Avanza la siembra de trigo en medio de la falta de precipitaciones y restricciones cambiarias

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, faltan sembrar 900 mil hectáreas de este cereal en la zona núcleo. Hay bajo nivel de precipitaciones en el NOA y Córdoba. Preocupación por el nivel de tecnología que utilizarán los productores. Se estima que podría haber un recorte de un 5 a 10 % de área

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Avanza la siembra de trigo en medio de la falta de precipitaciones y las restricciones cambiarias
Avanza la siembra de trigo en medio de la falta de precipitaciones y las restricciones cambiarias

La nueva etapa de la cuarentena en la Argentina para prevenir el coronavirus se extenderá hasta el próximo 28 de junio, y la actividad agropecuaria continuará exceptuada de la misma. En medio de esta situación, avanza la parte final de la cosecha de los cultivos de verano del ciclo 2019/2020.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el momento se ha cosechado el 98,6% del área de soja, y la proyección de producción total sigue en 49,5 millones de toneladas. Y además, la cosecha de maíz ya alcanzó el 55,6% del área, con una estimación de producción de 50 millones de toneladas.

Pero también continua transitando sus primeros tramos la siembra de trigo de la campaña 2020/2021. Los economistas de la Fundación Mediterránea recordaron que el cereal se siembra en otoño y se cosecha en primavera. Se trata de una actividad muy importante en términos de ingresos para determinadas zonas del país, como el sudeste de Buenos Aires, y que acompaña a la soja en los sistemas de producción de muchas otras regiones, en la conocida secuencia productiva trigo – soja de segunda, que permite la intensificación y el doble uso de la tierra en una misma campaña, y por ende una mejor distribución de costos fijos y gastos de estructura en los establecimientos agrícolas.

De acuerdo al panorama presentado por la Bolsa de Buenos Aires, ya se sembró el 30% del área proyectada en 6.800.000 hectáreas, pero con algunas complicaciones que están relacionadas a la falta de precipitaciones en el NOA y en Córdoba, pero también por la elevada incertidumbre que existe entre los productores como consecuencia de las últimas decisiones que ha tomado el Banco Central que afecta al mercado de insumos agropecuarios, como agroquímicos y fertilizantes.

Si bien para ayer y hoy se pronosticaron precipitaciones de variada intensidad para el noroeste de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, la ausencia de las lluvias en otros distritos de la región núcleo, hace crecer la preocupación de los productores, y limita seguir con las labores de siembra de trigo.

El área de siembra de trigo podría caer en la zona núcleo por los efectos del clima y la incertidumbre por las restricciones cambiarias
El área de siembra de trigo podría caer en la zona núcleo por los efectos del clima y la incertidumbre por las restricciones cambiarias

“Hay pocos movimientos de siembra, con poca humedad para seguir”, comentaron en la región núcleo. Según los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, el avance de siembra en la región es del 50%, y faltan 900 mil hectáreas para completar la intención. Pero la falta de agua pone en jaque la franja oeste de la zona productiva más importante de la Argentina. Un panorama que podría provocar una baja de entre un 5 y 10% del área en el este de Córdoba y el centro sur de Santa Fe, de acuerdo a lo que proyecta la entidad.

En el último informe los especialistas señalaron: “En el norte bonaerense la humedad en profundidad está, pero la superficie se ha ido secando, y si no llueve no se va a poder sembrar el 5% de suba que se esperaba. Es muy difícil que se concrete el crecimiento del área. En estas condiciones puede haber un recorte de 50 mil a 200 mil hectáreas. Habrá que ver cómo se comportan las lluvias. Los pronósticos a corto plazo señalan lluvias para viernes y sábado, pero solo llegarían al este de la región. Para una parte del oeste del área núcleo podría ser el final a la siembra del presente ciclo”.

Medidas oficiales

A la problemática climática que afecta a algunas regiones productivas del país, se suman las decisiones que ha tomado en las últimas semanas el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

La última medida implementada por la entidad que preside Miguel Pesce, quien el lunes se reunirá por videoconferencia con los dirigentes de la Mesa de Enlace, instrumentó nuevas reglas para las empresas que recurrieran al Mercado Único y Libre de Cambio (MULC) para obtener dólares al precio oficial de unos 70 pesos para así pagar sus importaciones. Básicamente el BCRA determinó que la divisa no sería aprobada a las empresas que ya tuvieron dólares en su poder.

A partir de esta decisión, los productores agropecuarios alertaron que muchas empresas de fertilizantes y agroquímicos dejaron de brindar cotizaciones y entregar productos a sus clientes. Sin embargo, desde la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa) aseguraron en declaraciones a Télam que, “está garantizado el abastecimiento de insumos para la campaña de trigo y que los precios de los productos continúan establecidos al valor del dólar oficial”.

