Declaró el jefe de la Policía Bonaerense por el crimen de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante

Daniel García, comisario general y máxima autoridad de la Policía Bonaerense, se presentó a declarar este martes a las 9 en la UFI N°1 de Berazategui. Lo hizo como testigo en la causa que investiga el crimen de Lautaro Morello (18) y la desaparición de Lucas Escalante (26), ocurridos luego de que ambos salieran juntos el 9 de diciembre pasado en Florencio Varela.

Fuentes cercanas al expediente aseguran que García dio su testimonio ante el fiscal del caso y habló sobre su participación en el caso, con su presencia en la DDI de Quilmes junto a los investigadores del expediente, además de una visión general de lo hecho hasta ahora.

El fiscal Daniel Ichazo lo citó, ya que sostiene que podría aportar información sobre las hipótesis originales del caso, así como las líneas que desecharon y por qué lo hicieron.

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La sospecha general en el expediente es la de un posible encubrimiento policial en la investigación para esclarecer los hechos, que estuvo en manos de la fuerza provincial y pasó a la Policía Federal. La Bonaerense atraviesa a los cuatro detenidos del caso y al comisario mayor Francisco Centurión, investigado en el caso.

Cristian Centurión -hijo de Francisco- y su primo Maximiliano, ya están detenidos. Ramiro Forchinito, también policía de la Bonaerense y señalado como ladero de Centurión padre, fue arrestado el viernes pasado. García, según las mismas fuentes, planteó ante el fiscal sus sospechas sobre el caso, que no apuntan directamente a la Bonaerense, sino al entorno de Lucas Escalante, que sigue sin ser hallado hasta hoy.

También deslizó que la muerte de Morello podría deberse a una cuestión “pasional”, sobre todo por datos de la autopsia que le habrían referido. Incluso, hizo referencias a uno de los detenidos de la causa. Sin embargo, no hay nada en la investigación de Ichazo que indique algo al respecto. También, habló sobre su reunión con la familia Escalante, ocurrida el 16 de diciembre de 2022, donde refirió haber hecho preguntas específicas sobre la vida íntima de Lautaro.

Ayer por la noche, la División Homicidios de la Policía Federal y la Unidad Criminalística de la misma fuerza allanaron por segunda vez la casa de Centurión padre, ubicada en la calle 1538, en Villa Vaettone de Florencio Varela. Los procedimientos se hicieron una versión que indicaba que sea habían realizado fogatas en la noche donde, supuestamente, ocurrió el crimen de Morello. El pedido expreso fue buscar restos humanos, con canes entrenados para rastrear cadáveres.

El predio de una hectárea tiene siete viviendas, varias de ellas ranchos en condiciones de ser demolidos. Así, el trabajo forense fue extenso. Se aplicó el reactivo Bluestar en busca de rastros de sangre, incluso se encontraron dos perros muertos enterrados, se levantaron muestras de tierra y material que se hallaban sobre una losa de cemento, de la que se determinó que habían sido eliminadas las columnas de ladrillos que la rodeaban. También se hicieron perforaciones en otra losa. Sin embargo, los resultados fueron negativos, con un procedimiento ordenado cuatro meses después de la desaparición de Escalante y la muerte de Morello.

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El abogado de Cristian Centurión se hizo presente en el lugar, según fuentes del expediente. También, tres familiares de las víctimas fueron parte del procedimiento y se realizó una recorrida junto a ellos por los últimos lugares donde estuvieron Lautaro y Lucas.

La sospecha del encubrimiento también recae sobre el comisario inspector Sergio Argarañaz, el jefe de la seccional N°4 de Florencio Varela, que está detenido. Justamente, este martes el Juzgado de Garantías N°5 del departamento judicial de Quilmes le negó la excarcelación.

Según la investigación en su contra, Argarañaz no les tomó la denuncia por averiguación de paradero a los familiares de Escalante un día después de que los jóvenes desaparecieran, es decir, el 10 de diciembre de 2022. Posteriormente, con la causa iniciada, el policía les dijo a los familiares que Lucas había atropellado a una chica, que se escondió y quemó el auto “para borrar evidencia y cobrar el seguro”, según pudo saber este medio de actuaciones judiciales. Incluso, insinuó que la madre lo estaba ocultando de las autoridades o que “Lautaro vendía pastillas”.

La semana próxima, el fiscal Ichazo espera tomar nuevas declaraciones para establecer los momentos previos y posteriores al hecho de los primos Centurión.

Morello fue hallado muerto a la vera del Camino del Buen Ayre en Guernica: su cuerpo estaba semicalcinado, en avanzado estado de descomposición. Se determinó que fue estrangulado hasta morir.

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