Amnistía Internacional también cuestionó a la Argentina por avalar las elecciones en Nicaragua y aclaró que no aplica el principio de no injerencia

La reconocida ONG señaló que la defensa de los derechos humanos están por encima de los argumentos que antepuso el gobierno de Alberto Fernández para evitar condenar al régimen de Daniel Ortega

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El gobierno de Alberto Fernández avaló las elecciones en Nicaragua que impulsó Daniel Ortega y recibió cuestionamientos de varias instituciones internacionales
El gobierno de Alberto Fernández avaló las elecciones en Nicaragua que impulsó Daniel Ortega y recibió cuestionamientos de varias instituciones internacionales

Amnistía Internacional se sumó al coro de voces que cuestionaron al gobierno argentino por su decisión de avalar la farsa electoral que tuvo lugar en Nicaragua el pasado domingo y que coronó al dictador Daniel Ortega nuevamente como presidente, pese a haber encerrado a todos sus rivales políticos. En ese sentido, le explicó que no aplicaba la postura de la “no injerencia” en asuntos internos de otro país cuando se trataba de derechos humanos.

La prestigiosa y reconocida ONG global, emitió este miércoles un comunicado en el cual insta a la Casa Rosada a redoblar sus esfuerzos en la defensa de los derechos humanos e involucrarse ante la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) que comienza hoy y debatirá como tema central la crisis humanitaria y política en Managua.

De cara al 51° período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que inicia hoy, Amnistía Internacional hace un llamado al Estado argentino a poner los derechos humanos como eje central de toda propuesta para reconstruir la región y redoblar sus esfuerzos para poner fin a las estructuras de represión e impunidad en Nicaragua”, señala el parte de prensa.

Amnistía Internacional le recordó al gobierno y la cancillería argentina que la situación sobre la violación sistemática de los derechos humanos y políticos en Nicaragua está siendo avasallada desde 2018 y que en ese caso “no aplica” la doctrina de la “no injerencia” como antepuso la administración de Alberto Fernández para evitar pronunciarse contra Ortega y su régimen.

El principio de no intervención en los asuntos internos de un Estado, al que el Gobierno nacional aludió para evitar pronunciarse sobre las violaciones registradas durante las elecciones presidenciales del domingo 7 de noviembre en aquel país, no se aplica a las violaciones de derechos humanos y crímenes de derecho internacional. El 20 de octubre, la Argentina se había abstenido de votar, bajo un argumento similar, una resolución en el Consejo Permanente de la OEA que reclamaba a Nicaragua la “liberación inmediata” de los opositores detenidos”, señaló la ONG.

El documento, firmado por la filial argentina de la ONG internacional, remarcó que ha denunciado desde hace años lo que ocurre en la Nicaragua de Ortega. “Desde Amnistía Internacional se ha denunciado la sistemática violación de derechos humanos en Nicaragua desde 2018 y el modo en que los hostigamientos, el encarcelamiento, la represión a la disidencia política y la falta de acceso a la Justicia recrudeció a partir de mayo de este año”.

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En consonancia con esto, la jornada electoral estuvo plagada de hechos de violencia política y actos de coacción electoral, sin dejar de lado que siete de los potenciales rivales del actual presidente Daniel Ortega no pudieron competir por haber sido detenidos y privados de ese derecho a lo largo de los últimos meses. En este sentido, la perspectiva de un cuarto mandato del actual jefe de Estado es ‘aterradora’”, remarcaron desde la organización.

Otros cuestionamientos

La advertencia de Amnistía Internacional se suma a la crítica que hizo pública Human Rights Watch en boca de su Director Ejecutivo para las Américas, José Miguel Vivanco, quien este martes calificó de “disparate” la postura de la cancillería argentina.

Disparate de la Cancillería Argentina sobre Nicaragua. En su opinión, las elecciones y la detención de candidatos presidenciales son dos cosas distintas. Les ‘preocupan’ las detenciones pero no se pronuncian sobre las elecciones por tratarse de ‘cuestiones internas’”, señaló Vivanco.

A última hora del lunes, un día después de concretarse el fraude electoral, el gobierno argentino evitó condenar las maniobras que ejecutó Ortega y su esposa Rosario Murillo para perpetuarse en el poder, apresando a los candidatos presidenciales que podrían competirle la primera magistratura. “A horas de haber finalizado el acto eleccionario, mantenemos nuestra tradición diplomática de no injerencia en cuestiones internas en otras naciones”, estableció en su párrafo central la declaración de la Cancillería que encabeza Santiago Cafiero.

Curiosamente, en el mismo documento, el ministerio de Cafiero sí habla de temas internos de Nicaragua al hacer referencia a los presos políticos del régimen, aunque sin vincularlos con el acto eleccionario. Pese a no condenar las controvertidas elecciones, el Gobierno argentino reiteró su “preocupación ante la detención de dirigentes opositores” y “la necesidad de que el gobierno nicaragüense vele por el respeto de los derechos humanos de toda la población”.

“En Argentina entendemos que la democracia supone respetar la diversidad ideológica y la participación cívica sin proscripciones. Debemos acompañar al pueblo de Nicaragua para que cuanto antes recupere el diálogo y la convivencia democrática”, concluye el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno de Alberto Fernández.

Esta no es la primera vez que Fernández muestra su respaldo a la dictadura nicaragüense. El pasado 20 de octubre, su gobierno se abstuvo de condenar al régimen en una votación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que exigía “la liberación inmediata” de los opositores detenidos en Nicaragua antes de las elecciones que finalmente se celebraron este domingo 7 de noviembre y que fueran condenadas por las principales democracias del mundo.

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