El ambiente político de cara a las elecciones presidenciales de 2026 ya empezó a generar discusiones y críticas por parte de personajes políticos que han dado a conocer lo que piensan de distintos candidatos y candidatas que buscan ocupar el cargo que ostenta Gustavo Petro. Una de las aspirantes que ha sido objeto de debate es la periodista Victoria Eugenia Dávila Hoyos, conocida como Vicky Dávila.
De acuerdo con el expresidente Juan Manuel Santos, llegó a ser amigo de la comunicadora, pero esa cercanía se desvaneció con el tiempo, según él, por ciertos cambios que empezó a notar en ella.
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“A mí me parece muy triste. Ella se dejó invadir por ese virus del odio y el resentimiento, y eso la llevó a cometer todo tipo de errores y de equivocaciones. Por eso la botaron de RCN (2015), que a mí me lo achaca, falsamente”, explicó el exmandatario en el Foro Perspectivas País 2025 de la revista Cambio, llevado a cabo el 5 de diciembre de 2024.
Según detalló, la periodista lo acusó que haber interferido para que se efectuara su salida del medio de comunicación, llamando a Carlos Julio Ardila, presidente de Organización Ardila Lülle, dueña del informativo. “Eso es absolutamente falso”, insistió.
Además de eso, aseguró que desde que llegó Vicky Dávila a la dirección de la revista Semana, la cual dejó tras anunciar que se uniría a la carrera por la Presidencia de la República, la credibilidad y la calidad han bajado notoriamente. Esto, se debería, justamente, al odio y resentimiento con el que habría ejercido su oficio.
“Se ha venido abajo, se les fueron todos sus buenos columnistas, sus buenos periodistas, está perdiendo mucha plata y hoy su credibilidad está en el suelo”, detalló.
La respuesta de Vicky Dávila: “Traidor”
Sus declaraciones molestaron a la exdirectora de la revista Semana, que en su cuenta de X respondió asegurando que fue él el que empezó a actuar conforme al odio y el resentimiento. “No lo puede disimular con su sonrisa falsa de riquito bogotano que lleva la marca del traidor”, escribió.
Afirmó que la gestión del expresidente durante sus dos periodos de administración (2010-2018) puede ser cuestionable, en primera medida, porque, presuntamente, logró ser reelegido gracias a la inyección de recursos ilícitos de la multinacional Odebrecht.
Añadió también la firma del Acuerdo de Paz con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc-EP) en 2016, que se logró a pesar de que en un plebiscito la ciudadanía demostró que no quería que el Estado pactara la paz con el grupo armado.
En consecuencia, desde su perspectiva, el acuerdo en cuestión fue una imposición del expresidente y de otros políticos que ahora hacen parte del Gobierno de Gustavo Petro y que han sido señalados de haber cometido actos de corrupción. “Es el modus operandi. Lamentablemente, el país está pagando las consecuencias”, precisó.
Añadió: “El 2026 representa una gran oportunidad para que los colombianos se expresen contra lo peor de la política que usted representa, junto a este Gobierno: el ‘petrosantismo’”.
En otra publicación, la periodista mostró su rechazo hacia el presidente Gustavo Petro, pero responsabilizó a los gobernantes que lo antecedieron por su llegada al poder. Pues, la politiquería y los escándalos de corrupción permitieron que la ciudadanía le apostara por primera vez a un gobierno progresista, que ahora también está sumido en irregularidades.
“La gente dejó de creer. Petro es una amenaza para la democracia, pero la corrupción y la impunidad han sido la gran amenaza siempre. Así ocurrió en Venezuela y por eso llegó Chávez”, indicó la periodista y candidata presidencial.