La fiscal Gabriela Millán relató en primera persona cómo fue el violento robo que sufrió en su casa de Castelar, donde un grupo de delincuentes armados irrumpió mientras estaba con su pareja y le pegaron culatazos en la cabeza e intentaron afixiarla con un almohadón. “Fue una forma muy sádica”, señaló la titular de la Fiscalía Descentralizada N.º 1 de Ituzaingó.
En diálogo con El Noticiero de la Gente, la fiscal brindó los detalles del violento robo: “Estábamos sentados mirando la televisión. Fue muy rápido, en un estallido se abrió la puerta. Eran 4 personas masculinas, robustos y de alto porte. Entraron con un ariete, que lo dejaron apoyado ahí. Armados, llegué a ver dos calibre 9, mínimo dos. Encapuchados, creo haber visto a dos, el que estuvo conmigo no estaba encapuchado”.
El violento episodio sucedió la noche del sábado pasado, cuando cuatro individuos armados irrumpieron en su hogar, un elemento habitualmente empleado en procedimientos policiales para forzar entradas. Apenas ingresaron, los ladrones exigieron dinero y objetos de valor. “Querían plata, dólares. Me preguntaban por la caja de seguridad, si tenía, cosa que no tengo”, expresó la funcionaria. A pesar de sus negativas, los delincuentes se mantuvieron hostiles y forzaron la situación.
La fiscal explicó cómo los ladrones sometieron a su esposo, a quien llevaron al primer piso de la casa, mientras lo interrogaban insistentemente sobre el paradero del dinero. Mientras tanto, Millán fue reducida en la planta baja y retenida bajo amenaza de armas de fuego. “A mi marido lo pusieron en la cama y lo ataron boca abajo. A él le pedían donde estaba la plata. Mientras tanto, yo estaba en el mismo sillón, reducida con esta persona”, comentó Millán, haciendo referencia al ladrón que la custodiaba y que no dejaba de intimidarla.
Durante el asalto, los delincuentes le quitaron el anillo de matrimonio, pero no se lo hicieron a su esposo. Entre los objetos que se llevaron, mencionó algo que le resultó inusual: “Se llevaron los controles remotos de las alarmas, cosa bastante rara”.
Uno de los puntos que más destaca Millán es la violencia extrema ejercida por los ladrones y el nivel de profesionalismo que demostraron en su accionar. “Creo que van cambiando las modalidades. Esta fue un poco más exótica. El número de personas era interesante, el tamaño también, pero eso es casual. La violencia ejercida es más o menos la misma. He visto a víctimas en peor estado, pero lo que llama la atención fue la forma de ingreso. Conmigo, estuvieron un poquito más rudos, llevé la peor parte”, puntualizó.
Al respecto, la fiscal no dudó en señalar la habilidad de la banda para realizar este tipo de robos con una precisión y técnica llamativas. “Fue profesional, no cabe dudas. Esto no significa que haya sido yo la elegida, puede haber habido una inteligencia previa. La profesionalidad de la banda obedece a otras bandas que son profesionales. Y esta es profesional”, explicó Millán, subrayando que el modo en que operaron los delincuentes sugiere un conocimiento profundo de tácticas específicas, lo que genera una gran inquietud en los vecinos de la zona.
A pesar del nivel de violencia y el accionar calculado de los ladrones, Millán descartó que el ataque estuviera vinculado con su trabajo en el Ministerio Público. Indicó que, en ningún momento, los asaltantes hicieron referencia a su cargo o a alguna de las causas que ella investiga. “No hicieron mención de mi función. Si hubiera sido una amenaza encubierta como un robo, mínimamente tendría que haber tenido una palabra del sujeto que me tenía a mí. Algo que me sugiera que sea una causa que estoy tratando yo”, afirmó la funcionaria, insistiendo en que el objetivo del asalto parecía limitarse a la obtención de dinero. “Fue una forma muy sádica, pero no lo veo vinculado a mi actividad”, aclaró.
El violento asalto en la vivienda de Millán se suma a una creciente lista de robos en Castelar y en las zonas aledañas de Villa Sarmiento, donde los vecinos han alzado la voz frente a la ola de inseguridad. Según testimonios recabados en la zona, los residentes señalan la falta de cámaras de seguridad, iluminación insuficiente y deficiente mantenimiento de los espacios públicos como factores que facilitan la actividad de bandas delictivas. La situación de inseguridad ha provocado un estado de alarma en los habitantes, quienes demandan medidas urgentes de prevención.
La investigación de este caso quedó en manos de la fiscal Adriana Suárez Corripio de la UFI N.º 8 de Morón, quien ha impartido órdenes a la DDI local para dar con los responsables. Según fuentes de la causa, hasta el momento los asaltantes continúan prófugos, y las autoridades intentan establecer si este grupo delictivo tiene relación con otros hechos recientes en la misma zona. En uno de esos episodios, ocurrido en septiembre, un sargento de la Policía Bonaerense respondió con disparos a un intento de robo en Castelar, dejando a un delincuente abatido en la vía pública. Aquel suceso también había encendido alarmas entre los vecinos, quienes aseguran que la violencia de los crímenes en el área ha aumentado significativamente en los últimos meses.
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