoli ya estará planificando la muda de ropa…
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