Segundo juicio por la muerte de Lucía Pérez: hoy se conocerá si los acusados son culpables o inocentes

Desde las 14.30, el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Mar del Plata dará a conocer la sentencia contra Matías Farías y Juan Pablo Offidani, imputados por abuso sexual y muerte de la menor, ocurrida en 2016

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Lucía Pérez tenía 16 años al momento de su muerte, el 8 de octubre de 2016
Lucía Pérez tenía 16 años al momento de su muerte, el 8 de octubre de 2016

Los familiares de Lucía Pérez (16) sabrán esta tarde si Matías Gabriel Farías (29) y Juan Pablo Offidani (48) son culpables o inocentes del delito de abuso sexual agravado por la muerte de la adolescente, en el segundo juicio en su contra. Conocerán el veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Mar del Plata a partir de las 14.30, horario en que la Justicia bonaerense determinó para la lectura de la sentencia en la misma sala minúscula del 6° piso donde se desarrolló, desde febrero, el debate oral.

Farías y Offidani, presos en distintos penales bonaerenses, fueron condenados a finales de 2018 a ocho años de prisión por los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata, por la venta de drogas en la puerta de la escuela a la que asistía Lucía, pero fueron absueltos del resto de los cargos, incluido el del abuso sexual y la muerte de la menor.

Así, se llegó a este segundo juicio: la Cámara de Casación anuló en 2021 el primer debate y pidió hacerlo otra vez, con las mismas pruebas, sin abrir la investigación a nuevas evidencias. Esa decisión fue confirmada por la Corte Suprema provincial y dos de los tres magistrados que firmaron la absolución comenzaron un lento camino hacia el juicio político (el otro se jubiló para evitarlo).

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La muerte de Lucía ocurrió pasado el mediodía del sábado 8 de octubre de 2016 durante un encuentro con Farías en la pequeña casa que este dealer de poca monta alquilaba en el barrio Alfar.

Juan Pablo Offidani, de azul, y Matías Farías durante el juicio de 2018 (Christian Heit)
Juan Pablo Offidani, de azul, y Matías Farías durante el juicio de 2018 (Christian Heit)

Según se pudo comprobar, durante esa mañana, Pérez tomó cocaína y mantuvo relaciones sexuales con el principal acusado. Murió allí mismo, en la cama, aunque luego los imputados la llevaron hasta una sala de atención primaria del barrio, donde un médico constató su fallecimiento.

A pesar de que Farías trasladó a Lucía a la Unidad Sanitaria, que esperó que le dijeran si estaba viva y que luego acompañó a la Policía a buscar a las amigas y a la familia de la víctima, tanto para el fiscal Leandro Arévalo, como para las abogadas que representan a la familia de Lucía, Verónica Heredia y Florencia Piermarini, la chica fue víctima de un abuso.

Si bien desde la perspectiva del derecho más tradicional (o “patriarcal”) no hay pruebas materiales de que existiera una violación -descartada la fake news del empalamiento con la que se conoció el caso, las pericias médicas oficiales indicaron que no hay rastros de violencia sexual y que la muerte de Pérez fue consecuencia de la ingesta de cocaína- las partes acusadoras exigieron al tribunal que el caso se resuelva desde el minuto cero del juicio con perspectiva de género.

El fiscal Leandro Arévalo, en la escena del presunto crimen: pidió perpetua para Matías Farías (Télam)
El fiscal Leandro Arévalo, en la escena del presunto crimen: pidió perpetua para Matías Farías (Télam)

Por eso, ambas partes pidieron que Farías sea castigado con una pena de reclusión perpetua por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida, por el suministro de estupefacientes y en el marco de un contexto de violencia de género, en concurso ideal con femicidio”.

Arévalo consideró en su alegato de cierre que Offidani tuvo una participación secundaria en el presunto delito, por lo que pidió para él la pena de 20 años de prisión.

Offidani es amigo de Farías y operaba como una especie de “chofer” en las transacciones de drogas marginales que hacían en esa zona marplatense. El 7 de octubre, un día antes, fueron juntos a venderle marihuana a Lucía y una amiga de ella a la puerta de la escuela.

Al día siguiente, después de que la menor y Farías acordaran por Whastapp encontrarse, fue Offidani quien pasó a buscar a Pérez por su casa y la llevó hasta la vivienda de Farías, sobre la calle Racedo. Luego, cuando la chica se descompensó, acudió al llamado de su amigo y la llevaron en su camioneta hasta la sala de atención primaria.

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En su alegato, Arévalo reclamó que no existan prejuicios de género en el tribunal, integrado por Gustavo Fissore, Roberto Falcone y Alexis Simaz, a la hora de dictar sentencia. El fiscal habló de la disparidad que existía entre Farías, un joven que se dedicaba al narcomenudeo en la zona Sur de Mar del Plata, y Pérez Montero, una chica que cursaba la escuela secundaria.

