‘El Duque’ y la piurana: La intensa historia de amor de Pilar Pallete y John Wayne que tuvo como cómplice a la selva peruana

Un romance sin limitaciones en la meca del cine mundial. La ciudad de Los Ángeles se convirtió en uno de los hogares favoritos de aquellos que llegan con su maleta de sueños para lograr conquistar esta industria que genera millonarias ganancias al año. Es allí donde se desarrolló una de las relaciones más populares protagonizada por una joven actriz peruana y un experimentado artista y figura de las películas del “viejo oeste”.

En este viaje en el tiempo nos ubicaremos en 1952. La estrella del cine, John Wayne, inició una travesía en Perú con la finalidad de encontrar locaciones en Tingo María para la filmación de su película “El Álamo”. Necesitaba dar vida a su proyecto, del que participaba como productor, director y protagonista.

‘The Duke’ -como era conocido- aterrizó en el país en medio de una crisis en su vida personal tras derrumbarse su segundo matrimonio con la intérprete mexicana Esperanza Bauer, que estaba decidida a dar un paso al frente por el divorcio. Su viaje lo ayudó a despejar la mente y para recibir la asesoría correspondiente, contrató a un inmigrante americano-irlandés de nombre Richard Weldy, quien se encargaba de expediciones por la Amazonía. Su viaje los llevó a la ciudad ubicada entre las montañas andinas y la selva, donde encontró a un grupo de cineastas grabando las escenas de otra película.

EL PRIMER ENCUENTRO

Mientras le ofrecían una variada información sobre el lugar en el que se encontraba, Wayne despertó su curiosidad cuando vio bailar a una joven que se movía al ritmo de las llamas de fuego que nacían de una fogata. Ella dejaba que el viento mueva su cabello largo y negro y, descalza, seguía la coreografía pautada.

Pese a que estaban rodeados de varias personas, el actor y la danzante de nombre Pilar Pallete -heredera del exsenador peruano Miguel A. Pallete Cañote y esposa del guía Weldy- se involucraron en una conversación compleja, ya que él no entendía el castellano del todo; y ella solo soltaba algunas frases con un inglés básico, pero deducible. Esta charla también evidenció las diferencias entre ambos, como la edad: la peruana de 20 años y el estadounidense de 46.

Un hecho curioso que narró Aissa, la hija de los dos, en el libro “John Wayne: mi padre” describe un momento de la plática, cuando la norteña lo felicita por su presencia en la película “Por quién doblan las campanas”, destacando que su interpretación había sido fantástica. La estrella de cine solo atinó a bosquejar una sonrisa para corregirla, y responder al cumplido, respondiendo que la persona que tomó el papel fue su amigo Gary Cooper, no él.

UNIDOS POR EL DESTINO

La nacida en Paita -en el norte de Perú- ya atravesaba un conflicto en su relación con Richard Weldy cuando conoció a John Wayne. Tras poner fin a este vínculo, tomó la decisión de internacionalizar su carrera, enfocando sus esfuerzos en llegar a Hollywood para participar en castings para cine, teatro y televisión. Ya con su pase a Warner Bros. su ingreso a Estados Unidos llegó a oídos de la leyenda de los westerns, quien no había olvidado a esa mujer que conoció el año anterior. Sin pensarlo dos veces, la localizó y retomaron el contacto, enamorándose sin limitaciones.

Bastaron dos años para que coincidan en el ideal de vivir un romance interminable. Para el 1 de noviembre de 1954, los actores recibieron la notificación del divorcio oficial del famoso con la actriz mexicana. Celebraron el suceso casándose en Hawáii a las pocas horas.

EL DIVORCIO

Con el nacimiento de sus dos hijos, Aissa y Ethan -luego vendría Marisa-, la familia se mudó al balneario de Newport Beach, en California. Allí intentarían buscar calma y ayuda médica luego de que al actor de ‘The quiet man’ le detectaran cáncer al pulmón.

La unión duró hasta 1973, cuando los intentos por mantener a salvo el matrimonio no funcionaron más, por lo que eligieron distanciarse para el beneficio de ambos. Tuvieron que lidiar con la fama, la enfermedad terminal de él y el interés de otros actores por conocer a Pallete. Incluso, hasta el mismo Marlon Brandon intentó acercarse a ella por medio de Wayne, sin saber que eran pareja.

POLÉMICO TESTAMENTO

Tras perder la vida a causa del cáncer, los bienes y ganancias de John Wayne fueron repartidas de acuerdo a lo indicado en su testamento. Su fortuna fue dividida entre sus 7 hijos y dos esposas. Pese a que Pilar Pallete lo acompañó hasta su último respiro fue desheredado. No obstante, había dejado grandes sumas de dinero a sus 2 secretarias.

Al no firmar un divorcio previo, la peruana decidió cómo iban a enterrar su cuerpo. Como medida de protección, eligió que sus restos descansen en el cementerio Pacific View Memorial Park, en Florida. Para alejar a los profanadores, marcó la lápida con este mensaje en español: “Feo, fuerte y formal”. La inscripción se mantuvo por casi 20 años, luego de este tiempo, fue cambiada.

De Pilar se conoce muy poco actualmente. Hoy tiene 93 años, vive en California junto a su familia y en 2007 hizo una aparición pública para celebrar los 100 años del natalicio de John Wayne. En ese homenaje, recordó a aquel artista con quien había compartido muchas vivencias y dijo lo siguiente: “Mi vida no volvió a ser la misma sin él. Fue el mejor padre que les pudo haber tocado a mis hijos. Lo extraño mucho”.

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