Caso Yessica Calvera: Joven señalado como principal sospechoso confesó el macabro crimen

El hijastro de la víctima fue el primer sospechoso de las autoridades luego de que se descartara que el crimen fuera producto de un intento de robo

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Imagen de Yessica Calvera, la mujer hallada muerta al interior de su apartamento en Bogotá el 2 de junio (Archivo particular)
Imagen de Yessica Calvera, la mujer hallada muerta al interior de su apartamento en Bogotá el 2 de junio (Archivo particular)

El asesinato de la editora de video Yessica Calvera dejó en shock a la sociedad colombiana. Lo que comenzó con su desaparición durante varias horas, tuvo un desenlace fatal cuando se encontró su cuerpo dentro del apartamento en el que residía en la ciudad de Bogotá.

Al principio las autoridades especularon con que el crimen se produjo durante un intento de robo, pero en cuestión de horas dieron con un primer sospechoso: el hijastro de la mujer, de 16 años de edad y que llevaba viviendo más de ocho viviendo con Yessica luego de que esta contrajera matrimonio con su papá.

Cuando el crimen tuvo lugar, el esposo de Yessica y padre del joven se encontraba fuera del país y no quiso referirse al tema en medios de comunicación. Sin embargo, y citando un familiar cercano a la víctima que pidió guardar su identidad, El Tiempo informó que aparentemente el menor de edad confesó el crimen en la madrugada del 2 de junio sobre las cuatro de la mañana, cuando esta se encontraba dormida y era incapaz de defenderse.

Esta versión, que quedó reflejada en el escrito de acusación que presentó el fiscal del caso ante el juez de control de garantías, el motivo por el que habría cometido el homicidio se relaciona con la negativa de Yessica Calvera a permitirle al joven salir de su casa para encontrarse con la que sería su novia.

La fuente habría señalado que no había una mala relación entre ellos, pero al parecer había un antecedente registrado en comisarías de familia donde el sospechoso expresó que no quería seguir viviendo en ese núcleo familiar y prefería mudarse con sus abuelos paternos, llegando a denunciar “abandono” por parte de sus padres. El colegio donde estudiaba también hizo eco de estos comentarios.

En las últimas horas, El Tiempo reportó que tuvo acceso a la confesión escrita del joven por intermedio de la Fiscalía General de la Nación. La información señala que el joven le propinó unas 20 puñaladas a Yessica, la arrastró al baño en el que se encontró su cuerpo, y trató de encubrir los indicios limpiando los rastros de sangre y escondiendo el arma homicida.

En el documento se detalla:

“Sobre las 4:14 de la madrugada el adolescente sostiene una fuerte discusión con su madrastra porque ella se niega a dejarlo salir con su pareja sentimental, (…) acto seguido, el menor va a la cocina, coge un arma cortopunzante, regresa a la habitación y le propinó múltiples heridas en la cabeza, los ojos, los brazos, el pecho, los glúteos y las piernas”

En la confesión habría reconocido que mintió en su declaración inicial a las autoridades y familiares, puesto que en un principio dijo que la puerta del apartamento quedó abierta cuando él salió de la casa, lo que le daba legitimidad a la teoría inicial de un robo. Pero más adelante cambió su versión y dijo que su madrastra había salido a la madrugada con él para acompañarlo a tomar un bus del SITP. En el escrito quedó estipulado que las dos versiones eran mentira.

Cuando el joven cometió el asesinato, salió de la casa sobre las 6:15 a. m. y tomó el bus que mencionó en su confesión. En las cámaras que lo captaron en el momento se le vio escuchando música “sin señales de remordimiento por el hecho que acababa de cometer”, tal y como detalló el fiscal del caso.

De acuerdo con El Tiempo, en el primer reporte publicado sobre la investigación se establecía una línea de tiempo en la que la mujer salió con destino a su trabajo la mañana del 2 de junio, siendo reportada como desaparecida varias horas después por su familia.

En el expediente se desmintió esa versión cuando revisaron las cámaras de video y se concluyó que Yessica nunca salió de su casa esa mañana. La última vez que las cámaras la captaron con vida fue la noche del 1 de junio, aproximadamente a las 9:00 p. m. cuando ingresó a su apartamento acompañada de su hijastro.

El giro clave para esclarecer el caso se produjo cuando, de acuerdo con lo contado a la fuente por uno de los investigadores, los policías que realizaban la inspección de la escena notaron inconsistencias entre la primera declaración del joven y lo registrado en las cámaras de vídeo.

De ahí que los investigadores lo llamaron para que regresara y abriera la puerta del apartamento, ubicado en el conjunto residencial Parque de la Matinata, del barrio Modelia, en la localidad de Fontibón, para hacer la respectiva inspección. Por vía telefónica, el sospechoso dijo que la puerta estaba abierta y no tenía llaves del lugar, pero por el requerimiento de las autoridades tuvo que volver a la vivienda y abrir la puerta.

Cuando los investigadores ingresaron, aparentemente el adolescente entró en pánico y confesó que el cuerpo de Yessica estaba en el baño donde él mismo lo había puesto, según le reportó a la fuente una persona que seguía de cerca el caso. “En ese momento, el victimario adoptó una actitud errática, estaba nervioso y repetía que no sabía qué había hecho ni por qué lo había hecho”, dijo.

En el documento de confesión se estipuló que el menor aceptó “de manera libre y voluntaria” su responsabilidad por el delito de homicidio en circunstancia de agravación punitiva por el asesinato de Yessica Calvera ante un juez de control de garantías. En estos momentos se encuentra bajo custodia de las autoridades en un centro de detención para menores.