Los extensores, la clave para capturar a uno de los sospechosos del crimen del referente social de La Matanza

A René Parra (78) lo acribillaron a tiros en la puerta de su casa de González Catán tras una reunión con vecinos donde prometió más policías para luchar contra los narcos

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Kevin Sergio Maza, de 21, el acusado de asesinar a Parra
Kevin Sergio Maza, de 21, el acusado de asesinar a Parra

La Policía Bonaerense, bajo las órdenes del fiscal Federico Medone, detuvo al presunto autor material de ejecutar de 14 disparos en La Matanza al referente social René Mendoza Parra, de 78 años y nacionalidad boliviana. La víctima había sido asesinada a balazos por dos hombres en el barrio San Cayetano, en González Catán, en un ataque relacionado con su labor comunitaria y su lucha contra la inseguridad frente al avance narco en el lugar, una marca a fuego en el barrio para que nadie más intente meterse con su negocio.

El detenido fue identificado por las fuentes consultadas por Infobae como Kevin Sergio Maza, de 21 años. El sospechoso sería el autor material del crimen. Y a su vez, un soldadito narco que responde a una de las bandas que opera en la zona de río Matanza. Fue identificado debido a los extensores que llevaba en sus orejas.

La captura se concretó en González Catán, cerca de donde mataron a Parra. Según indicaron los investigadores del caso, el joven fue atrapado cuando fue a visitar a su pareja, con quien espera un hijo. La semana pasada, los detectives había detenido a otro sospechoso, sin embargo, a las pocas horas fue puesto en libertad debido a que el hijo del referente social no lo pudo identificar en una rueda de reconocimiento.

Por el momento, aún resta atrapar al cómplice de Maza, Brian Leonel Roque, alias “O’Connor”, quien también está acusado de disparar contra el dirigente barrial.

Los extensores por los cuales fue identificado
Los extensores por los cuales fue identificado

El crimen de Parra ocurrió el domingo 7 de noviembre en el patio de su casa, ubicada en el cruce de Buenos Aires y Tarija, cuando dos hombres llegaron y tocaron el timbre. Los sospechosos luego de llamar a la puerta, le dijeron a Parra que querían denunciar donde vendían droga en la zona. Ante eso, Parra salió y fue allí donde lo balearon: le dispararon 14 veces.

Luego, los sospechosos escaparon.

René Mendoza Parra
René Mendoza Parra

Pocas horas antes del crimen, Parra y los vecinos del barrio habían tenido una reunión en la que los residentes de la zona le reclamaban la necesidad de más presencia policial. Puntualmente, en el cruce de las calles Calderón de la Barca y Tarija, a pocos metros del río Matanza, una zona controlado por el narcotráfico, donde los crímenes por ajustes de cuentas se repiten.

Ante el reclamo de los vecinos, Parra prometió que iba a haber más policías en la zona. Así, la investigación partió desde esa reunión. La sospecha es que narcos del lugar fueron alertados sobre la promesa del referente social, y en venganza lo asesinaron.

La investigación por el crimen de Parra quedó en manos del fiscal Medone, de la UFI Temática Homicidios de La Matanza, quien ordenó la detención de los sospechosos y los imputó por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por haber sido cometido con alevosía.

La zona de río Matanza controlada por el narcotráfico
La zona de río Matanza controlada por el narcotráfico

Los acusados están sospechados de ser soldaditos, sicarios a sueldo de una de las bandas narco que opera en el territorio, allanado cíclicamente desde 2018 y donde varios policías ya fueron baleados al ser sorprendidos en investigaciones y vigilancias encubiertas.

Fuentes judiciales, acostumbradas a inmiscuirse en esa zona que atraviesa tres localidades (Laferrere, Virrey del Pino y González Catán), relatan que para enero pasado había al menos un homicidio por mes, o más, motivados por ajustes de cuentas en el marco de las guerras entre pequeñas facciones narcos. Decían, en aquel entonces, que no había un capo en el territorio, un líder, solo cowboys del paco bonaerense, principalmente, de nacionalidad paraguaya, disparándose entre sí.

Sin ir más lejos, tres días antes del crimen de Parra, un grupo de agentes de la Policía Bonaerense se encontraba abocado a la búsqueda de un menor de 12 años que se encontraba desaparecido. En medio del rastrillaje, los agentes recibieron el dato de que podía estar en las inmediaciones del río a la altura de Laferrere, en una zona rodeada de maleza y se dirigieron hacia el lugar. Una vez allí, se introdujeron entre los matorrales por un sendero para encontrar al chico. En ese momento, los efectivos escucharon: “La Policía, la Policía, viene la Policía”.

Cuatro hombres comenzaron a dispararles mientras corrían.

De inmediato, se inició un feroz tiroteo que acabó cuando tres de los hombres escaparon y uno de ellos cayó al suelo, herido de bala. En ese instante, los policías se acercaron, le quitaron el arma y lo identificaron: era Mario Fabián Estigarribia, de nacionalidad paraguaya. Estigarribia tuvo que ser trasladado a un hospital de la zona, pero falleció antes de ingresar al centro médico.

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