Vanessa Redgrave: "El gobierno británico usa hoy las mismas frases que usó en 1938 contra el ingreso de refugiados judíos"

“Es terrorífico que las mismas excusas, ninguna válida, sean usadas contra los refugiados de África y Medio Oriente”, denuncia la actriz británica, desde Mar del Plata, donde presentó su film Sea Sorrow (Mar de Lágrimas)

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Vanessa Redgrave, mítica protagonista de Blow up (1966), ha decidido, a los 80 años, ponerse del otro lado de la cámara, pero no por motivaciones cinematográficas sino por la urgencia de salvar vidas: "La gente se está muriendo, en el Mediterráneo, en el Adriático".

La foto de Ailan Kurdi, el niño sirio de 3 años que apareció muerto en una playa de Turquía en septiembre de 2015, cuando naufragó el barco en el cual su familia huía de la guerra, fue lo que hizo sentir a Redgrave, que siempre respaldó causas humanitarias, que no alcanzaba con lo que hasta ahora venía haciendo.

El resultado es Sea Sorrow (Mar de lágrimas), acertado título para esta película sobre el mar que el papa Francisco llamó "cementerio" y que es el escenario del crimen de guerra que Redgrave desea mostrar. Y detener. El film recorre sitios como la llamada "Jungla de Calais", en Francia, un campamento temporario cercano a la frontera con Gran Bretaña donde las autoridades ubicaron a los refugiados que buscaban cruzar el Canal de la Mancha, y donde, después de travesías infernales, siguen viviendo en la incertidumbre, expuestos, en especial los niños, al abuso, a la violencia y hasta al secuestro.

Vanessa Redgrave en una visita a campos de refugiados
Vanessa Redgrave en una visita a campos de refugiados

En el film, de género documental, Redgrave mezcla sus propios recuerdos de infancia durante la Segunda Guerra Mundial con el testimonio de un miembro de la Cámara de los Lores que es uno de los 10 mil niños judíos provenientes del centro y este de Europa, que fueron salvados de la deportación porque, dice la realizadora, "los ciudadanos ingleses forzaron a sus gobiernos a recibirlos".

Emma Thompson y Ralph Fiennes se suman a la cruzada de Vanessa Redgrave con pequeñas participaciones en el film. El segundo recita los textos de Shakespeare -tomados de la obra La Tempestad– que inspiraron a la actriz el título de su opera prima como directora.

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La presencia de Vanessa Redgrave, para participar del 32º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, tiene el auspicio del British Council. Además de presentar su película, la actriz brindó una masterclass en el Hotel Provincial, y dará otra este lunes 27 de noviembre, en Buenos Aires, a las 19 horas en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín.

Después de su consagración en Blow-Up (1966), Redgrave ha protagonizado otros éxitos en cine -en paralelo con una larga carrera en teatro-, como Isadora (sobre la vida y muerte de la famosa bailarina), María Reina de Escocia, Crimen en el Expreso de Oriente (adptación de la novela de Agatha Christie) y la muy recordada Julia junto a Jane Fonda, por la que recibió el Oscar a Mejor Actriz de Reparto en 1977. Actualmente, podemos escuchar su inconfundible voz en la miniserie Call the midwife (por Europa, Europa), sobre las memorias de una partera en los barrios pobres del Londres de posguerra.

David Hemmings y Vanessa Redegrave en una escena de Blow up, de Michelangelo Antonioni (1966)
David Hemmings y Vanessa Redegrave en una escena de Blow up, de Michelangelo Antonioni (1966)

Redgrave, que vino a la Argentina en compañía de su hijo Carlo Nero -fruto de su unión con el actor italiano Franco Nero-, y que es el productor de Sea Sorrow, recibió a Infobae en un salón del Hotel Provincial de Mar del Plata.

Vanessa Redgrave y Carlo Nero, su hijo y productor de la película que ella dirige, Sea Sorrow
Vanessa Redgrave y Carlo Nero, su hijo y productor de la película que ella dirige, Sea Sorrow

A sus 80, la actriz luce totalmente natural, una saludable excepción en un ambiente en el que las actrices recurren a artificios antiage que las vuelven irreconocibles. Redgrave sigue siendo ella misma. Las mismas expresiones, los mismos gestos, la misma dicción, tantas veces disfrutados y admirados en sus films.

Pero la Vanessa Redgrave de hoy es una mujer indignada, enojada incluso. No sólo afectada por la tragedia humana que denuncia en su film sino también por las pérdidas personales. En 2009, murió una de sus hijas, la también actriz Natasha Richardson, a los 45 años, en un accidente de esquí. Poco después perdió a sus dos hermanos, Corin y Lynn, con los que estaba muy unida.

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Tiene esa urgencia o impaciencia usuales en quienes, por haberse codeado con la muerte, ya no toleran la liviandad, la pérdida de tiempo, la intrascendencia. Pero Redgrave asume demasiado pronto que sus interlocutores no tienen la misma conciencia o sensibilidad que ella acerca de lo que pasa en el mundo. Acusa por igual a todos los gobiernos de la Unión Europea y hasta cuestiona la pregunta por los diferentes grados de responsabilidad (en momentos en que Angela Merkel está lidiando, entre otras cosas, con las consecuencias de haber tenido una actitud más comprometida que la mayoría de sus pares). "Usted no entiende acerca de la Unión Europea" (sic).

