Conoce a la rana con nariz de tapir: descubren una nueva especie en la selva amazónica de Loreto

Investigadores de un equipo internacional pudieron encontrarla con la guía de los locales y el peculiar “llamado” que hace esta especie de rana.

Compartir
Compartir articulo
Hallaron una nueva especie de rana excavadora en Loreto. | Foto: Museo Field (Chicago, EEUU)
Hallaron una nueva especie de rana excavadora en Loreto. | Foto: Museo Field (Chicago, EEUU)

Una extraña nueva especie de rana fue descubierta en la cuenca baja del Putumayo en Loreto gracias a sus ‘pitidos’. Tiene un hocico largo y curvado hacia abajo, como el de un tapir, que le sirve para excavar bajo tierra.

La especie fue bautizada como Synapturanus danta. Synapturanus es el nombre del género ya existente al que pertenece la especie, y danta es el español para “tapir”.

Tiene la piel de color rojo pardusco oscuro, un “cuerpo hinchado” y mide solo 0,7 pulgadas (1,79 cm). Además, tiene un pecho y un vientre de color amarillo cremoso, con motas marrones. Todo apunto a que está adaptado al suelo blando de las turberas amazónicas.

Michelle Thompson, investigadora del Centro de Acción Científica Keller en el Museo Field de Chicago, es una de los investigadores que realizó el estudio que describió a esta rana. Junto a los demás investigadores, sostiene que pudieron encontrarla gracas a sus llamadas distintivas.

“Estas ranas son realmente difíciles de encontrar, y eso lleva a que no se estudien”, dijo.

“Es un ejemplo de la diversidad oculta de la Amazonía, y es importante documentarlo para comprender la importancia de las funciones del ecosistema. Parece una caricatura de un tapir, porque tiene un cuerpo grande y abultado con una cabeza diminuta y puntiaguda”, agregó.

COMUNIDADES NATIVAS YA SABÍAN DE SU EXISTENCIA

La gente de la comunidad nativa Tres Esquinas ya sabía desde hace mucho tiempo sobre la pequeña rana excavadora. El nombre local que le dieron es “rana danta”, que se traduce como “rana tapir”.

Por ello, fue gracias a la ayuda de guías locales que el equipo internacional de investigadores pudo encontrarla en noviembre de 2019 y darle un nombre científico oficial.

“Las ranas de este género se distribuyen por todo el Amazonas, pero dado que viven bajo tierra y no pueden llegar muy lejos excavando, los rangos en los que se distribuye cada especie son bastante pequeños”, dijo Germán Chávez, miembro del Instituto Peruano de Herpetología de Perú, también autor del estudio.

Mapa de ubicación del lugar de investigación. | Foto: Infobae
Mapa de ubicación del lugar de investigación. | Foto: Infobae

RECORRIDO PARA ENCONTRAR A LA RANA

Los guías locales llevaron a los investigadores a áreas de turberas, que son humedales alfombrados con césped hecho de materia vegetal en descomposición.

Thompson cuenta que mientras avanzaban estuchaban un “bip-bip-bip” proveniente del subsuelo. Esto les hizo sospechar que podría tratarse de una nueva especie de rana excavadora. Entonces, el equipo buscó de noche, momento en el que las ranas estaban más activas.

Chávez relató que en su primera noche lograron capturar algunas especies jóvenes, pero a las 2:00, 3:00 a.m. ya estaban cansados. No fue hasta después de tres largas noches que volvieron a oír el pitillo y excavaron con sus manos.

“Podíamos escucharlos bajo tierra, haciendo bip-bip-bip, y nos deteníamos, apagábamos nuestras luces, y escarbábamos, y luego escuchábamos de nuevo. Después de unas horas, uno saltó de su pequeña madriguera y gritamos: ‘¡Alguien lo agarra!’”, relató Thompson.

Tras capturar a las ranas adultas, los investigadores realizaron un análisis del ADN para confirmar la nueva especie.

Foto: evolsyst
Foto: evolsyst

PARTE IMPORTANTE DEL ECOSISTEMA

El equipo cree que el comportamiento de excavación de las ranas, que las hizo difíciles de encontrar, probablemente las convierte en una parte importante de las turberas.

“Dado que encontramos esta nueva especie en las turberas del Amazonas, no sería extraño que estuviera restringida a este entorno. La forma de su cuerpo y su aspecto general parecen estar adaptados al suelo blando de las turberas, en lugar de la forma robusta y más ancha de las especies en otros entornos”, afirmó Chávez.

Por ello, los investigadores manejan la hipótesis de que contribuyen al ciclo de nutrientes y al cambio de la estructura del suelo. Pero, en el futuro, quieren confirmar si S. danta está restringida a un hábitat de turberas.

“Creo que las posibilidades de que esta rana sea especialista en humedales son altas, pero aún falta ir más allá en esta investigación para confirmarlo”, dijo Chávez.

Ya pueden leer el estudio, publicado en la revista Evolutionary Systematics.

SEGUIR LEYENDO