Fuerte experiencia y debate el que se vio en el microcine del anexo de la Cámara de Diputados, donde la Fundación Alem proyectó la última película del premiado director Sergio Wolf, Esto no es un golpe.
Se trata de un documental sobre al levantamiento de los carapintadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, que tuvo en vilo a la naciente recuperación de la democracia. Con imágenes inéditas, reportajes a varios protagonistas (desde el ex ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, hasta el líder de los rebeldes, Aldo Rico), y una edición que no oculta las críticas a la Obediencia Debida y el Punto Final, Wolf hizo un excepcional trabajo que sirve para repensar ese momento dramático de la historia reciente.
Al final, Lilia Puig, presidenta de la fundación radical, moderó un debate con Carlos Campolongo, protagonista mediático de esos tiempos cuando la televisión transmitió en cadena durante tres jornadas, día y noche, y Ernesto Tenembaum que en esa época era cronista de Página/12.
Ante la pregunta de si Alfonsín pudo haber hecho otra cosa que limitar los juicios a los militares, Tenembaum dijo que "en ese momento pensaba que sí, ahora no estoy demasiado seguro". Y destacó la manera en que la democracia, con avances y retrocesos, siempre continuó el camino del "nunca más".