Toxina botulínica: diez mitos y verdades sobre el relleno "estrella" para tratar y prevenir arrugas

La técnica es una de las llamadas "mínimamente invasivas" y se aplica mediante micro inyecciones directamente en el músculo responsable de la formación de la línea de expresión. Un especialista despejó para Infobae las dudas más frecuentes sobre el tratamiento

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La toxina consigue relajar los músculos y disminuir las arrugas (Getty)
La toxina consigue relajar los músculos y disminuir las arrugas (Getty)

Mucho se ha hablado de los rellenos faciales e infinitos son los mitos que circulan en torno a la toxina botulínica. Para comenzar, en sus inicios se utilizaba (dentro de la medicina estética) casi exclusivamente para tratar las arrugas del entrecejo y no se conocía su faceta preventiva.

"Hoy podemos decir que la toxina botulínica tipo A cumple dos funciones: prevenir la formación de arrugas y tratar las existentes -explicó Griselda Seleme, médica cirujana plástica y especialista en estética-. Los pacientes tratados con bótox por arrugas existentes retrasan notoriamente la aparición de nuevos surcos de expresión y a los pacientes más jóvenes se les puede aplicar para prevenir la formación del surco en aquellas pequeñas marcas que nos indican exactamente dónde se formará la arruga dinámica".

La toxina botulínica tipo A cumple dos funciones: prevenir la formación de arrugas y tratar las existentes

En tanto, la médica dermatóloga Lilian Demarchi ahondó: "Es clave que cada rostro se vea según su edad. Los procedimientos no invasivos apuntan a obtener un aspecto joven y fresco, descansado y luminoso respetando la fisonomía y la personalidad de cada persona. Se busca que la gente note lo bien que puede estar sin que le digan '¿qué te hiciste?', por lo que son indispensables los tratamientos personalizados, que eviten la pérdida de la expresión natural".

Las arrugas del rostro pueden ser dinámicas o estáticas (Getty)
Las arrugas del rostro pueden ser dinámicas o estáticas (Getty)

Para aclarar las principales dudas, el médico dermatólogo Pedro Rovere desarrolló diez mitos y verdades sobre el relleno más utilizado en medicina estética.

1- La toxina botulínica se puede aplicar en cualquier momento y en distintas zonas. Falso. Conviene realizar un buen plan de tratamiento para realizar la aplicación en el tercio superior y/o zona de cuello, mandíbula y ángulo de la boca, en la misma sesión. Es conveniente volver a citar al paciente para ver cómo quedó y, de ser necesario, completar la dosis agregando algunas unidades en las áreas que necesiten más. Esto se debe hacer en una o dos semanas máximo, no más, para evitar la formación de anticuerpos antitoxina. Para volver a aplicar toxina se aconseja esperar al menos tres meses.

2- Existe la alergia a la toxina botulínica. Falso. No se demostró que la toxina botulínica produzca reacciones alérgicas. Es perfectamente tolerada y actúa bloqueando en cierta medida la contracción de los músculos responsables de las arrugas de expresión.

Es recomendable comenzar a aplicar la toxina en dosis menores apenas comienzan a aparecer las líneas finas

3- El efecto se observa en el momento. Falso. La toxina comienza a actuar lentamente, su efecto comienza a verse entre los días tres y cinco tras la aplicación y llega a su máxima potencia entre los días siete y diez. Con las sucesivas aplicaciones, las arrugas de expresión se atenuarán cada vez más.

4- El rostro siempre queda con un aspecto "congelado" o sin expresión. Falso. La toxina, aplicada por las manos de un profesional experto y en dosis adecuadas, consigue relajar la mirada y disminuir las arrugas de la frente y brinda un efecto muy natural.

5- Si todavía no se tienen arrugas, no es necesario comenzar a aplicarse toxina botulínica. Verdadero. Se aconseja comenzar a aplicarla en dosis menores apenas comienzan a aparecer las líneas finas, para prevenir que la contracción muscular empiece a producir las arrugas. Es un tratamiento excelente como preventivo de las arrugas estáticas.

En hombres, los puntos de aplicación son otros y el resultado estético buscado es diferente (Getty)
En hombres, los puntos de aplicación son otros y el resultado estético buscado es diferente (Getty)

6- Cuando se va la toxina, las arrugas se van a ver peor. Falso. Su efecto dura de cuatro a seis meses y luego las arrugas vuelven a aparecer, pero, muchas veces, con menor fuerza y especialmente en la zona del entrecejo. Como los músculos responsables de formar las arrugas se contraen con menor fuerza al momento de aplicarse la toxina, las arrugas mejoran con sucesivas aplicaciones.

7- La toxina solo sirve para tratar las arrugas del tercio superior del rostro. Falso. También se puede tratar la zona inferior del rostro. Aplicándola en puntos estratégicos, se logra relajar la tensión del cuello, redefinir el contorno mandibular y mejorar las comisuras de la boca responsables del aspecto de sonrisa triste.

Los efectos de la toxina botulínica comienzan a verse entre los días tres y cinco tras la aplicación

8- Es un tratamiento sólo para mujeres. Falso. También los hombres consultan cada día más para mejorar sus arrugas. Los puntos de aplicación son otros y el resultado estético buscado es diferente. En un varón se busca un ceño menos fruncido, atenuando solo en parte las patas de gallo y relajando la frente pero con buena movilidad de las cejas. Las cejas del hombre deben quedar horizontales y no elevarse tanto como en las mujeres.

9- El tratamiento es doloroso. Falso. La toxina se aplica en puntos específicos de algunos músculos y, en muchos casos, en capas profundas de la piel, utilizando agujas ultrafinas para minimizar las molestias. No quedan marcas en la piel y la persona puede continuar con sus ocupaciones cotidianas luego de la aplicación, que dura unos minutos.

10- Es indistinto aplicarse toxina botulínica o rellenos de ácido hialurónico. Falso. La toxina se diluye en solución fisiológica y está indicada para atenuar las arrugas de expresión, aplicándose en puntos específicos en forma superficial o llegando a las fibras musculares. El ácido hialurónico es un gel más denso y puede ser aplicado en labios para embellecerlos, así como en la zona de ojeras, frente, pómulos, mejillas y otras áreas con el fin de reponer los volúmenes perdidos con el paso del tiempo.

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