Un chico de 11 años murió luego de recibir un disparo en la nuca en un confuso episodio con la policía de Tucumán. El menor circulaba en moto con un adolescente al que una bala le rozó la cabeza. La fuerza aseguró que se trató de un enfrentamiento, pero no está claro qué ocurrió.
Según la versión de la policía reproducida por La Gaceta, dos policías motorizados se cruzaron con seis adolescentes que circulaban de manera sospechosa en tres motos y cuando les dieron la voz de alto, se dieron a la fuga.
La persecución incluyó una gran balacera en Avellaneda y pasaje Río de Janeiro, donde murió Facundo Burgos. En el lugar se encontraron vainas servidas de dos armas, una 9 milímetros y otra calibre 22.
Dudas
El niño iba en una moto con un joven de 14 años que fue demorado y luego declaró ante la fiscal Adriana Giannoni. Contó que habían estado corriendo picadas y que no eran parte del grupo que estaban escapando de la policía. Dijo, además, que en la esquina en la que falleció su amigo hubo una "tremenda balacera".
Su madre, que lo acompañó hasta el juzgado, se quejó de la actuación de la policía. "Están para proteger a las personas, no para matar a un menor de 11 años. A mi hijo también lo quisieron matar los mismos policías del 911. Ha sido una injusticia. Mi hijo está vivo, porque si la gente no se arrimaba, lo matan. Esa es la policía que tenemos en Tucumán, la gran policía", lamentó.
Los dos policías también declararon en sede judicial y fueron liberados, ya que las autoridades, al menos por ahora, descartan que se trate de un caso de gatillo fácil. La fiscal, no obstante, ordenó que la investigación quede a cargo del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF).