Uno de los asesinos de José Luis Cabezas estuvo preso por unas horas por un viejo pedido de captura

Se trata de José Luis Auge, quien fue arrestado durante un control vehicular en la localidad de Berisso. El comunicado de la familia del fotógrafo asesinado en Pinarmar en 1997

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José Luis Auge (55), uno de los cuatro “horneros” condenados por haber asesinado en la ciudad balnearia de Pinamar al fotógrafo José Luis Cabezas el 25 de enero de 1997, fue aprehendido este lunes mientras caminada por las calles de la localidad bonaerense de Berisso, ya que pesaba sobre él un viejo pedido de captura emitido por un juzgado de Dolores vinculado a un incumplimiento en las condiciones de detención. Sin embargo, como la causa está extinta, horas después le dieron la libertad, según informaron fuentes de la investigación a Infobae.

La captura de Auge se dio, según las fuentes consultadas por este medio, cuando un control vehicular interceptó un Ford Tránsit en Villa El Progreso en las calles 66 y 123, de Berisso. Al checar los datos del conductor se descubrió que sobre él pesaban dos pedidos de captura vinculados con las condiciones en las que había logrado la libertad y que databan ambos de diciembre de 2007.

Ante esto, Auge fue trasladado al Destacamento Villa Progreso, donde las autoridades se pusieron en comunicación con la Cámara de Apelaciones y Garantías Criminal y Correccional del departamento judicial de Dolores, desde donde se ordenó que se le otorgue la libertad, ya que “la causa se encuentra extinta”, detallaron las fuentes consultadas.

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Auge fue integrante de la denominada “Banda de Los Hornos” que asesinó a Cabezas (llamados así porque eran oriundos de la localidad platense de Los Hornos). Al igual que sus cómplices Sergio González, Horacio Braga y Héctor Retana (ya fallecido) fueron condenados en febrero de 2000 por la Cámara de Dolores a prisión perpetua, en un debate en el que, además, recibieron reclusión perpetua el policía Gustavo Prellezo, el oficial Aníbal Luna, el oficial Sergio Camaratta, y el entonces custodio del empresario Alfredo Yabrán, Gregorio Rí­os.

(Gustavo Gavotti)
(Gustavo Gavotti)

En noviembre de 2003, el Tribunal de Casación bonaerense redujo significativamente las condenas impuestas y, gracias a la ley del “2x1″ entonces vigente, “Los Horneros”, con excepción de Retana que murió en la cárcel, fueron beneficiados con morigeraciones de la prisión.

En 2007, tanto Braga como Auge habían violado las condiciones de prisión domiciliaria y por orden de la Justicia habían regresado a prisión, pero tiempo después volvieron a ser excarcelados.

El comunicado

Poco antes de conocerse la libertad de Auge, la familia del fotógrafo asesinado, a través de su hermana Gladys Cabezas, emitió un comunicado al que tuvo acceso la agencia Télam en el que considera “indispensable la memoria para que la figura de José Luis Cabezas sea siempre el símbolo del rol del periodismo”, y señala que este tipo de situaciones marcan nuevos “hitos de impunidad al alma y al corazón”, y “un deseo de obtener justicia”.

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“Al cumplirse 26 años del brutal y alevoso asesinato de José Luis, la familia considera indispensable la memoria para que su figura sea siempre el símbolo del rol del periodismo. Poco importa por qué fue detenido este asesino, quiénes lo protegieron para que esté prófugo de la Justicia y quiénes lo beneficiaron para que esté en una inmerecida libertad como tantos otros en Argentina”, dice el comunicado de la familia del reportero gráfico.

José Luis Cabezas
José Luis Cabezas

Además, agrega que “los argentinos de bien, que tampoco olvidan, han encontrado en la sentencia condenatoria de este hecho aberrante un signo de esperanza, en el que la lucha por la verdad y la justicia deben ponerle límites al poder”.

“Como expresaron sus compañeros de trabajo: ‘El repudio unánime y persistente al crimen de todos los sectores de la vida civil argentina, la exigencia sin descanso de justicia hasta dar con los responsables, y luego el reclamo extendido para que las penas fueran efectivamente cumplidas revelan una conciencia y un consenso social que 25 años después son un activo diferencial que no debe ser minimizado…’”.

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