Terreno privado se convierte en paso obligado para turistas: el drama de un vecino en Bariloche

El propietario ya ha reclamado a Google Maps y Uber para que modifiquen la información, ya que su hogar ha sufrido daños

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Propietario denuncia que Google Maps
Propietario denuncia que Google Maps y Uber desvían autos por su terreno privado en Villa Catedral (Imagen Ilustrativa Infobae)

El jardín de una vivienda en Villa Catedral, Bariloche en Argentina, se ha transformado en un inesperado paso para decenas de conductores cada día.

Desde hace cinco años, Héctor B. enfrenta una situación insólita: aplicaciones de mapas y transporte digital, como Google Maps y Uber, señalan su terreno privado como un atajo entre dos calles, lo que provoca que autos particulares y turistas atraviesen su propiedad sin autorización.

El fenómeno, que se intensifica en temporada alta, ha alterado la tranquilidad de este pequeño barrio, según relató el propio afectado a La Nación.

Por qué una casa se convirtió en una carretera según las aplicaciones de mapas

La raíz del problema está en la ubicación del terreno de Héctor B., que conecta la ruta de acceso al Cerro Catedral —por donde circulan hasta 20.000 personas al día— con las calles internas de Villa Catedral, un barrio habitado por apenas diez familias.

La cartografía digital errónea altera
La cartografía digital errónea altera la vida de un barrio exclusivo en Bariloche. (Imagen Ilustrativa Infobae)

“El tema es así: mi terreno da a la ruta de acceso al Cerro Catedral, por donde pasan 20 mil personas por día. Y tengo acceso a las calles internas del barrio. Cuando alguien tiene que ir al centro o a una hostería, en vez de ir hasta la calle principal, que queda a un kilómetro, acortan camino por mi terreno”, explicó.

La cartografía digital, al mostrar dos entradas opuestas en su parcela, sugiere erróneamente que se trata de un camino público, lo que convierte su jardín en un atajo tentador para quienes buscan ahorrar tiempo.

La situación se repite a diario, especialmente con vehículos de aplicaciones como Uber, Cabify, DiDi y remises, aunque también involucra a turistas que alquilan autos.

Los conductores, guiados por las indicaciones de las plataformas, suelen ignorar el cartel de “propiedad privada” colocado en la entrada.

El flujo de turistas y
El flujo de turistas y conductores guiados por apps genera conflictos y daños en una propiedad privada. (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Cuando les pregunto si no vieron el cartel de ‘Propiedad privada’, me responden que la aplicación los mandó por acá”, relató. El flujo de autos no distingue horarios: algunos cruzan el terreno en plena madrugada, rumbo al aeropuerto o a otros destinos.

Durante estos años, el propietario ha recurrido a todos los mecanismos disponibles en las plataformas digitales para intentar corregir el error. Ha presentado denuncias, editado información y reportado datos incorrectos en Google Maps y otras aplicaciones, pero la situación persiste.

Aunque en el último tiempo logró que la ruta interna de su terreno aparezca como una calle sin salida en la mayoría de las plataformas —incluidas Google Maps, Uber, Cabify y DiDi—, la visualización errónea continúa en Open Street Maps y, en ocasiones, algunos conductores siguen recibiendo indicaciones antiguas.

“No sé qué será, si es que algunos usan una base de datos vieja, pero siguen apareciendo autos”, comentó con resignación.

El dueño del terreno reclama
El dueño del terreno reclama sin éxito la corrección del error en plataformas digitales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Episodios insólitos por el falso atajo digital

La convivencia forzada con el tránsito ha generado episodios insólitos y conflictos. Héctor B. ha debido salir en la oscuridad, linterna en mano, para pedir a los conductores que cierren la tranquera que dejan abierta. En una ocasión, gracias a las cámaras de seguridad, identificó a un automovilista que olvidó cerrarla y le solicitó que regresara a hacerlo, recibiendo una disculpa.

Otras veces, la situación ha derivado en daños materiales: “Uno al que no lo dejé entrar se enojó tanto que me rompió los faroles de la entrada”, lamentó. El invierno suma desafíos adicionales, como cuando tuvo que auxiliar a un vehículo atascado en la nieve en pleno jardín, prestando herramientas o incluso remolcando autos.

“Me pasó de todo”, resumió el vecino, quien prefiere no divulgar la ubicación exacta de su propiedad.

A pesar de los pequeños avances en la actualización de los mapas, el problema no se ha resuelto por completo. La persistencia de bases de datos desactualizadas y la falta de respuesta definitiva de las plataformas mantienen vigente la circulación de autos ajenos por el terreno de Héctor B.

El propietario expresó su deseo de que, con el tiempo y la actualización de los sistemas digitales, su jardín recupere la tranquilidad y deje de ser un atajo involuntario para conductores y turistas.