Después del giro que dio la causa en las últimas horas, por el que los dos detenidos señalados por la desaparición de Tehuel de la Torre fueron acusados de homicidio agravado en contexto de odio a la identidad de género, la fiscal del caso, Karina Guyot, les tomó ayer miércoles por la mañana y durante varias horas declaración indagatoria a los sospechosos en las oficinas judiciales de San Vicente.
Luis Alberto Ramos (37) y Oscar Montes (46) están decididos a llegar al juicio sin romper su posición: no van a aportar ni un dato a los investigadores para saber dónde está Tehuel, aunque las pruebas los comprometen, especialmente a Ramos.
Los acusados se negaron a declarar sistemáticamente desde que fueron detenidos pocos días después de la desaparición del joven trans, ocurrida el 11 de marzo pasado. Esta vez, en cambio, hablaron, pero según comentaron fuentes con acceso al expediente a Infobae, no aportaron información sustancial que conduzca a los investigadores a nuevas certezas.
Es más, como era previsible, dijeron que no participaron de la desaparición ni del presunto asesinato. “Estuvimos bailando y tomando algo pero Tehuel se fue a su casa”, dijo Montes.
No obstante, reconocieron que estuvieron con Tehuel hasta las 12 de la noche de aquel día y confirmaron la secuencia probada por los investigadores. Ramos y Montes hablaron por separado pero coincidieron al describir la secuencia de las últimas horas en que se vio con vida a la víctima.
Ramos dijo que llegó a la casa de Montes con Tehuel cerca de las 20. Montes lo confirmó. Y agregó que a la medianoche Ramos y Tehuel se fueron de su casa juntos, después de un rato de baile. Imposible de todos modos negar ese momento, ya que en la cuenta de Google de la víctima los investigadores encontraron una foto tomada a las 20.42 donde posan Ramos, Montes y Tehuel alrededor de una mesa donde se observa que están tomando un vino en caja.
Montes, que no tiene antecedentes penales, aseguró que Ramos llegó con Tehuel y le reclamó un dinero que él le debía a su amigo. También relató que él no mató a nadie y que no siente odio de género. Incluso agregó que no supo hasta después de los acontecimientos que Tehuel era un hombre trans. “Pensé que era un hombre”, fueron sus palabras.
Ramos también rechazó la acusación de homicidio. Declaró que salieron de la casa de Montes y recorrieron juntos con de la Torre las cuatro cuadras que lo separaban de su casa. Pero el principal sospechoso del crimen -que ya tiene cumplida una condena por homicidio en su prontuario- le dijo a Guyot que allí cada uno siguió su camino.
Una versión difícil de creer, ya que días después de la desaparición de Tehuel cerca de la puerta de su casa se encontraron su campera y el celular quemados y enterrados. Las pruebas que incriminan los sospechosos, especialmente a Ramos, son sólidas. Incluye cotejo de ADN realizado sobre una mancha de sangre encontrada en una pared en el interior de la casa de Ramos, que coincide con los patrones genéticos de Tehuel.
Si bien trascendió que el abogado de Montes, Gustavo Lastra, aseguró que su defendido declaró que el 12 de marzo vieron a Tehuel en una fiesta clandestina, fuentes consultadas por este medio desmintieron la versión. “No está en el expediente”, comentaron.
Para Lastra la decisión de cambiar la carátula de la causa e imputar por homicidio a Montes ”fue blanquear una situación irregular de tener detenida a una persona por falso testimonio durante ocho meses”.
¿Montes encubrió el crimen de Ramos? ¿Participó del homicidio? Parece más claro en la investigación el rol de Ramos que el del chatarrero de 46 años. ¿Ramos asesinó en su casa a Tehuel y se deshizo de su cuerpo solo? ¿O los sospechosos dicen la verdad? Probablemente no, sospechan los investigadores. Montes, por caso, fue abordado por la Policía bonaerense cuando buscaban a Tehuel, horas después de que los familiares denunciaran su desaparición y él dijo que no lo conocía. Cuando los investigadores vieron la foto de Tehuel con Ramos y Montes lo fueron a buscar y lo metieron preso por entorpecimiento, encubrimiento y falso testimonio.
Los sospechosos estuvieron detenidos desde marzo con la imputación de ese delito. Pero el lunes el juez de Garantías de Cañuelas, Martín Rizzo, concedió el pedido de Karina Guyot y cambió la carátula a homicidio agravado en contexto de odio a la identidad de género.
Después de las declaraciones indagatorias de los acusados, resulta bastante probable que la fiscal pida un nuevo rastrillaje -quizás más detallista- sobre la zona donde se detectó la activación del celular de Ramos el 12 de marzo entre las 4 y las 6 de la madrugada, a unos 2.000 metros de su casa. ¿Qué hacía allí a esa hora? Si la fiscal se lo preguntó, su coartada se desconoce.
Se estima que antes de fin de año la fiscal pedirá la elevación del caso a juicio y que haya un debate oral en la segunda mitad del año que viene, dado que, igualmente, restan algunas diligencias, como allanamientos, rastrillajes e incluso el resultado de algunas pericias a teléfonos o de manchas de sangre. ¿Pedirán los imputados un juicio por jurados?
“Voy a pedir el sobreseimiento de mi defendido”, le adelantó Lastra a Télam. Habrá que esperar para saber si Rizzo concede o el hombre que recibió a Tehuel en su casa el día que desapareció también se sientan en el banquillo de los acusados junto a su amigo Ramos, que parece caminar hacia un destino sombrío. A esta altura, en la Justicia no dudan de su participación. Solo quieren saber qué pasó con Tehuel.
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