Los dirigentes de la Mesa de Enlace se reunirán el lunes con el presidente del Banco Central de la República Argentina
Los dirigentes de la Mesa de Enlace se reunirán el lunes con el presidente del Banco Central de la República Argentina

“En plena siembra triguera hay una gran incertidumbre por las últimas medidas económicas", comentó un ingeniero de San Antonio de Areco, cuyo testimonio se publicó en el reporte semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario. Además, un técnico de Bigand,dijo: “Se perdió la referencia del costo. Hay entregas de insumos pero sin determinar el precio o el tipo de cambio. Los productores no quieren arriesgar una compra que lleve a márgenes negativos". En otros casos hay fertilizantes que aumentaron su precio en dólares, también se comenta en el sondeo semanal de la Bolsa rosarina.

Los ingenieros señalan que el impacto afectará a los tres cultivos más importantes en área y rinde. Pese a la pronunciada falta de agua, el trío de cultivos trigo, soja y maíz generó 38,5 millones de toneladas en la región núcleo en la anterior campaña por el sostén que brindó la tecnología y las rotaciones.

En trigo, la falta de agua y el aumento de costos, que aún es incierto, en zonas donde se pensaba aumentar el área de 5 a 10% ahora estiman bajas de 5 a 10%. En maíz, hasta la semana pasada se estimaba una siembra similar o ligeramente superior a la del año pasado. Ahora las intenciones exhiben caídas muy amplias entre sí, 5% a 30%. La soja de primera, el cultivo que se pensaba reemplazar parcialmente para mantener o subir las rotaciones con gramíneas, podría tomar el hectareaje que dejen estas últimas y crecería en el nuevo escenario.

Todos los técnicos coinciden en que “ya no se aplicará en trigo el mismo paquete tecnológico que se pensaba hace una semana. Algunos van más lejos y explican que en los cultivos con fuerte necesidad de fertilizantes, como las gramíneas, el uso de tecnología caerá en forma abrupta y cuando la incertidumbre predomina, la variable de ajuste inmediata es la inversión en tecnología. Ello significa menor productividad unitaria”, manifestaron desde la Bolsa de Rosario.

Impacto económico

En todo este contexto, economistas de la Fundación Mediterránea estimaron que la posibilidad de deterioro de la rentabilidad que produciría la cuestión climática en la producción de trigo, a lo que se suma el tema cambiario, puede hacer resentir el flujo de inversión del sector “en más de 200 millones de dólares y el costo en términos de producción exportable no generada podría exceder los 500 millones de dólares”.

Para la Fundación Mediterránea, el escenario más favorable y probablemente optimista sería que la siembra continúe a buen ritmo hasta cubrir las 6,8 millones de hectáreas, con el mismo nivel de paquete tecnológico aplicado en la anterior campaña, que podría derivar en un rendimiento medio de 32 quintales por hectárea, y una producción de 21,8 millones de toneladas, que serían unas 2,5 millones de toneladas de crecimiento en relación a la campaña anterior.

Por otro lado, el informe de la Fundación proyecta un escenario que sería negativo, donde en algunas zonas del país no se lograría sembrar la superficie prevista en el inicio de la campaña, a lo que se sumaría una caída en la calidad de la tecnología a aplicar, lo que podría resentir el rendimiento medio a 28 quintales por hectárea, de manera que la producción alcanzaría las 17,4 millones de toneladas, que implicaría una contracción de 1,9 millones.

Por último, se proyectó un tercer escenario, que es intermedio, y que podría significar una producción de 19,6 millones de toneladas, 0,3 millones de toneladas de aumento en comparación con la campaña 2019/2020.

En cuanto al saldo exportable y generación de divisas, y considerando los tres escenarios productivos planteados, la campaña 2020/21 podría estar generando un saldo de entre 13,4 y 15,6 millones de toneladas, considerando un uso estable para molienda interna de 6,2 millones de toneladas. El monto de divisas que permitiría generar este excedente, a precios futuros de enero 2021 (considerando a éste como un precio que podría aproximar al valor promedio de todas ventas externas del ciclo), estaría totalizando entre USD 2.400 y USD 3.345 millones.

En perspectiva del último ciclo, según las proyecciones de la Fundación Mediterránea las exportaciones de trigo grano podrían presentar una caída de hasta USD 575 millones (peor escenario, que combina caída de área con rindes medios menores) o una suba de USD 370 millones (mejor escenario, que combina aumento de área con rindes medios mayores).

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