La desesperada búsqueda de desaparecidos tras la explosión en la toma clandestina de Hidalgo

Decenas de personas se agolpan en las puertas de hospitales y funerarias en busca de sus familiares, mientras un grupo de voluntarios se sumó a las labores de búsqueda en la zona de la explosión

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Familiares esperan información en la zona donde expertos forenses trabajan tras la explosión de una toma clandestina en Tlahuililpan, Hidalgo. (Foto: EFE)
Familiares esperan información en la zona donde expertos forenses trabajan tras la explosión de una toma clandestina en Tlahuililpan, Hidalgo. (Foto: EFE)

Con el semblante roto por las largas horas de incertidumbre, familiares de víctimas no localizadas de la explosión en el estado de Hidalgo deambulan por hospitales y funerarias en busca heridos y muertos que esperan ser identificados mediante pruebas de ADN.

En el municipio de Tlahuelilpan, mientras tanto, desde esta mañana se sumaron aproximadamente 50 vecinos de la zona a las labores de búsqueda, organizados por la Procuraduría de Hidalgo.

Juntos, autoridades y pobladores, llevaron a cabo un "barrido" en la zona para recuperar cualquier indicio o restos humanos que ayuden en la investigación.

La zona de búsqueda está resguardada por militares. (Foto: EFE)
La zona de búsqueda está resguardada por militares. (Foto: EFE)

Organizados en una línea, los voluntarios recibieron instrucciones de las autoridades para levantar la mano y avisar "indicio". Un perito se encargará luego del señalamiento, la recolección y embalaje de la prueba, con el propósito de seguir al pie el proceso de investigación.

En la búsqueda también participan policías de investigación y estatales, apoyados por perros entrenados para la detección de restos. En el lugar autoridades y voluntarios han encontrado algunas pertenencias de las víctimas como llaveros, gorras, prendas y zapatos.

Todo servirá para ayudar en la identificación de cuerpos todavía no reconocidos, que permanecen los depósitos forenses o funerarios, donde los peritos han comenzado las pruebas llevarán algún tiempo, como previeron este sábado las autoridades, por la condición de los restos.

Son decenas las personas que recorren los hospitales con la esperanza de encontrar heridos a sus familiares, mientras otros se amontonan en el exterior de las funerarias para buscar un nombre en la lista de los 79 muertos contabilizados oficialmente hasta ahora.

Peritos y voluntarios trabajan en “el barrido” de la zona, en busca de indicios para la investigación. (Foto: EFE)
Peritos y voluntarios trabajan en “el barrido” de la zona, en busca de indicios para la investigación. (Foto: EFE)

En la página que las autoridades habilitaron para la identificación de heridos y muertos, la cifra ha variado a lo largo de las horas y nadie descarta que en las próximas aumente el número de muertos por las graves condiciones de la mayoría de los lesionados, como informó este domingo el secretario de Salud, Jorge Alcocer.

El número también aumentaría por la cifra aún indeterminada de desaparecidos –cifras extraoficiales dicen que son 71– de entre los centenares de personas que se agolparon el viernes en el conducto de combustible de Petróleos Mexicanos (Pemex) para extraer la gasolina de una toma clandestina.

Los rostros de los familiares reflejan desesperación y nervios. Hay voces que se levantan para gritar un nombre, una vaga descripción o aludir a alguna pertenencia como "reloj" o "anillo" que ayuden a identificar a los muertos o heridos.

Buscan a sus  "vivos o calcinados"

Tlahuelilpan es uno más de los muchos municipios pobres de México. Ubicado a 124 kilómetros al norte de la Ciudad de México, al menos 60% de su población vive en condiciones apenas de subsistencia, de acuerdos con cifras oficiales.

La mitad de sus habitantes se dedica a la agricultura, especialmente al cultivo de alfalfa, maíz, chile, tomate y jitomate, entre otros.

Desde 1974 Pemex inició la introducción de los ductos en terrenos de los agricultores, quienes por años sabían que por allí pasaba el hidrocarburo, en algunos casos incluso debajo de sus casas.

Gregorio, originario del lugar, afirmó que había señales por todos lados que prohibían escarbar en esos lugares y advertían del peligro. Desafortunadamente, esas señales se convirtieron en los sitios donde "ceban los huachicoleros" y perforan los ductos que van de Tula a Tuxpan.

Desde esta pequeña localidad, este domingo salen camiones rumbo a la Ciudad de México con familiares –especialmente mujeres– que buscan a sus desaparecidos.

"Yo sólo quiero encontrarlo y volverlo a abrazar, él no le hacía daño a nadie y no merece estar desaparecido", dijo a la prensa Clotilde, quien busca a su hijo Nabor.

Ella, como muchas de las mujeres que la acompañan, sólo quieren que les entreguen "vivos o calcinados" a sus familiares.

Otro destino de búsqueda es la funeraria "El Ángel", en el municipio de Tula, a unos 15 kilómetros de distancia de la llamada "zona cero" del municipio de Tlahuelilpan donde ocurrió la tragedia.

Allí los familiares conviven angustiados mientras prosigue la retahíla de descripciones y nombres.

Son decenas de policías, peritos y voluntarios que se han sumado a las labores de búsqueda en Tlahuelilpan, Hidalgo. (Foto: EFE)
Son decenas de policías, peritos y voluntarios que se han sumado a las labores de búsqueda en Tlahuelilpan, Hidalgo. (Foto: EFE)

Algunos llevan más de un día sin obtener respuesta, aunque ya han entrado varias veces a identificar y han mirado a varios cadáveres a los ojos.

Germán García es uno de los hombres que espera, cubierto por una chamarra que le protege del viento, mientras mira los ataúdes expuestos y piensa en su cuñado y su sobrino, a quienes no ve desde la explosión del viernes.

"Estamos esperando ver qué nos dicen. Ojalá no sea lo peor y nuestros familiares estén bien", dijo el hombre a la agencia EFE.

Aunque ya le pesa el cansancio y se va evaporando la esperanza, Germán quiere seguir esperando para identificar a sus dos familiares o tener al menos el consuelo "de llevarse el cuerpo y darle sepultura".

Familiares esperan noticias de las víctimas de la explosión. (Foto: EFE)
Familiares esperan noticias de las víctimas de la explosión. (Foto: EFE)

Ana María Cruz, una mujer de avanzada edad, contó a EFE en la misma funeraria que desde hace dos días lo único que le importa es encontrar a su hermano, así "esté vivo o muerto".

El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha comprometido a acabar con el robo de gasolina, que provoca unas pérdidas anuales a Pemex de 65.000 millones de pesos (unos 3.400 millones de dólares).

Según fuentes oficiales, hasta el momento hay 79 muertos y 66 heridos en centros hospitalarios.

Aldair Montes, agente del Ministerio Público que identifica cuerpos en la funeraria, informó a EFE que por ahora se encuentran haciendo la "antropología de los cuerpos" para tratar de identificarlos.

Agrega que son más hombres adultos que mujeres, no hay niños y hay algunos adolescentes de entre 15 y 18 años. "Es angustioso, triste y doloroso ver a las personas llorar por sus familiares, pero afortunadamente ya se llevaron a muchos", aseguró.

El trabajo de los peritos forenses proseguirá al menos hasta el lunes por la tarde, cuando se prevé que haya terminado la agónica espera de los familiares.

Con información de EFE

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