
Una nueva exposición titulada El misterio de Cleopatra indaga en París, a través de siglos de historia e investigaciones, sobre la mujer moderna y feminista que se esconde detrás de los mitos que han rodeado a la última gobernante de la dinastía ptolemaica del Antiguo Egipto.
Expuesta en el Instituto del Mundo Árabe de la capital francesa hasta el próximo 11 de enero, la muestra busca pintar un retrato más realista y documentado de la reina egipcia, alejado de las fantasías y figuras ficticias compuestas según los deseos y necesidades de los artistas.

La principal lección que trae El misterio de Cleopatra es que para convertirse en un héroe o heroína hay que tener la valentía de las propias ideas: Cleopatra, que vivió entre el 69 y el 30 a. C., se negó a ceder ante el Imperio Romano, así que luchó y logró imponerse durante veinte años, pero cuando perdió contra Octavio, prefirió suicidarse antes que rendirse.
“Es un mensaje a favor del feminismo, a favor de la modernidad de Cleopatra, fue una mujer valiente y contemporánea. Es un modelo a seguir para las mujeres de hoy”, explicó Claude Mollard, el comisario de la exposición.

A lo largo del recorrido se pueden apreciar diferentes representaciones de Cleopatra en las que su apariencia cambia enormemente según el país y la época.
Mollard plantea dos versiones muy diferentes que no hablan de la misma manera sobre la soberana. Por un lado está la seductora, la “reina loca” y ninfómana; por el otro, una mujer erudita, gran arquitecta y protectora de su pueblo.

Llevar a cabo esta inmersión en la historia de Cleopatra llevó dos años desde el momento en el que surgió la idea, cuando el experto cultural Claude Mollard visitaba Arlés y reparó en un busto de Julio César.
Eso le llevó a pensar que sin la guerra de las Galias, en la que ganó Julio César, quizá no habría conocido a Cleopatra y no habría una historia tan legendaria que contar.

Y fue precisamente este busto el más complicado de conseguir para la muestra de París, ya que pertenece al museo de Arte Antiguo de Arlés y es su obra principal.
Allí, es la más visitada por ser muy humanista, nada estereotipada y que “da la impresión de que Julio César acaba de conocer a Cleopatra; está sereno, está enamorado”, añadió el comisario.
Con una duración de seis meses y un promedio de 2000 visitantes cada fin de semana, se espera que asistan en torno a unas 200.000 personas de todas las nacionalidades, ya que “Cleopatra está en el corazón de cada uno de nosotros”, alegó Mollard.
La exposición cuenta con 250 obras, de las cuales 100 representan a diferentes Cleopatras para demostrar que no hay una sola, sino que hay miles de ellas porque se convirtió en una “figura femenina universal”.
Fuente: EFE.
Fotos: Instituto del Mundo Árabe.
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