Reprende y da órdenes a periodistas, camarógrafos y hasta a los organizadores del festival. Pero lo que en otros artistas puede tomarse como divismo, en ella no lo parece. Al final de la nota, agradece el haberse podido expresar y hasta esboza una disculpa: "Perdóneme, puedo ponerme muy agitada. Es un tema (el de los refugiados) acerca del cual no puedo permitirle a la gente ser ambigua".

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— Después de décadas de actuación en cine, usted realiza por primera vez una película. ¿Es por motivaciones artísticas, políticas, humanitarias…?

— Hay muchos seres humanos que están perdieron la vida, este año más de dos mil doscientos han muerto en el Mediterráneo y en el Adriático porque la Unión Europea los ha enviado a la muerte. Están muriendo en el Mediterráneo, están muriendo en el Adriático. ¿Usted cree que hago este film por razones artísticas? ¿Por razones políticas? Tratamos de salvar vidas, eso es lo que tratamos de hacer. Salvar vidas. Salvar vidas. Y esto no es sólo un asunto humanitario, es un asunto humano.

¿Qué espera lograr con este documental?

— Lo hice para mí, para ser más humana, para que todos sean más humanos. Yo y Carlo Nero, mi productor, hacemos películas para comunicar, para tratar de cambiar las cosas, de salvar vidas. Es por eso que hacemos películas.

Franco Nero y Vanessa Redgrave en el Festival de Cannes, a fines de los 60
Franco Nero y Vanessa Redgrave en el Festival de Cannes, a fines de los 60

¿De quién es la responsabilidad por lo que está pasando?

— De los gobiernos de la Unión Europea, por supuesto,

¿De todos por igual?

Vivimos en una cultura muy contaminada y en sociedades contaminadas. Por eso hicimos esta película, como un factor de descontaminación

— La Unión Europea toma decisiones a nivel de todos los gobiernos, querida. Sé que no entiende acerca de la Unión Europea, pero así es. Pero lo voy a decir, así los demás se enteran. La Unión Europea no tiene a un gobierno diciendo esto y otro diciendo aquello. Actualmente, mi gobierno está tratando de salir de la Unión Europea. No me hace feliz, pero en qué medida eso afectará a los refugiados, no lo sé, porque encontramos gente común realmente preocupada por los refugiados, pero la prensa y los medios son un poco…mmmm…[N.de la R: con la mano, gesto de "más o menos"], no estoy segura. Vivimos en una cultura muy contaminada y en sociedades contaminadas. Es por eso que hicimos esta película. Incluso la pueden llamar, y espero que no tomen a mal lo que voy a decir, pueden llamar a nuestra película "factor de descontaminación",

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Dijo en una oportunidad que cuando escuchó la Declaración de los Derechos Humanos en la ONU después de la Segunda Guerra sintió gran esperanza, creyó que en el mundo no habría más guerras. ¿Por qué cree que las sigue habiendo?

— Querida, no puede pedirme en una entrevista de 15 minutos que explique por qué las guerras continúan. Yo tengo que hablar y concentrarme en cómo salvamos a las personas que… ¿conoce el último (reporte) de Médicos sin Fronteras? Desde Nueva York envían noticias de todas partes a sus adherentes, yo soy adherente, mi hijo lo es. Médicos sin Fronteras está en nuestra película, gracias a Dios por Médicos sin Fronteras. Pero la ciudad de Raqqa en Irak ha sido totalmente destruida por bombas. ¿De dónde eran esas bombas? De la Coalición, que oficialmente está dirigida por Arabia Saudita. Todos sentimos horror frente a eso, al ver lo que se les ha hecho a los civiles. Médicos sin fronteras dice que la ciudad fue bombardeada sin contemplaciones hacia los civiles.

EXTRACTO DEL FILM SEA SORROW

En su documental, usted evoca el nazismo. ¿Por qué? ¿Qué relación hay entre eso y lo que está sucediendo actualmente?

Alf Dubs, que es miembro de la Cámara de los Lores, cuenta su historia. Quisimos ponerlo en el centro de nuestra película, junto con mis memorias por la misma época, durante la Segunda Guerra Mundial. Y, debido a que él es mitad judío, y porque cuando niño él fue uno de los afortunados 10 mil niños que los ingleses obligaron al gobierno británico a aceptar en el Kindertransport. La cosa extraordinaria y terrorífica, querida, es que el gobierno británico ha estado usando hoy las mismas frases que el gobierno británico usó en 1938 para frenar la entrada a Gran Bretaña de refugiados judíos. Las mismas frases, las mismas excusas, ninguna de ellas válida, son usadas hoy contra los refugiados de guerras de toda el África y de Medio Oriente. Le agradezco que me lo haya preguntado y agradezco a su medio por permitirme hablar. Y perdóneme, puedo ponerme muy agitada. Es un tema acerca del cual no puedo permitirle a la gente ser ambigua, en la prensa, porque pienso que la prensa debe saber, pero no reconocen esto y debemos dar a conocer algunos puntos, por eso hicimos la película, para que se sepa, muchas gracias.

EL TESTIMONIO DE ALF DUBS EN SEA SORROW