El cerebro estratega: cómo anticiparse al futuro sin descuidar el presente

La forma en la que se piensa no solo condiciona el mañana, sino que afecta directamente a las vivencias del presente. La escritora y psicóloga Celia Antonini compartió con Infobae la mejor manera de proyectar para no generar una angustia anticipatoria provocada por el simple hecho de no poder tener el control sobre las situaciones venideras

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La neurociencia ha dado en los últimos años pasos agigantados. Como ciencia unificada que abarca el estudio de la estructura, la función, el desarrollo de la bioquímica, la farmacología y la patología del sistema nervioso y de cómo sus diferentes elementos interactúan, dando lugar a las bases biológicas de la conducta. Nada más ni menos.

Por lo tanto, resulta que el funcionamiento de la mente y el cerebro humano –por más misterioso que aún permanezca– comienza a comprenderse un poco más cada día. Y se pueden utilizar estos nuevos conocimientos para adquirir un mayor nivel de bienestar general, presente y futuro.

"Algunas de las funciones ejecutivas del cerebro tienen un futuro", aseguró en diálogo con Infobae la escritora y psicóloga Celia Antonini. "La memoria de trabajo, el planeamiento, la toma de decisiones, la conciencia creadora, todas miran al futuro. 'Voy a hacer esto para esto', 'Tengo que decidir', 'Tengo que planear mis vacaciones'".

Cómo lograr que la anticipación no sea un obstáculo para vivir el presente (Getty)
Cómo lograr que la anticipación no sea un obstáculo para vivir el presente (Getty)

Estas funciones cerebrales permiten que parte de la conciencia del ser humano no pueda dejar de anticipar. Si bien estas funciones son comunes a todas las personas, las diferencias entre unos y otros radica en el contenido que se les da a las anticipaciones. "Podemos proyectar todo tipo de pensamientos, desde pensar que nos irá bien en las cosas que emprendamos hasta creer que no lograremos aquello que deseamos", advirtió la experta.

"Pensar de una manera o de otra no da lo mismo. La forma en que pensamos no solo condiciona nuestro futuro, sino que afecta directamente a nuestro presente", aseguró Antonini.

Hay personas que son más temerosas e inseguras y proyectan en el futuro situaciones negativas
Hay personas que son más temerosas e inseguras y proyectan en el futuro situaciones negativas

Hay personas que necesitan que sus vidas sean más predecibles, que tienen que poder tomar en cuenta todas las posibilidades de lo que podría llegar a ocurrir, para de esa manera evitar el error o un resultado no deseado. Necesitan sentir que tienen el control sobre lo que vendrá o sucederá. Según la psicóloga, "esta manera de proyectar genera una angustia anticipatoria provocada por el simple hecho de no poder tener el control sobre las situaciones venideras".

"Asimismo, hay otras personas que son más temerosas e inseguras y proyectan en el futuro situaciones negativas, las cuales, de alguna manera, también condicionan los resultados que obtendrán más adelante". De acuerdo a la especialista, esas personas viven un presente teñido de emociones de desánimo, agobio y tristeza por el supuesto futuro negro que tienen por delante. Mientras que algunos pierden la tranquilidad, se angustian y se tensan, hay otros que pierden el ánimo y se deprimen.

La buena predisposición sobre aquello que todavía no vivimos nos permite transitar el presente con más tranquilidad
La buena predisposición sobre aquello que todavía no vivimos nos permite transitar el presente con más tranquilidad

"Tanto unos como otros, sin importar siquiera qué clase de proyección tengamos, todos sin excepción, vamos a sentir hoy lo que pensemos para mañana", reveló.

Pero hay una solución. "Para forjarnos un porvenir venturoso, tenemos que tener previamente un sentimiento de confianza hacia nosotros", aseguró. "Cuando nos planteamos un futuro de esta manera, casi sin proponérnoslo, vamos marcando el camino. La buena predisposición sobre aquello que todavía no vivimos nos permite transitar el presente con más tranquilidad y sentirnos mejor preparados para lo que vendrá. El sentir que podemos apoyarnos en nosotros es lo que a su vez nos va a posibilitar tomar mejores decisiones tanto para nuestro futuro como para nuestro presente".

El pensamiento va hacia el futuro, pero la emoción se siente y se vive en el presente. "De una forma u otra, ninguno de nosotros puede saber qué nos pasará mañana. Pero si estamos atentos al contenido que proyectamos para nuestro futuro, sin lugar a dudas, sabremos qué nos pasará hoy".

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