Entre el 1 y el 3 de julio se denunciaron en la justicia federal 12 casos de personas que -mientras esperaban el resultado del test de coronavirus- abandonaron el centro médico en el que estaban aguardadando y se fueron. Ante esa grave situación, debido a que podrían propagar el virus en caso de estar infectados, las autoridades de los lugares de atención reportaron lo sucedido a la Policía de la Ciudad, que comunicó los hechos al juzgado federal de turno.
La “fuga” de 12 personas en tan solo 72 horas de iniciada la nueva fase más estricta de la cuarentena obligatoria en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) quedó asentada en el Juzgado Federal 11- a cargo de Marcelo Martínez De Giorgi- que entró de turno con las fuerzas de seguridad el primer día del mes y tiene jurisdicción solo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Mediante dos decretos de necesidad y urgencia (DNU), el presidente Alberto Fernández determinó que quienes violen el aislamiento serán denunciados por la comisión de los delitos previstos en los artículos 205 y 239 del Código Penal. El último establece que “será reprimido con prisión de quince días a un año, el que resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de aquél o en virtud de una obligación legal”.
La otra figura legal está dentro del Capítulo IV del Título VII del Código Penal, que tipifica los delitos contra la salud pública. Así el artículo 205 dice que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”. Es por eso que interviene la justicia federal. Y a los que abandonan los centros asistenciales se les abre un expediente por violar la cuarentena.
Según pudo confirmar Infobae en fuentes judiciales, de las 12 personas que se fueron de los hospitales o clínicas antes de conocer el resultado de sus tests de coronavirus, nueve ya fueron encontradas y aún se busca a tres cuyos resultados fueron positivos y pueden esparcir el virus.
Los casos son variados. Entre los fugados hay algunos a los que les dio positivo y a otros negativo el test de coronavirus. Por ejemplo uno de los hombres que se había fugado fue encontrado y su test resultó negativo. Una mujer se escapó del hospital, hicieron la denuncia y un rato más tarde regresó por sus propios medios: resultado negativo.
Distinto fue el caso de dos jóvenes que se escaparon, fueron encontrados por los agentes de la Policía de la Ciudad y estaban infectados de Covid-19 por lo que hubo que aislarlos y seguir sus contactos estrechos. A ese caso se suma el de una mujer que llegó con síntomas claros de coronavirus a una clínica y se fue antes de que le hicieran el hisopado. Se hizo la denuncia y la convencieron para que regresara. Se hizo el estudio y hasta ayer no se sabía el resultado.
La Policía de la Ciudad fue alertada debido a que un joven, que estaba alojado en un hotel de los que la Ciudad de Buenos Aires utiliza para aislar a los infectados, se había escapado de allí. Lo buscaron y lo encontraron con cierta rapidez.
En el hospital Ramos Mejía se reportó otro de los casos. Una pareja abandonó el lugar antes de saber el resultado de los análisis y cuando los encontraron se conoció que ambos estaban infectados de coronavirus. En el sanatorio Mitre un hombre no esperó recibir el resultado y se fue. Lo buscaron, lo hallaron y se supo que no estaba infectado.
En las primeras 72 horas del turno policial se denunció también un caso diferente. Fue el de una mujer que llegó a la maternidad Sardá a dar a luz a su bebé. La acompañaba su marido. La mujer tuvo un parto normal, el bebé nació sin problemas y cuando los médicos la estaban preparando para que pasara a una habitación de la maternidad, les contó que tanto ella como su marido eran positivos de Covid-19. Ello comprometió la situación de los que asistieron el parto y de quienes estuvieron en contacto con el marido, que se movió por la maternidad sin ninguna restricción.
Apenas comenzada la cuarentena obligatoria allá por marzo se reportaron los primeros casos de “fugas” de pacientes con claros síntomas de coronavirus que se fueron de los centros asistenciales antes de recibir resultado del estudio. En general las personas que se van son halladas en sus domicilios y revelan que huyeron por temor a ser aislados en un hotel o a quedar sí o sí internados. Aquellos que son positivos asintomáticos cumplirán el aislamiento en las mismas casas donde los encuentran los policías.
Cuando comenzó la pandemia se asignaba una custodia en las casas de los imputados que debían permanecer aislados. Pero con el aumento del número de casos se estableció un sistema de vigilancia policial que combina visitas a los domicilios en diferentes horarios con llamadas telefónicas para comprobar que una persona con diagnóstico de coronavirus cumpla con el aislamiento obligatorio.
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