Un conjunto de al menos seis celdas con un baño en el pasillo; una colchoneta sobre una base de cemento y y una pequeña almohada, esas son algunas de las características que tienen los calabozos de la comisaria de la Policía Nacional en España, donde pasará la noche Alonso Ancira Elizondo, dueño de la empresa Altos Hornos de México (AHMSA) y uno de los empresarios más poderosos del país.
Cada calabozo acoge a un mismo inquilino un máximo de 72 horas, tiempo en el que suele pasar a disposición judicial. Al llegar, los agentes les proveen a los detenidos de una manta y una toalla de aseo, los únicos dos lujos que tienen permitidos, pues ni siquiera está permitido fumar.
Al llegar, cada persona es despojada de todas sus pertenencias, incluidos los cordones de los zapatos. El baño es común, aunque la celda generalmente es individual. Los detenidos están en constante vigilancia y en la mayoría de los casos tienen prohibidas las visitas. Debido a que los calabozos están en fila, no se tiene contacto visual con otra cosa que las cuatro paredes de concreto que lo forman.
La situación de estrés, los gritos y a veces los quejidos de los detenidos hacen que la ansiedad sea recurrente. En teoría, tienen derecho a tres comidas diarias, sin embargo, no siempre es así. Al respecto, medios nacionales de gran envergadura como El País, han informado en distintas ocasiones que los detenidos han sido privados de alimento y bebida por los agentes de la Policía Nacional.
En 2012, por ejemplo, un estudiante denunció las malas condiciones de los calabozos en España. Según su testimonio, fue golpeado por los agentes y cuando a la mañana siguiente de su detención les pidió agua, la respuesta de las autoridades fue que "eso no era un hotel".
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Las condiciones son duras. El sitio es frío y apenas penetran los rayos del sol en estos calabozos. Las puertas generalmente son de metales y sólo una pequeña rendija en la parte de arriba permite que los agentes puedan ver desde afuera al prisionero.
Esa diminuta apertura horizontal evita que el detenido sepa lo que ocurre fuera. La forma de las instalaciones además, ocasione que la temperatura pueda bajar hasta los ceros grados en invierno y subir hasta los 40 en verano. Todo ello, en definitiva, hace que la estancia en los calabozos de España sea una experiencia que nadie quiera vivir.
Este martes, Ancira Elizondo, uno de los empresarios más ricos de México, tendrá que pasar la noche en uno de estos calabozos, luego de haber sido detenido en Mallorca. Se espera que su extradición ocurra en breve; mientras tanto, tendrá que someterse a las condiciones de la justicia española.