Dilemas morales y misterio extremo en la mejor temporada de “True Detective”

La larga noche polar es un fenómeno único en el mundo, en el Polo Norte y sobre el Océano Ártico. Atraviesa las conciencias de todos aquellos que habitan esas regiones en los confines de la tierra. Sin embargo, hay quienes están más preparados que otros para atravesar esos días oscuros de 24 horas, tan parecidos a sí mismos, pero diferentes a cada momento. Los inuit, que habitan desde siempre los bosques helados y las aguas del círculo polar ártico desde Alaska hasta Groenlandia, establecen un diálogo con la noche. O mejor, sus muertos les hablan con mayor claridad durante esa oscuridad. Para los inuit, conocidos como “esquimales”, existe un equilibrio entre la muerte y la vida: los que se van, se van de manera física, y siempre están volviendo. Para los occidentales, la larga noche polar puede acercarlos a la locura.

Ennis es la pequeña ciudad de Alaska donde transcurre la temporada 4 de True Detective, que lleva el título de “Tierra nocturna” y cuyos extraños acontecimientos ocurren al mismo tiempo que comienza la larga noche polar. La base científica Tsalal, con un staff de expertos biólogos de todo el mundo (hay hasta un argentino) que investigan en los hielos milenarios el origen de las especies, aparece vacía, situación que es señalada a la policía por un proveedor que ingresó a la base y no recibió respuesta alguna, sino silencio. Más de dos docenas de hombres desaparecidos como por arte de una magia negra. En la estación policial, la jefa Liz Danvers (Jodie Foster) comienza a ocuparse del asunto.

Para la investigación termina por convocar a Evangeline Navarro (Kali Reis), quien fuera degradada a patrullar las calles luego de que investigaran juntas el asesinato de una activista contra la actividad de una mina que lo contamina todo. La chica fue atacada con la mayor crueldad, con golpes que le quebraron todos los huesos y con decenas de puñaladas que lograron terminar con su vida. El caso continúa sin resolverse, y es una obsesión para la agente Navarro.

Se recordará que la premisa de la miniserie creada por Nik Pizzolatto, planteaba a un equipo de investigadores en una trama más o menos clásica de policial noir, pero que se encontraban con elementos sobrenaturales que introducían el género fantástico al asunto. La primera temporada con Matthew McConaughey y Woody Harrelson fue un debut impecable. La segunda y tercera temporada merecen tan solo el olvido. La cuarta, con Jodie Foster, permitía la pregunta sobre su posible triunfo o fracaso -aunque siempre se apostó por la elección de Jodie, que no podría defraudar. Y la historia que cede el turno a las chicas (incluso la directora y guionista es la mexicana Issa López) no fracasó, sino todo lo contrario.

Pronto el paradero de los científicos se descubriría, pero para aportar más misterio aún -y horror-: desnudos, se encontraría a sus cuerpos entrelazados en una región de hielos cercana a Ennis. Los rostros demudados por el miedo marcan otra característica de los científicos. Y para mayor misterio, uno de ellos está vivo.

Mientras tanto el movimiento antiminero vuelve a cobrar bríos al son de los fetos muertos en los vientres de sus madres. La hija de Danvers, que tiene entre sus tareas pendientes recuperar las tradiciones ancestrales de los inuit, participa de las movilizaciones. Su madre lo atribuye a que quiere molestarla. Es que Danvers (Jodie Foster) vive para su trabajo, tanto como Navarro para el remordimiento y la tarea de resolver el crimen de Annie K. En seis capítulos se resolverá de la mejor manera -aunque cierta crítica diga lo contrario- el combo polar de esta serie, la mejor temporada de las cuatro.

Un femicidio horroroso contra una activista antiminera, el misterio de los científicos, la relación entre dos policías que cargan sus propios traumas, la tradición de los inuit con sus propios muertos (que siempre vuelven), la cuestión de la mujer en el ártico inhóspito y, para finalizar, ese Fuenteovejuna que el guión va preparando poco a poco como el cincel de un artista sobre el mármol, hacen que esta temporada triunfe. Ya están online los seis capítulos en HBO Max y por ahí también. Mírenla, es una buena manera de comenzar el año, a pocos días del 8 de marzo, Día internacional de la Mujer. Cuando no en Alaska, sino en la Argentina, se quiere avanzar sobre sus derechos. En este punto, esta producción tiene mucho para enseñar.

[Fotos: prensa HBO]