Isla Gran Barrera: un paraíso natural para explorar en Nueva Zelanda

En 2017, la Isla Gran Barrera fue designada Santuario Internacional del Cielo Oscuro, uno de solo seis en el mundo. Un recorrido para conocerla a fondo

Compartir
Compartir articulo
Isla Gran Barrera: un paraíso natural para explorar en Nueva Zelanda (Shutterstock)
Isla Gran Barrera: un paraíso natural para explorar en Nueva Zelanda (Shutterstock)

El Parque Marino del Golfo de Hauraki en Nueva Zelanda ocupa 1,2 millones de hectáreas de brillante océano azul, y al borde de esas aguas se encuentra la estelar Isla de la Gran Barrera.

En 2017, la Isla Gran Barrera fue designada Santuario Internacional del Cielo Oscuro, uno de solo seis en el mundo (y la única otra isla que recibe el honor, la Isla Stewart, también se encuentra en Nueva Zelanda). Durante el día, los viajeros pueden tener una variedad de impresionantes aventuras en la naturaleza, mientras que por la noche el cielo es literalmente el límite.

Encantos, en cualquier momento

(Shutterstock)
(Shutterstock)

Ubicada en el límite del golfo de Hauraki, a 90 kilómetros al noreste de Auckland, Great Barrier es la sexta isla más grande de Nueva Zelanda. Un paraíso virgen de 285 kilómetros cuadrados, los viajeros se sienten atraídos por los paseos, las vistas y las playas con poca gente. La caminata de 45 minutos a Kaitoke Hot Springs con una zambullida al final es una necesidad, como lo es una caminata hasta el instagramero Windy Canyon. Hacer paddleboarding en puertos tranquilos es muy divertido y la búsqueda de una fauna única y poco común en Glenfern Sanctuary es una experiencia mágica.

La galería de arte y el museo están llenos de elementos interesantes, con la mayor parte de las operaciones comerciales repartidas alrededor del asentamiento de Claris. Interactuar con los locales también es una experiencia acogedora entre gente que hace de la hospitalidad un arte.

Consejos de viaje

Llegar a la Gran Barrera es una aventura en sí misma. Una opción popular es volar con Auckland Seaplanes y tener el océano como tu pista. Como alternativa, se puede tomar un vuelo comercial desde el aeropuerto de Auckland con una de las dos aerolíneas, Great Barrier Air o Fly My Sky. El ferry de coches SeaLink es otro modo fabuloso de transporte. Tarda casi cinco horas, y la mayoría de las veces se ven delfines y, a veces, incluso ballenas.

Por la noche

(Shutterstock)
(Shutterstock)

Sin una fuente de energía reticulada, Great Barrier Island está realmente fuera de la red interconectada eléctrica y, con tan poca contaminación lumínica, la observación de las estrellas es un espectáculo de otro mundo. Para apreciar plenamente las maravillas del universo, es bueno reservar una aventura nocturna con Good Heavens. Operando tours del cielo nocturno, los embajadores locales comparten su conocimiento astronómico de lo que se encuentra arriba. Con un poderoso telescopio newtoniano que apunta a varios grupos de luces brillantes, estas experiencias junto a la playa son absolutamente impresionantes.

Además de ofrecer aventuras nocturnas, este equipo ha creado Star Treks, una maravillosa adición a su itinerario existente de caminatas y excursiones. Aprovechando el talento de los guías locales, el equipo de Star Treks está completamente compenetrado con la isla y enamorado de cada centímetro de su belleza. Es genial permitir que estos aficionados de la isla compartan sus conocimientos de flora, fauna, geografía e historia, así como su entusiasmo por los planetas y las estrellas.

Consejos de viaje

Es práctico tener un auto en la Gran Barrera, pero también se pueden contratar transfers. Mientras esté en su vehículo, asegúrese de sintonizar Aotea FM, la única estación de radio con energía solar de Nueva Zelanda.

(Shutterstock)
(Shutterstock)

Si le apetece una bebida antes o después de mirar las estrellas, Claris Sports Club es un excelente lugar para conocer a los locales. Otro bar popular es el Tipi & Bob's Waterfront Lodge en Tryphena. La acogedora cubierta del Great Barrier Lodge con vista al puerto de Whangaparapara es una belleza, al igual que el Club Náutico Port Fitzroy, pero asegúrense de designar un conductor sobrio. La Gran Barrera tiene sus bemoles y hay que estar bien para manejar (además por la izquierda).

En cuanto a dónde alojarse, hay una cama para cada presupuesto. En el extremo superior, Mount St. Paul Estate y EarthSong Lodge atienden a aquellos con una inclinación por la comodidad y, para los más económicos, Medlands Beach Backpackers & Villas y The Crossroads Lodge at Claris son ideales. Bookabach, Holiday Houses y Airbnb también son excelentes maneras de ubicar alojamientos en esta isla rústica. O armar una tienda de campaña en uno de varios campings.

Durante el día

Suponiendo que no te hayas quedado despierto toda la noche mirando al cielo, hay mucho que hacer a la luz del día en la Gran Barrera. Paddles & Saddles es una nueva empresa de propiedad local que acaba de aparecer en la histórica Casa Trifena. Rodeado de majestuosos árboles pohutukawa sobre la Bahía Puriri, aquí se pueden alquilar kayaks y tablas de remo. También se alquilan bicicletas eléctricas para recorrer la isla. Las baterías de la bicicleta se cargan con la energía del sol, lo que hace de ésta una maravillosa aventura sin emisiones de carbono.

(Shutterstock)
(Shutterstock)

Surfear en Medlands Beach es una delicia, y se pueden alquilar tablas o tomar clases si uno no es un experto. La pesca es otra buena forma de pasar el día en la Gran Barrera. El equipo de Hooked on Barrier permite descubrir una compañía que está tan preocupada por la conservación como por la pesca deportiva. Sus cartas de buceo y excursiones son experiencias para ser atesoradas, con el crucero al atardecer como un favorito de siempre.

Consejos de viaje

Gracias a todas las actividades saludables que se pueden disfrutar en la isla, y toda esa fresca brisa marina, es más que seguro que se abrirá el apetito. Uno de los lugares más sabrosos para comer incluyen My Fat Puku, donde las comidas estilo cafetería se elevan a una nueva categoría (también hacen picnics para los que quieran ir de un lado a otro).

El restaurante tailandés Angsana es perfecto para la auténtica comida tailandesa. La chef Wan Pen cultiva muchas de las hierbas y verduras en su propio jardín. El Claris Sports Club ofrece excelentes comidas en un ambiente informal, y el Currach Irish Pub es mucho más que un "boozer" (lugar donde tomar alcohol): sirve comida fenomenal, además de música en vivo. En Swallow and The Lunch Box, en la carretera principal en Claris, se pueden degustar productos horneados de primera categoría (incluyendo pan y deliciosos donuts), hamburguesas, sándwiches tostados y delicias de los surfistas, además de unas consagradas papas fritas.

SEGUÍ LEYENDO: