La diseñadora entrepreneur Graciela Naum lidera la marca de ropa que lleva su nombre (GN) hace ya más de 20 años. Dueña de un estilo despojado, refinado y femenino viste a mujeres que valoran la calidad de su savoir faire. Hace ya cuatros años sumó a su staff el espíritu inquieto de su hija Dolores Aguirre, que lidera junto al equipo B35.
Graciela estudió museología, Dolores, abogacía, pero llevan en el ADN la pasión por el proceso. Entienden la vestimenta como un elemento femenino de empoderamiento. Para ambas, la moda atraviesa todos los ámbitos.
Durante años, Naum tuvo como cliente destacada a a Máxima de Holanda -mucho antes de convertirse en reina consorte-. En el cosmopolita guardarropas de Zorreguieta conviven el diseño italiano de Valentino o del reconocido el holandés Jan Taminiau. Apellidos argentinos: el de Naum.
"Fue un placer vestirla durante tantos años; actualmente su rol y agenda son muy diferentes a los de cualquiera, por lo que no se adapta al estilo que nosotras confeccionamos, sí para su ámbito privado", destacó la creadora en diálogo con Infobae.
La reina de Holanda no es la única mujer influyente del directorio. La boutique es elegida temporada tras temporada por "mujeres empoderadas, arquitectas, decoradoras, directoras empresariales. Aquí encuentran una amplia variedad de propuestas que se adaptan a sus funciones", destacó la joven abogada.
Los tejidos son importados, adquiridos en fábricas italianas con una atención al cuidado del medio ambiente, una moldería moderna inspirada en las tendencias europeas pero adaptada a la mujer argentina que según madre e hija tiene una estética más sexy.
En los últimos meses, la gobernadora de la provincia María Eugenia Vidal transita un cambio de vestuario que rompe con los esquemas de la mujer en la política. Comenzó a incorporar prendas que siguen las línea de las tendencias y mucho de eso es la responsabilidad de la boutique familiar. "La moda no es su obsesión. Es una mujer que se viste para la función que cumple: trabajar por un país. Está arremangada para eso", resaltó Dolores Aguirre.
-¿Hay una flexibilización en el protocolo?
-GN: Sí. Está mucho más relajado y abierto. Eso se tradujo en todos los ámbitos, inclusive en la política, pero hay que estar acorde a la situación como lo hace la gobernadora. Nadie quiere ir más disfrazada de disertante; se quieren sentir modernas y elegantes.
-DA: Mi mamá cuando tenía 20 años lucía un tailleur. Hoy con mi mamá y mi hija compartimos las misma prendas. Era impensado que tres generaciones puedan compartir la misma estética.
“No vas al campo con stilettos”, resaltó Naum
-Más de dos décadas en la industria. ¿Las mujeres cambiaron sus 'hábitos' a la hora de vestir?
-GN: Hay una generación que no conoce el valor de calidad. Para esta casa la ropa es un mimo, el interior tiene el mismo nivel de detalle que el exterior de la pieza, es agradable al vestir.
-DA: Creo que se perdió la percepción de lo que es bueno, hoy se entiende a la vestimenta como descartable.
-¿Por qué es tan importante crear una imagen a través de la vestimenta?
-GN: La mujer con su estilo tiene el don de hacer los ambientes más agradables. Uno puede agredir con la forma de vestir. Hay que dedicarles tiempo a la estética, a maquillarse, a llevar el cabello arreglado, a hacerse las mano… que se perciba la dedicación. Aunque haya que quitarle horas al sueño y no hablo de grandes lujos.
“La forma que te presentas es un tarjeta de presentación”, resaltó Naum.
Los infaltables para del powerdressing para ambas diseñadoras
-Blazer de lino en navy o tierra, sin planchar con efecto "crocante"
-Camisa de algodón blanco
-Un pantalón del corte preferido
-Un vestido midi
-Chalinas de cashmere o algodón "para el sello personal"
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