Declaró la enfermera que encontró a Maradona sin vida: “Me dijeron que no había que ingresar a la habitación de Diego”

Gisella Dahiana Madrid fue la segunda en brindar su declaración indagatoria. La mujer relató cómo fue que la contrataron, qué pasó las horas previas a la muerte y dio detalles del momento de la reanimación

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En la imagen, el director técnico de Gimnasia y Esgrima, Diego Maradona (c). EFE/Demian Alday Estévez/Archivo
En la imagen, el director técnico de Gimnasia y Esgrima, Diego Maradona (c). EFE/Demian Alday Estévez/Archivo

La segunda persona en brindar su declaración indagatoria ante los fiscales que investigan la muerte de Diego Armando Maradona fue Gisella Dahiana Madrid, la enfermera que estuvo presente en el momento en que el Diez fue encontrado sin vida aquel fatídico 25 de noviembre en su casa de Tigre. La mujer ingresó a la fiscalía de San Isidro algunos minutos después del mediodía de este miércoles y explicó cuáles eran sus funciones mientras duró la internación domiciliaria, como fueron esos segundo trágicos de reanimación del Diez y a quién reportaba su actividad diaria.

Las declaraciones continuarán el viernes cuando sea el turno del jefe de los enfermeros. Para la semana que viene está previsto que hablen el psicólogo Carlos Diaz, la psiquiatra Agustina Cosachov y el neurocirujano Leopoldo Luque, los más complicados en la causa.

Los días anteriores a esta indagatoria fueron los más tumultuosos en términos jurídicos. Es que el abogado de la enfermera, Rodolfo Baqué, presentó varios escritos en la previa. En uno de ellos solicitó que su defendida sea relevada del derecho a mentir que tienen todos los imputados en esta instancia porque aseguró que diría la verdad. En ese documento incluso dejó expresada su palabra la propia Gisella Madrid: “Yo fui a trabajar como enfermera no habiendo participado en ningún plan criminal, ni habiendo tenido ninguna actitud dolosa. La familia de quien yo asistía como enfermera tiene derecho a conocer la verdad y yo tengo el deber de decirla”.

Además el letrado solicitó ante la Cámara de Apelaciones que en la indagatoria que se realizó hoy estuviera el juez de garantías Orlando Diaz, finalmente se le concedió la solicitud y el magistrado fue uno de los presentes aunque por Zoom. De manera presencial estuvieron el fiscal general John Broyad y dos de los fiscales que firman en el expediente: Patricio Ferrari y Cosme Iribarren.

Madrid contó su versión de los hechos y respondió todas las preguntas de los fiscales por más de seis horas. Explicó que mientras duró la internación domiciliaria en la casa de Tigre el que “manejaba todo” era el cuñado de Matías Morla, Maximiliano Pomargo. Además relató que tenía prohibido entrar a la habitación del Diez ni siquiera para darle los medicamentos y que cuando llegaba le decían que se quede afuera en el jardín y no la dejaban entrar.

En otro tramo, a preguntas de la fiscalía, detalló cómo fue la mañana del 25 de noviembre y puntualmente el momento en que encontraron a Maradona sin vida. Dijo que tanto el psicólogo Carlos Diaz como la psiquiatra Agustina Cosachov ingresaron a la habitación para realizar una visita programada pero que a ella la dejaron afuera. Sin embargo, unos segundos más tarde salieron los dos desesperados porque el astro no respondía y solicitaron su ayuda.

El neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los más complicados en la causa (EFE/ Enrique García Medina/Archivo)
El neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los más complicados en la causa (EFE/ Enrique García Medina/Archivo)

Incluso aclaró que tuvo que hacerse cargo de la reanimación porque “Cosachov no sabía qué hacer” y tuvo que pedirle ayuda a un empleado de seguridad: “Entré a la habitación y el paciente estaba en paro, me subo arriba de la cama para reanimarlo, lo destapo, lo toco tenía un brazo fuera de la cama caído. Agustina no sabía que hacer, empiezo a hacer las maniobras y pido que llamen a emergencias. Le pido al de seguridad para que sea más eficiente el RCP que le haga respiración boca a boca, le explico cómo tiene que hacer, como poner la cara, la boca. En un momento no recuerdo quién trae el teléfono en altavoz y era Luque comienzo a hablar con él y le digo que el paciente está en paro”.

Con respecto al aseo y la alimentación del Diez durante los 14 días que duró su estadía en Tigre, sostuvo que según su recuerdo a Maradona lo bañaron una o dos veces y que comía sandwiches de miga a pesar de su delicado estado. También especificó que cuando Monona, la cocinera, faltaba, nadie se hacía cargo de la comida ni de la limpieza de la casa.

La enfermera Madrid, de 36 años, pasó de testigo a imputada. En su declaración bajo juramento, que realizó apenas algunas horas después de la muerte de Diego, contó que esa mañana no entró a la habitación para dejar descansar al astro a la espera de que al mediodía lleguen tanto el psicólogo como la psiquiatra.

A pesar de esa explicación de Madrid, algunos días después llegó a manos de los fiscales una planilla interna de la empresa de enfermería “Medidom” donde la mujer aseguraba que sí había entrado y que Diego no la había dejado acercarse. Ante las diferencias entre la declaración y ese documento los investigadores volvieron a citarla y ahí confesó que su jefe la obligó a mentir: “Hice un reporte en la casa de Maradona, tras haber declarado en la fiscalía porque es lo que me indicó Mariano, el coordinador. Dije que intenté tomarle los signos vitales y él no me dejó, pero la verdad es que eso no pasó”.

En la declaración de esta tarde, nuevamente la fiscalía hizo mención a este punto y la enfermera recalcó que sus superiores le pidieron con insistencia que en el informe que escribió cuando Maradona ya estaba muerto aclare los horarios y que ponga que “el paciente se negó a que le tomen los signos vitales”, lo cual no era cierto.

Una replica de la Copa del Mundo junto al féretro de Diego Maradona en la Casa Rosada (Presidencia Argentina/Handout via Reuters)
Una replica de la Copa del Mundo junto al féretro de Diego Maradona en la Casa Rosada (Presidencia Argentina/Handout via Reuters)

Cuando la enfermera hace mención a Mariano, se refiere a Perroni. Otro de los imputados que deberá hablar en indagatoria el viernes y que quedó aún más complicado con la declaración del otro enfermero, Ricardo Almirón, que dio a entender que alguien había truchado una firma de Diego en un documento. Los fiscales creen que ese presunto falsificador fue Perroni, que tendrá mucho que explicar.

En la imputación formal que realizaron los fiscales a mediados de mayo acusaron a Madrid y a Almirón de “consignar falsamente en la hoja de enfermería, que el paciente había sido revisado en diversas oportunidades”. Además, en ese documento los investigadores sumaron más hechos a la acusación: “En ese contexto de riesgo en que se encontraba inmersa la víctima, los enfermeros omitieron asistir a Diego Armando Maradona los días 24 y 25 de noviembre, a sabiendas de su delicada situación y con conocimiento de que muy probablemente tal omisión llevaría al desenlace fatal que finalmente ocurrió”.

La ronda de indagatorias continuará el viernes y luego la semana que viene hasta llegar al lunes 28 donde será Leopoldo Luque el que deberá defenderse. Que sea el último no es casualidad: la estrategia de los fiscales fue dejar para el final a los más complicados en el expediente.

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