La historia detrás del té de burbujas, el icónico sabor de Taiwán

La famosa bebida, también conocida como té boba, es motivo de debate. Dos renombradas casas se disputan su invención, destacando rivalidades históricas

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Chun Shui Tang atribuye la creación del primer té de burbujas al fundador Liu Han-Chieh tras experimentar con té frío y perlas de tapioca en 1986
Chun Shui Tang atribuye la creación del primer té de burbujas al fundador Liu Han-Chieh tras experimentar con té frío y perlas de tapioca en 1986

El té de burbujas, conocido también como té boba, es una bebida cuya historia está marcada por una disputa entre dos célebres casas de té en Taiwán: Chun Shui Tang, en la ciudad de Taichung, y Hanlin Tea Room, en Tainan. Ambas se atribuyen la invención de esta popular bebida en la década de los 80, aunque no existe consenso sobre cuál fue la verdadera pionera.

Según la versión de Chun Shui Tang, el fundador Liu Han-Chieh fue quien introdujo el té frío en Taiwán después de una visita a Japón. En 1986, al buscar formas de innovar, experimentó con la adición de ingredientes y texturas al té. Un día, uno de sus empleados sugirió añadir perlas de tapioca al té helado, y así nació el primer té de burbujas. Por otro lado, Hanlin Tea Room sostiene que su fundador se inspiró al observar un puesto de mercado local que vendía bolitas de almidón servidas con agua azucarada. Esto lo llevó a combinarlas con té, creando una bebida que rápidamente ganó popularidad.

La competencia desencadenó una batalla legal que duró casi una década. Sin embargo, en 2019, un tribunal de Taiwán concluyó que, dado que el té de burbujas no era un producto patentado, no era posible determinar con certeza quién lo inventó.

Características y preparación del té de burbujas

Las perlas de tapioca, hechas de almidón de mandioca, son el ingrediente estrella del té de burbujas, ofreciendo una textura gomosa (Pixabay)
Las perlas de tapioca, hechas de almidón de mandioca, son el ingrediente estrella del té de burbujas, ofreciendo una textura gomosa (Pixabay)

El té de burbujas es una bebida que se distingue no solo por sus sabores, sino también por su textura inconfundible. Las estrellas de esta experiencia sensorial son las perlas de tapioca, también conocidas como “boba”. Estas perlas se elaboran a partir de almidón de tapioca, extraído de la raíz de mandioca, y son hervidas hasta obtener una textura gomosa y masticable. Tradicionalmente, se endulzan con azúcar morena, lo que les otorga su característico color oscuro y un leve sabor a caramelo.

En su forma más simple, el té de burbujas se compone de té negro o verde, leche (o alternativas vegetales), hielo y las perlas de tapioca. Sin embargo, hoy en día existen innumerables variaciones, desde opciones sin lácteos hasta mezclas con frutas, gelatinas o cremas de queso. Una característica clave es que la bebida se sirve con una pajita ancha para poder aspirar las perlas junto con el líquido, creando una mezcla de sabores y texturas en cada sorbo.

La cultura del té de burbujas en Taiwán

Una taza humeante de té, ideal para una pausa de bienestar - (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una taza humeante de té, ideal para una pausa de bienestar - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El té de burbujas no es solo una bebida en Taiwán, es un fenómeno cultural. Surgido en las teterías tradicionales, donde el enfoque estaba más en la textura que en el sabor, el té de burbujas se ha convertido en un elemento omnipresente en los barrios taiwaneses. Estas teterías, que en su mayoría son establecimientos de comida rápida para llevar, reflejan el ritmo acelerado de la vida en las ciudades taiwanesas.

El valor de la textura es crucial en la gastronomía taiwanesa, donde ingredientes como las orejas de cerdo crujientes o las albóndigas de pescado son más apreciados por su sensación en la boca que por su sabor. Del mismo modo, en los postres taiwaneses, las coberturas a base de almidón, como las perlas de tapioca, han sido durante generaciones una parte esencial de los platos servidos con hielo o en sopas dulces.

La expansión global del té de burbujas

Desde su humilde origen en Taiwán, el té de burbujas ha cruzado fronteras y conquistado paladares en todo el mundo. Ciudades tan diversas como Berlín, Brasilia o Nueva York ahora cuentan con tiendas especializadas en esta bebida. Además, las perlas de tapioca han encontrado su camino en productos tan inesperados como cafés con leche aromatizados, helados, e incluso como aderezo para pizzas.

El éxito global del té de burbujas se debe a su versatilidad y la capacidad de personalizarlo al gusto de cada consumidor. Ya sea con té verde o negro, con leche o alternativas vegetales, o acompañado de frutas y jarabes, el té de burbujas ofrece una amplia variedad de combinaciones. Este fenómeno ha llevado a la apertura de cadenas de tiendas especializadas en diversos países, contribuyendo a difundir la cultura taiwanesa en todo el mundo.

El té de burbujas se sirve con una pajita ancha para disfrutar de las perlas junto al té, mezclando sabores y texturas en cada sorbo
El té de burbujas se sirve con una pajita ancha para disfrutar de las perlas junto al té, mezclando sabores y texturas en cada sorbo

Salud y beneficios del té de burbujas

Aunque el té de burbujas es una bebida deliciosa y popular, sus beneficios para la salud son limitados, en gran parte debido al contenido de tapioca. Las perlas de tapioca están compuestas principalmente por carbohidratos y, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, no ofrecen un valor nutricional significativo. Sin embargo, la tapioca es libre de gluten, lo que la convierte en una opción adecuada para personas con enfermedad celíaca o intolerancias al gluten.

Además, la fácil digestión de la tapioca la hace apta para personas con problemas digestivos o dietas blandas. Aunque la bebida no es necesariamente una opción saludable debido a su alto contenido de azúcar, la versatilidad del té de burbujas permite adaptarlo, por ejemplo, eligiendo opciones sin azúcar o utilizando leches vegetales.

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