Martín Fierro 2019: una ceremonia sin grietas políticas

En un año electoral, la tónica de los premios que otorga APTRA fue notablemente más conciliadora y despolitizada en comparación con ediciones anteriores

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La estatuilla más deseada del espectáculo: el Martín Fierro que entrega APTRA (Foto: Adrián Escandar)
La estatuilla más deseada del espectáculo: el Martín Fierro que entrega APTRA (Foto: Adrián Escandar)

En los últimos años la llamada grieta política se ha propagado por todos los ámbitos de la vida: en el hogar, en las charlas entre amigos, en reuniones de trabajo y en cualquier circunstancia de la cotidianidad. Incluso, en los Martín Fierro. Las ceremonias de entrega de los premios a las mejores producciones televisivas se han convertido en un gran escenario donde los protagonistas, después del clásico "¡Gracias, APTRA!", han aprovechado la ocasión para difundir sus ideales políticos.

En 2017, Diego Brancatelli subió al escenario para recibir el premio al mejor programa humorístico que ganó Intratables y mostró una muñeca en miniatura de Cristina Kirchner para "regalársela" a Jorge Lanata, con el objetivo de "cerrar la grieta y vivir un poco mejor". Nancy Dupláa, una de las grandes protagonistas de aquella noche, habló de "una Argentina que cierra fábricas, que golpea a los obreros y los deja sin trabajo". El año pasado, solo por citar otro ejemplo, Luis Novaresio sostuvo que "la grieta es una estupidez para que algunos hagan negocios y para que la mayoría no podamos pensar".

Difícil de olvidar será la noche de los premios Martín Fierro de Radio en la que Diego Leuco se cruzó con un integrante de la producción de Víctor Hugo Morales, quien había insultado a su padre, Alfredo Leuco, en medio del salón de La Rural donde se desarrolló la entrega.

En cambio, la tónica de los Martín Fierro 2019, que se llevaron a cabo este domingo en el Hotel Hilton de Puerto Madero, fue notablemente más conciliadora y despolitizada en comparación con aquellas otras. A pesar de la crisis política, los ganadores de la noche evitaron "agrandar" la grieta. Y sus discursos tuvieron un común denominador: la solidaridad con quienes perdieron su trabajo en los últimos años.

Marley, fiel a su estilo, condujo la ceremonia con la corrección política que lo caracteriza. La presencia en el Hilton de Martín Lousteau, diputado nacional por el frente Evolución, pasó totalmente desapercibida: asistió como acompañante de su pareja, Carla Peterson. Y Marcelo Tinelli, hábil orador con recurrentes referencias a cuestiones de actualidad en su programa, no emitió una sola opinión política en toda la noche.

La emoción de Marcelo Tinelli en el homenaje por los 30 años de "VideoMatch/ShowMatch" (Videos: Telefe)

Los discursos de los ganadores estuvieron orientados a su compromiso con temáticas sociales, principalmente la legalización del aborto y la identidad de género, aunque en menor medida que el año pasado.

El monólogo de Carla Peterson probablemente sea uno de los más recordados de la jornada. La artista subió al escenario para recibir el premio a la mejor actriz protagonista en ficción diaria por su trabajo en 100 días para enamorarse con el pañuelo verde, distintivo de la lucha por el aborto legal. "Acá dejo de ser la tierna Carlita y tengo que levantar este pañuelo y agradecer a las mujeres que salieron a la calle y hablar de algo que solo a las mujeres pone en peligro. Es una realidad, aunque no nos guste. A mí no me gusta hablar del aborto, ninguna mujer quiere atravesarlo, pero es una realidad. Pónganse de acuerdo, lleguemos a un acuerdo para que las mujeres no sigan muriendo. Gracias Actrices Argentinas por su trabajo colectivo", manifestó.

Carla Peterson habló de la lucha por la legalización del aborto

"Todos los que salimos a la calle tenemos que volver a casa y ver qué hicimos con el poder que tenemos. 100 días para enamorarse fue un ejemplo porque supo ponerse en lugar de otras personas y hablar de cosas que hicieron que la gente pueda hablar en sus casas, que la gente saliera a la calle y pudiera hablar de un montón de cosas", señaló la actriz, en referencia al compromiso de la ficción con temáticas rupturistas en la televisión, como la lucha de Juani, el personaje interpretado por Maite Lanata, quien logra vencer sus miedos y cambiar el nombre de su DNI por Juan, mucho más acorde a lo que siente, y confesar su amor por Emma, la chica de sus sueños.