Gustavo Fissore, Roberto Falcone y Alexis Simaz los jueces que este jueves dictarán sentencia (Christian Heit)
Gustavo Fissore, Roberto Falcone y Alexis Simaz los jueces que este jueves dictarán sentencia (Christian Heit)

“Cuando se habla de estudiar el caso con perspectiva de género es un dato que viene dado desde una visión que en el común de la gente tiene un punto de vista distinto. La mirada de género exige percibir la intención de los distintos géneros con sus fuerzas y debilidades y, en el marco de ese concepto y analizando en perspectiva cómo se encuentran uno y otro en interacción, dictaminar al respecto”, dijo el fiscal y remarcó el concepto con una pregunta retórica: “¿Cómo vamos a hablar que son iguales una persona que tiene 16 años con una de 23?”

“Las relaciones no fueron consentidas, para dar pauta de falta de consentimiento, no encontramos en la vida de Lucía indicador que tuvo interés en Farías como novio, amante o pareja”, agregó Arévalo y remarcó que “hubo de todo menos consentimiento” porque “no necesariamente tiene que haber signos de abuso o violencia para que haya habido abuso”.

Como era de esperarse, los abogados de los acusados pidieron sus respectivas absoluciones en los alegatos finales. María Laura Solari, defensora oficial de Farías, destacó que “no hay un solo dato que permita suponer que Lucía no consintió (la relación sexual) como no existe un solo dato que permita concluir que Farías abusó”. Lo que puso a este juicio en una situación interesante desde lo jurídico, porque puso al Estado (fiscal) contra el Estado (defensa oficial) para determinar sobre relaciones sexuales con o sin consentimiento y perspectiva de género.

María Laura Solari (de azul) y César Sivo durante el segundo juicio por la muerte de Lucía Pérez (Télam)
María Laura Solari (de azul) y César Sivo durante el segundo juicio por la muerte de Lucía Pérez (Télam)

La falta de consentimiento no pudo probarse ni remotamente”, dijo y, en otro pasaje de su discurso, remarcó: “Nos encontramos ante una ficción”.

Todos empatizamos con Lucía, su muerte ha sido una desgracia y acompañamos a su familia en su inmenso dolor”, comentó Solari en el final de un alegato que duró más de dos horas. Y le pidió a los jueces que “hagan lo que han sido llamados a hacer, justicia, que en este caso no es otra cosa que absolución”.

Solari apuntó incluso a las partes acusadoras y, particularmente, al fiscal lo acusó de haber elaborado “conjeturas, suposiciones y moralismos que no logró acreditar” para buscar la condena de Farías.

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El veredicto iba a conocerse originalmente el 17 de marzo pasado, pero una polémica que incluyó al presidente Alberto Fernández estiró el desenlace. Solari y César Raúl Sivo, abogado particular de Offidani, habían pedido la nulidad de todo lo actuado hasta el momento y plantearon la recusación de los jueces del TOC 2 tras denunciar “el avasallamiento de los derechos de los acusados y la indebida intromisión del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial”.

El tweet de Alberto Fernández que provocó que los defensores de los acusados pidieran la nulidad del juicio
El tweet de Alberto Fernández que provocó que los defensores de los acusados pidieran la nulidad del juicio

Esto se debió a que el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, acompañó a la familia Pérez Montero en la primera audiencia de este segundo juicio y por las expresiones por Twitter del presidente Fernández, luego de mantener una reunión privada con los padres de la víctima.

“Debemos exigir la búsqueda de justicia por el femicidio de Lucía Pérez. Su madre, Marta Montero, y su padre, Guillermo Pérez, cuentan con mi compromiso y acompañamiento absoluto en su lucha, que mantiene vivo el reclamo de justicia”, tuiteó Alberto Fernández en el contexto del Día Internacional de la Mujer.

“Durante el encuentro que mantuvimos, les expresé que cuentan con la fuerza y la presencia del Poder Ejecutivo en este nuevo juicio que han tenido que atravesar, luego de la escandalosa absolución de los imputados en 2018″, expresó el Presidente, lo que fue interpretado por Solari y Sivo como una intromisión en el juicio y como presión para los magistrados.

Como Alberto Fernández habló de “femicidio”, los abogados defensores protestaron porque “precisamente dicha acreditación y calificación es una de las cuestiones a decidir en la sentencia pendiente, así como la eventual responsabilidad penal de los imputados”, explicaron en un comunicado y consideraron que “las advertencias presidenciales infunden un razonable y objetivo temor sobre la afectación de la imparcialidad del Tribunal”.

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