El trabajo remoto dejará de aplicarse desde el 2023 en el Perú, pero con polémicas reglas del Congreso

Las infracciones y obligaciones que recaen sobre el empleador serán más rígidas, pero distintas en el caso de las empresas privadas y las entidades públicas.

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El trabajo remoto es una medida excepcional que no requiere un acuerdo de partes. | Foto: Agencia Andina
El trabajo remoto es una medida excepcional que no requiere un acuerdo de partes. | Foto: Agencia Andina

Con la finalidad de regular el teletrabajo en las entidades de la administración pública, así como en las instituciones y empresas privadas, el Pleno del Congreso de la República aprobó la semana pasada, por mayoría (97 votos a favor, 0 en contra y 3 abstenciones) la nueva Ley del Teletrabajo, ya que a partir del 2023 ya no se podrá utilizar el trabajo remoto.

El titular de la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología, Flavio Cruz Mamani (PL) aseguró que la iniciativa legislativa fue declarada viable por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) y la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir) y que las observaciones planteadas por estas entidades fueron aceptadas.

Cabe señalar que, el trabajo remoto es una medida excepcional que no requiere un acuerdo de partes ni obliga al empleador a compensar al trabajador si proporciona alguna condición que lo haga posible. En cambio, el teletrabajo contempla el pago de una compensación en caso el trabajador proporcione las condiciones necesarias para implementar el teletrabajo.

CUESTIONAMIENTOS

En este caso, en relación al teletrabajo, la ley establece derechos y obligaciones, las modalidades para su implementación, entrega, uso y cuidado de equipos, herramientas de trabajo y la compensación de gastos, así como el tiempo de jornada laboral y desconexión digital.

Sin embargo, lo aprobado introduciría aspectos que harían más rígida la modalidad del teletrabajo y crearía nuevos costos para el empleador. Por ejemplo, con los cambios hechos por la ley, el no respetar el derecho de desconexión de un teletrabajador califica como una infracción muy grave.

Además, no aportar los equipos al teletrabajador para que realice sus labores o no pagarle una compensación por los costos derivados del teletrabajo también son consideradas infracciones graves.

El empleador deberá pagar por los gastos en los que incurra el trabajador para la realización de sus labores como el Internet o el consumo de energía eléctrica.

En cambio, en el caso de entidades públicas, estas solo deberán entregar equipos a sus trabajadores hasta cuando tengan capacidad.

El no respetar el derecho de desconexión de un teletrabajador califica como una infracción muy grave. | Foto: EFE/EPA/SASCHA STEINBACH
El no respetar el derecho de desconexión de un teletrabajador califica como una infracción muy grave. | Foto: EFE/EPA/SASCHA STEINBACH

TELETRABAJO COMO OPORTUNIDAD

Por otro lado, el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Juan Lira, afirmó el último jueves que el teletrabajo ha cambiado la forma de ver y hacer las cosas diarias. Enfatizó que, desde el 2020, “todos hemos enfrentado cambios radicales en nuestro estilo de vida y forma de trabajar, debido a la llegada del covid-19. En estos tiempos de pandemia, el teletrabajo se ha convertido en una oportunidad.”

Lira sostuvo que, gracias a las tecnologías informáticas y digitales, no solo se ha producido el cambio del lugar de trabajo (de la oficina a la casa), sino que los trabajadores empezaron a construir una vida virtual.

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