Precisamente fue Maite otra de las oradoras destacadas de la noche. La joven ganó en la terna a mejor actriz de reparto y centró su discurso en su personaje y la identidad de género: "Cuando acepté interpretar a Juan sabía que me iba a encontrar con un desafío, pero creí que iba a ser solo a nivel actoral, ignorando mi deconstrucción personal y la llegada social que podía tener. Agradezco a Underground, a Telefe, a los autores, a los directores y a toda la gente que dentro del equipo de 100 días para enamorarse tomó este tema en una perspectiva diferente, informándose e informándonos".

"Este trabajo en equipo no se podía haber logrado sin la Asociación Familias Diversas, que colaboró en conjunto con los guionistas. Esa decisión colectiva hizo posible que promoviéramos los derechos de las personas trans y de la ley de identidad de género, con una audiencia que demostraba cada vez más su amor por Juan, ese pibe trans empoderado, ese pibe trans que no quiere quedarse afuera de la sociedad, que sabe que tiene derecho a estudiar sin discriminación, a vivir libremente sus decisiones sobre su cuerpo y su desarrollo personal y que lo que está mal es que lo discriminen", agregó.

Maite Lanata, una de las protagonistas de la noche de los premios Martín Fierro

"Me pone muy feliz este premio. Es muy lindo y un privilegio en la Argentina hacer y trabajar de lo que a uno le gusta", dijo Andy Kusnetzoff al recibir el premio que ganó PH, Podemos Hablar, al mejor programa de interés general. Sus palabras fueron similares a las de otros ganadores, quienes hicieron referencia a la crisis económica del país. Pero lejos de querer entrar en polémicas o ubicarse de algún lado de la grieta, los protagonistas de la noche prefirieron discursos medidos y conciliadores.

Un claro ejemplo fue el monólogo de Paulo Vilouta, ganador del Martín Fierro al mejor panelista por su trabajo en Intratables: "Es una noche linda porque sirve para reafirmar la vocación, para sentir esta alegría que tenemos todos los que estamos acá, que vivimos de nuestro trabajo y nuestra vocación en un país en el que es difícil tener trabajo. Es una bendición".

El discurso de Paulo Vilouta

A tres días de confirmar su candidatura en las elecciones primarias a diputado por el kirchnerismo en Salta, Roly Serrano ganó el premio al mejor actor de reparto por interpretar al Sapo Quiroga en El Marginal 2. Muy aplaudido por el público, y entre lágrimas, el actor hizo referencia a la política en su provincia pero, al igual que sus colegas, sin meterse en la grieta: "Gracias a mis verdaderos maestros, que han sido mis compañeros de trabajo. Y a mis hermanos de Salta: una de las provincias que más aporta al presupuesto nacional y una de las provincias que más pobreza tiene. A toda esa gente que le falta y que tiene hambre, también se lo dedico. Y espero algún día poder ayudar a que esa diferencia entre los que todo tienen y los que nada tienen sea menor".

Mariano Iúdica, en nombre de Polémica en el Bar, ganador como mejor programa humorístico de actualidad, rescató la importancia "que tiene el humor en este momento". Y Vero Lozano, al recibir su estatuilla a la mejor conducción femenina por su trabajo en Cortá por Lozano, indicó: "Lamento que haya mucha gente que se haya quedado sin trabajo este año. Ha sido un año muy difícil, pero seguimos trabajando porque nos gusta y nos apasiona y finalmente uno está dando entretenimiento para poder evadirse de lo triste que es la realidad".

El discurso de Lizy Tagliani, ganadora del premio por su labor humorística en Cortá por Lozano, fue uno de los más conmovedores de la noche. La actriz habló de la pobreza, pero siguió la tónica de los otros discursos: "Cuando tenía siete años caminaba tres cuadras para agarrar un balde de agua de una bomba. Entonces ahora, cuando veo tratar a los pobres como si fuéramos personas que ni siquiera saben pensar, les cuento a todos que sabemos y conocemos mucho más de lo que todos creen. Que lo único que nos falta son recursos, personas que nos ayuden a salir adelante. Las oportunidades de la vida que quizás todos tuvieron y que veces nos cuesta tener a nosotros". Y luego aseguró: "No somos brutos, necesitamos posibilidades".

El monólogo de Lizy Tagliani

"Hoy me dan la oportunidad de mostrar que las mujeres no solo somos mujeres trans o biológicas sino personas que están dispuestas a vivir y ser felices", agregó una de las protagonistas de los Martín Fierro, en una noche sin grietas.

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