“Zafamos”. Así resumió la maniobra que evitó la tragedia Norberto Barrera, el piloto del avión que hoy aterrizó de emergencia sobre un campo rural de la localidad bonaerense de Otamendi, a pocos kilómetros de la ciudad costera de Miramar.
La mañana de este sábado, minutos antes de las 8.30, la aeronave Cessna C560X matrícula LV-FQD con nueve personas a bordo, entre pasajeros y tripulantes, desarrollaba el vuelo con normalidad, en condiciones meteorológicas adversas, pero dentro de los parámetros normales de seguridad y sin riesgo para el avión.
La aeronave había despegado de una estancia ubicada en la zona de San Fernando y tenía previsto llegar a la estancia “La Venancia”, ubicada en las afueras de Otamendi, en el partido de General Alvarado. Nunca llegó a destino: una falla en los motores obligó al piloto a tomar la decisión de descender y buscar un escenario apropiado para aterrizar.
Con destreza, Barrera logró posar el avión sobre un campo sembrado con maíz. Todos los ocupantes resultaron ilesos.
En un audio, el piloto, de 60 años, contó que la aeronave sufrió un “doble engine flameout”, lo cual en la jerga aeronáutica significa un “apagón de llama” del motor. “Lo motores se trancaron, ambos y no podíamos reencenderlos en vuelo”, continuó la explicación.
Y relató: “Veníamos en descenso para la estancia ‘La Venancia‘, tuvimos que buscar un descampado porque Mar del Plata se había cerrado, con 1100 metros de visibilidad y lluvia y sin dos motores no podíamos ir y tuvimos que ir a buscar un campo”.
El hecho está siendo investigado por la sede central de la Junta de Investigaciones de Accidentes Aéreos Civiles (JIAAC).
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