Cuáles son las posturas de tu gato que significan amor, según la IA

Los animales domésticos suelen comunicarse a través de gestos y comportamientos que los humanos pueden pasar por alto. En el caso de los gatos, una especie que históricamente ha sido considerada como independiente y distante, diversos estudios han permitido identificar patrones de conducta asociados con el apego emocional hacia las personas.

Asimismo, modelos de inteligencia artificial entrenados con bases de datos de imágenes y videos de gatos han logrado detectar cuáles son las posturas y movimientos que indican emociones positivas, como la relajación, la seguridad o incluso el cariño hacia sus cuidadores.

Estas herramientas, basadas en investigaciones sobre conducta animal y tecnología, han contribuido a precisar qué comportamientos pueden interpretarse como señales de vínculo emocional.

Según análisis realizados con modelos de visión artificial, frotarse contra una persona es una de las conductas más comunes asociadas al vínculo afectivo. Al hacerlo, el gato está marcando con feromonas su entorno, incluidos los humanos que consideran parte de su círculo cercano.

Este gesto es una forma de comunicación olfativa, pero además indica reconocimiento, aceptación y comodidad. El comportamiento suele observarse en situaciones donde el gato se siente seguro y busca reafirmar su vínculo.

También, cuando el contacto es lento y repetido, sobre todo en la zona de las piernas o los tobillos, puede interpretarse como una señal de afecto.

Exponer el abdomen es una de las posturas más analizadas por la inteligencia artificial por su complejidad interpretativa. Aunque muchas personas lo relacionan con una invitación a recibir caricias, en realidad puede tener distintos significados.

Sin embargo, los modelos de IA coinciden en que esta postura, cuando va acompañada de un cuerpo relajado y mirada tranquila, es una muestra de confianza extrema.

Las bases de datos analizadas por sistemas de IA han demostrado que esta conducta es más frecuente en gatos que han establecido un lazo estrecho con sus cuidadores. No obstante, es importante observar el contexto completo y no interpretar automáticamente la postura como una invitación al contacto físico.

El parpadeo lento ha sido identificado por herramientas de reconocimiento facial en gatos como una expresión cercana a una “sonrisa felina”. Este gesto, que suele ocurrir durante momentos calmados, ha sido asociado por estudios etológicos con emociones positivas.

La IA ha señalado que los parpadeos lentos son más frecuentes en contextos de bienestar, sobtre todo cuando hay interacción visual con una persona específica.

Además, los gatos que responden a los parpadeos lentos de sus cuidadores tienden a mostrar niveles más altos de relajación, lo que sugiere una forma de comunicación afectiva no verbal.

El sueño es uno de los momentos de mayor vulnerabilidad para los felinos, así que elegir dormir cerca de una persona indica un alto nivel de confianza. La IA ha podido determinar que esta conducta es un patrón habitual en gatos con vínculos estrechos con sus dueños.

Otro punto es que dormir cerca de una persona puede estar relacionado con la búsqueda de calor y protección. Sin embargo, cuando un gato opta de forma repetida por instalarse sobre el pecho, las piernas o incluso la cabeza de su cuidador, se interpreta como una forma de establecer proximidad emocional.

Los datos recogidos por herramientas basadas en aprendizaje automático muestran que esta preferencia aumenta con la frecuencia del contacto humano positivo.

La cola levantada en forma de gancho o curva suave es uno de los gestos más inequívocos que indican satisfacción y disposición amistosa. Los algoritmos de IA entrenados para interpretar el lenguaje corporal felino han identificado esta postura como uno de los indicadores más consistentes de afecto.

Cuando un gato se aproxima con la cola erguida, sobre todo si la punta está curvada, suele ser una señal de saludo afectuoso. Este comportamiento ha sido observado con más frecuencia en gatos que tienen interacciones positivas frecuentes con sus cuidadores.