Revelan que en un remoto pueblo de Nueva Zelanda casi ocurre el mayor magnicidio del siglo XX

Tras casi cuatro décadas de silencio, el servicio de inteligencia neozelandés desclasificó una serie de documentos de la investigación detrás del intento más cercano de asesinar a la reina Isabel II de Inglaterra en 1981

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La Reina Isabel II camina alrededor del Octágono, el centro de Dunedin. No sabe que su vida corre peligro
La Reina Isabel II camina alrededor del Octágono, el centro de Dunedin. No sabe que su vida corre peligro

El joven adolescente, rubio, de diecisiete años, pasó desapercibido por la recepción del edificio Adams con una pistola envuelta en unos vaqueros viejos.

Había elegido el lugar a último minuto pero -confiado-subió las escaleras hasta el quinto piso y entró dentro de un baño abandonado.

Allí desembaló el rifle calibre 22 que había robado, se puso los guantes, abrió la ventana y esperó.

Luego de cinco minutos, vio un Rolls Royce acercándose a su posición a través de una carretera cerrada.

A 200 metros de donde apuntaba con su arma, podía escuchar a la multitud ovacionando la llegada de su blanco al Museo Otago, en la ciudad de Dunedin, Nueva Zelanda.

Había llegado el momento. En cuestión de segundos podía convertirse en el autor del mayor magnicidio del siglo XX.

Colocó el rifle en su hombro y observó a través de la mira telescópica.

Apuntó: en la mira estaba la Reina de Inglaterra.

El edificio Adams desde donde Christopher Lewis intentó asesinar a la reina Isabel II en 1981
El edificio Adams desde donde Christopher Lewis intentó asesinar a la reina Isabel II en 1981

Una serie de documentos recientemente desclasificados revelan el intento más cercano de matar a la Reina Isabel II, la monarca más longeva del mundo, en 1981.

Christopher John Lewis nació en Dunedin el 7 se septiembre de 1964. Aún siendo un niño, fue expulsado de un jardín de infantes por empujar a un niño de un tobogán, según testificó en sus memorias, Last Words ("Últimas palabras"), publicadas después de su muerte.

Su padre lo abandonó y luego de unos años su madre se volvió a casar. Según Lewis, su padrastro era un severo disciplinario que frecuentemente lo flagelaba con su correa.

"Ese sabor a violencia me hizo ser resentido y voltearme hacia adentro", escribió Lewis.

No aprendió a leer ni a escribir hasta los 8 años. Su educación fue sucesivamente interrumpida por una serie de expulsiones: en primaria por "irritar a sus maestros", en escuela intermedia por llevar una revista pornográfica a la escuela y en secundaria por "pelear siempre y meterse en problemas".

En secundaria fundó una banda criminal: el "Ejército Guerrillero Nacional Imperial" (N.I.G.A, por sus siglas en inglés). Junto a dos amigos de su ex escuela primaria Anderson Bay, robaron cinco rifles de calibre 22 que pertenecían a su ex colegio, una iglesia, un local deportivo, un establecimiento de armas e incendiaron un negocio de películas.

Luego progresaron hacia crímenes mayores: con sus nuevas armas robadas, atentaron exitosamente contra la Oficina de Correos de Anderson Bay. Recaudaron 5.244 dólares.

La Oficina de Correos de Anderson Bay
La Oficina de Correos de Anderson Bay

El 14 de octubre de 1981, la reina Isabel II inició su gira de ocho días por Nueva Zelanda, su sexta visita al país.

En un momento determinado, mientras la monarca se acercaba al Museo Otago, varios de los 3.500 espectadores que se habían acercado a recibir a la monarca escucharon el ruido de un disparo. Pero las autoridades les dijeron que el ruido era debido a la caída de una valla. No hubo pánico.

Al otro día, los medios de comunicación citaron a la policía reafirmando que el impacto de una valla contra el piso causó un ruido similar al de un arma de fuego. Sin embargo, se inició una investigación alrededor de los hechos.

Incidentalmente, la policía se topó con Lewis mientras buscaban posibles testigos de un robo a mano armada no relacionado. Cuando golpearon la puerta de Geoffrey Rothwell, un miembro de la banda criminal de Lewis que lucía nervioso y llevaba puesto una chaqueta de camuflaje que encajaba la descripción de los ladrones, los tres adolescentes fueron interrogados.

Un dibujo del baño en el edificio Adams, con la letra “A” marcando la posición de Lewis durante el intento de magnicidio
Un dibujo del baño en el edificio Adams, con la letra “A” marcando la posición de Lewis durante el intento de magnicidio

Lewis admitió a una serie de robos y a ser el jefe de NIGA. Los oficiales confiscaron un arsenal de armas de la residencia del joven, pero notaron que el embalaje de un rifle BSA .22 estaba vacío. Además, el piso del sospechoso estaba cubierto de periódicos de la familia real y un mapa del Octágono dibujado a mano titulado "Operación Ass QUEB".

