El personal que abandonó a una mujer enferma afuera del Metro, confundió una embolia con estado de ebriedad

(VIDEO: Grupo Reforma)

El pasado 19 de febrero, María Guadalupe Fuentes Arias, de 56 años, perdió la vida por la presunta negligencia de Policías del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

De acuerdo a las primeras versiones de los agentes, la mujer, que sufrió un desmayo en los andenes de la estación Tacubaya, a causa de un infarto cerebral, recibió atención de socorristas dentro de la jefatura del lugar; sin embargo el diagnóstico fue erróneo, pues consideraron que la víctima se encontraba en estado de ebriedad y no requería hospitalización.

"Procedieron a practicarle los primeros auxilios a la persona afectada, realizándole la valoración correspondiente y tomándole signos vitales, diagnosticando que se encontraba en estado etílico y que no ameritaba traslado a un hospital", mencionó el líder sindical Fernando Espino Arévalo a Reforma.

Espino Arévalo especificó que en el caso hay varios responsables, pues los paramédicos de la ambulancia 4 de la alcaldía Miguel Hidalgo fueron quienes revisaron a María Guadalupe.

Por su parte, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, defendió la postura del dirigente."Llegó una ambulancia y se llevó a la persona. Hay una cadena de responsabilidades porque no puede ser que si la ambulancia no se lleva a la persona ocurra lo que ocurrió".

También, personal del Metro capitalino protegió a la jefa de estación, de quien dijeron su única culpabilidad era "haber incluido en su reporte el dato que proporcionó al PBI de que la persona referida había salido por sus propios medios de la estación".

Un documento obtenido por Reforma, detalla que las autoridades del transporte público afirmaron que el día 16 de febrero a las 10:40 horas, la mujer se retiró por sus propios medios por el acceso norte.

Erick Sánchez, paramédico que atendió días después a María Guadalupe, aseguró que los vendedores ambulantes de la zona le explicaron que ésta llevaba un día desaparecida. "No se veía en situación de calle o que hubiera tomado", señaló.

El pasado martes se dio a conocer que María Guadalupe había sido abandonada por cinco uniformados del Metro, luego de sufrir un ataque cerebral isquémico y permanecer tres horas en la oficina de estación. Al menos 26 horas duró en calidad de desaparecida.

Los presuntos responsables

Según el líder sindical, Fernando Espino Arévalo, la jefa de estación fue despedida injustificadamente, pues cuando ésta llegó (a las 07: 34 horas) se encontró que en el local 6, contiguo a su oficina, estaba María Guadalupe.

Un elemento de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) le comunicó que a las 07:10 horas encontró a la usuaria desvanecida en el Mezzanine 1 y la llevaron a la jefatura de estación. "Se encontraba sin poder coordinar sus movimientos y con dificultad para comunicarse", detalló Espino.

"Al ver la situación nuestra compañera (la jefa de estación) procedió, aproximadamente a las 08:15 horas, a comunicarse con la reguladora del centro de comunicación para que solicitara el apoyo de la ambulancia y del personal paramédico".

Cuarenta minutos después, arribó la ambulancia 4 de Protección Civil de la alcaldía Miguel Hidalgo, y al revisarla le diagnosticaron embriaguez por lo que descartaron el traslado a una clínica.

Tras la revisión médica, un agente de la PIB le informó a la jefa que la mujer se había ido por su propio pie, por lo que ésta procedió a realizar su reporte.

Admiten responsabilidad del Metro

En conferencia el Gobierno de la Ciudad, a través de su Secretaría de Seguridad Ciudadana y el Sistema de Transporte Colectivo Metro, asumió la responsabilidad de negligencia en la que ocurrieron los funcionarios públicos que derivó en la muerte de María Guadalupe Fuentes, abandonada fuera de la estación Tacubaya.

"Reconozco de manera personal e institucional la mala y deficiente actuación de cinco elementos de la Policía Bancaria e Industrial que participaron en los hechos. Estos elementos actuaron de manera inhumana y sin apego a protocolo alguno", mencionó Jesús Orta, jefe de la policía.

Por su parte, la procuradora capitalina, Ernestina Godoy, se comprometió de manera personal a que habrá justicia en este caso.