Este domingo por la noche se conocieron los primeros resultados de la autopsia que le practicaron a los cuerpos de Andrés “Pillín” Bracamonte y Daniel “Rana” Atardo, los barrabravas de Rosario Central que fueron asesinados en las últimas horas. Según pudo confirmar Infobae, ambos recibieron cinco disparos a muy corta distancia.
“Creemos que se metieron por la ventanilla y los remataron”, precisaron fuentes judiciales con acceso a la causa. Un dato que llamó la atención fue las zonas del cuerpo donde impactaron los balazos. Los diez proyectiles que divisó el peritaje se repartieron entre tórax, brazos y piernas, pero ninguno dio en la cabeza de los fallecidos, a pesar de la cercanía con la que se ejecutaron los tiros.
Tras conocerse estos datos, que serán determinantes para el avance de la investigación, se confirmó una conferencia de prensa para el lunes por la mañana, donde se darán a conocer más detalles. Participarán el fiscal regional interventor, Dr. Matías Merlo y el fiscal de Homicidios, Dr. Alejandro Ferlazzo, por el Ministerio Público de la Acusación. Junto a ellos estarán el ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Santa Fe, Pablo Cococcioni, y Alejandra Monteoliva, secretaria de Seguridad de Nación.
De momento hay información difusa sobre los tiradores. Testimonios de hinchas canallas vía mensajes de voz de Whatsapp y posteos hechos a través de X daban cuenta de una versión: que los gatilleros iban en una moto. Sin embargo, declaraciones tomadas en el Hospital Centenario, donde murieron las víctimas, señalaron a “tres encapuchados” a pie, indicaron fuentes del caso a Infobae.
La escena del crimen se ubica en Avellaneda al 700 bis, entre las calles Reconquista y Del Valle Iberlucea, un lugar donde se destaca la falta de alumbrado público, algo que dificultó la investigación del fiscal Alejandro Ferlazzo. Este aspecto complicó el análisis de las cámaras de videovigilancia de toda la zona. Dicha situación se vio reflejada en las imágenes publicadas ayer por este medio y en testimonios de quienes pasaron por esa cuadra del boulevard.
Otro dato clave es que varios testigos e hinchas presentes en el lugar del doble asesinato afirmaron que una ambulancia pasó por la escena sin recoger a ninguna de las víctimas. De acuerdo con los testimonios, un móvil policial también atravesó el área sin detenerse.
Dentro de las líneas investigativas a seguir en el legajo se encuentra también cómo Bracamonte, a quien hirieron en una balacera el pasado 10 de agosto a la salida de la cancha tras el clásico jugado de local ante Newell’s, quedó tan expuesto a un nuevo ataque armado.
El jefe de la barra de Rosario Central viajaba como acompañante en la S10 que manejaba Atardo, mientras que su propia Hilux SRX blanca quedó estacionada en una estación de servicio Puma en la esquina de Avellaneda y Cándido Carballo, a unas pocas cuadras del lugar. Se sospecha que “Rana” planeaba llevarlo hasta ese punto para que pudiera regresar a su casa en Ibarlucea en su camioneta.
Lo que intentan establecer los investigadores es cómo los agresores identificaron a Bracamonte en la camioneta, a sabiendas de que ese no era su vehículo. Un dato que no descartan es que exista un entregador.
La jefatura de la barra brava de Central parece no haber quedado acéfala. Al lado del “Pillín” siempre estuvo Leopoldo Martín “Pitito” Martínez. Casualmente, “Pitito” fue quien tomó el volante de la S10 tras la balacera –ya que Atardo se bajó y quedó desvanecido en plena calle– y trasladó en estado delicado al líder de la barra al hospital ubicado está en Urquiza y Francia.
Tampoco se desconoce la posible influencia del hijo más grande de Bracamonte, apodado “Andresito”, en la facción del Canalla.
Lo que resta ahora es saber si Los Monos, quienes exhibieron públicamente su enfrentamiento con “Pillín” antes del crimen, buscarán también disputar el paraavalanchas auriazul.