Bajo presión, Lewis le explicó a la policía como llegar al baño del quinto piso del edifico Adamas, donde encontraron el arma restante y un cartucho usado.

Fue entonces que unieron los puntos: el colegial adolescente no era tan solo un ladrón, sino un presunto asesino. 

Lewis fue entrevistado bajo sospecha de intentar asesinar a la reina ocho veces a lo largo de un periodo de 13 días, según el expediente policial oficial.

De ser acusado, el joven enfrentaba una potencial condena de traición.

¿La pena? La muerte.

Christopher John Lewis en 1987
Christopher John Lewis en 1987

Poco a poco, durante el periodo de interrogación, los investigadores entendieron que frente a ellos estaba sentado un chico raro, distinto e intrépido.

"No tengo fobias antinaturales ni nada de eso. Le tengo miedo únicamente al 'Muñeco de Nieve'", le dijo a la policía.

Lo describió como un hombre inglés de 22 años,  172 centímetros de altura, pelo negro corto y un "temperamento rudo" que conoció por casualidad en un café.

Allí el 'Muñeco de Nieve' le contó sobre el Frente Nacional pro-nazi en Inglaterra y le dijo que grupos similares estaban "brotando" en Nueva Zelanda.

Los documentos desclasificados confirman que Christopher Lewis fue inicialmente acusado por intento de traición
Los documentos desclasificados confirman que Christopher Lewis fue inicialmente acusado por intento de traición

Lewis dijo que su último encuentro con el 'Muñeco de Nieve' fue dos días antes de la visita de la reina al país. Tras ser consultado sobre su capacidad de "voltear" a la monarca, el joven entendió que su oportunidad para convertirse en el mejor criminal de Nueva Zelanda había llegado. 

En los documentos, los policías escribieron que Lewis denotaba un patente temor hacia el 'Muñeco de Nieve'. En una ocasión le pidió a un detective sentarse lejos de la ventana para evitar recibir un disparo.

No obstante, cuando la policía le sugirió que él era el verdadero 'Muñeco de Nieve', Lewis quebró.

"He estado diciendo una serie de falsedades… Ahora deseo corregir algunas cosas", dijo. "El mayor problema es sobre dos personas que he llamado el Muñeco de Nieve y el Oso Polar. Estas personas no existen. Son productos de mi imaginación".

La vista aérea desde la ventana del baño del quinto piso del edificio Adams. Entre los árboles está el Museo Otago
La vista aérea desde la ventana del baño del quinto piso del edificio Adams. Entre los árboles está el Museo Otago

El 2 de noviembre de 1981, Lewis fue acusado por posesión de un arma en un espacio público y por dispararla.

Parecía decepcionado. "Sólo dos cargos, ¿qué?", cuestionó. "Si la bala le hubiera dado, ¿sería traición?"

"Ignoré la pregunta", escribió el oficial en los documentos.

Catorce años después, el hombre que en su adolescencia se enorgullecía por ser terrorista se había convertido en budista y disfrutaba de unas vacaciones que financió el gobierno de Nueva Zelanda.

En noviembre de 1995, la reina de Inglaterra visitó la capital neozelandesa para asistir a las Conversaciones de Jefes de Gobierno del Commonwealth (CHOGM). Ante la posibilidad de que Lewis, ya de 31 años de edad, intentara nuevamente de asesinar a Isabel II, la policía decidió mandarlo de vacaciones.

El Sargento Tom Lewis
El Sargento Tom Lewis

Según el Sargento Tom Lewis, que denunció a las autoridades por encubrir la verdad del caso Lewis en 1981, el entonces Primer Ministro de Nueva Zelanda, Robert Muldoon, ordenó a los policías ocultar lo que había sucedido para que la reina no tema por su vida durante sus visitas al país.

Para Lewis, fue por eso que aunque el sospechoso fue inicialmente acusado de "intento de traición", sus cargos fueron degradados a posesión y disparo de un arma de fuego en un espacio público.

El 10 de diciembre de 1981, el acusado fue condenado a tres años de prisión tras declararse culpable de 17 crímenes, incluyendo robos e incendios premeditados.

Sin embargo, su verdadero crimen se mantuvo secreto durante casi cuatro décadas.

Christopher Lewis comparece ante el Tribunal de Distrito de Auckland el 19 de diciembre de 1996, acusado del asesinato de Tania Furlan
Christopher Lewis comparece ante el Tribunal de Distrito de Auckland el 19 de diciembre de 1996, acusado del asesinato de Tania Furlan

En 1983, cuando salió de la cárcel, planeó el asesinato del príncipe Carlos, el hijo mayor de la reina Isabel II, que estaba de gira por Nueva Zelanda con la princesa Diana y su hijo William, pero no logró llevar su plan a cabo.

Fue posteriormente detenido varias veces por una variedad de crímenes, incluyendo un homicidio. Pasó su vida entrando y saliendo de la cárcel, hasta que el 23 de septiembre de 1997, cuando tenía 33 años, se suicidó en la prisión de Mount Eden, en Auckland. 

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